Café Chocolate

Me encanta! La decoración, el frappé, los smoothie, los desayunos, etc. Este lugar lo conocí por error y no me arrepiento, vuelvo casa vez que quiero un momento de tranquilidad con amigo misma y obvio disfrutar de un café, Un lugar súper tranquilo, cerca del centro en el que puedes pasar un rato agradable y relajado ya sea con amigos, familia, pareja o solo acompañado de un bien libro, el servicio es súper agradable, el estilo del lugar súper relajante, al igual que la musica y precios accesibles para cualquiera.
Te invito a conocerlo, tal vez por fuera no te llame tanto la atención, pero por dentro creo que lo amaras.

¡Smoothie de Fresa con yoghurt love u! Si no lo has probado te estas perdiendo de una deliciosa bebida para los que amamos el azúcar. Pero, de lo que se trata es de reseñar lugares deliciosos en Mérida, definitivamente si vienes estas en el lugar indicado.
La atención es muy amena, puedes perfectamente echarte una plática de esas medias profundas con tus amigas, amigos, novia, novio, tu peor es nadie o simplemente pasar el rato hablando de las cosas más simples de la vida.
El lugar esta bonito, más la terracita. Las veces que he ido el clima estaba «fresco» antes de que el «bendito calor» llegara a Yucatán, y para ese clima, la terraza funciona muy bien.
Se me olvidaba, una de las cosas más importantes para regresar a un lugar, los precios, no te preocupes, están bien, para dar una idea, el smoothie esta en $ 35 pesos, no esta mal.

Locals and artists may love it but if you are a tourist skip it! NOOOO! JUST DONT DO IT! It is filthy. Dead plants hanging around. Queries are met with a blank stare. It smells like 50 cats combined with air freshener inside. We sat outside at a dirty table that 4 idle staffers couldn’t manage to clean off. If you are a drunk loser or a hipster that thinks filth and neglect is cool then come here!

Hay un lugar sobre la calle 60, casi llegando al CEM, el hospital de especialidades médicas. Este lugar se llama Café Chocolate.
Alguna vez conocí a los dueños de Café Chocolate, justamente antes de conocer el lugar. Tras una platicadita muy amena me ofrecieron ir al lugar para conocerlo ya que yo tenía en ese momento intenciones de tocar en ese lugar.
El café chocolate es el típico lugar que a un gringo lo puede enamorar, cuando uno entra a este café no puede evitar fijarse en el arte que maneja el lugar. Platicando con el dueño me expresó que siempre son locales los artistas que exponen y eso me pareció un gran detalle.
Cuando uno sigue explorando el lugar no se acaban las sorpresas. Pareciera un lugar simple y no tan grande pero uno pasa de sección en sección y lo que obtienes son áreas muy distintas entre si, Un patio muy bonito con un pequeño balcón funciona como la parte exterior del lugar, en un día de harto calor, es infalible.
La comida del lugar es deliciosa, yo sinceramente lo único que probé de alimento fue el excelente mole que preparan ahí y una jarra de melón fresco, aún no olvido ese día…

Un lugar muy especial y muy coqueto para los amentes del arte y la naturaleza, así como para los amantes del café y el té. Café Chocolate se encuentra a la vuelta del parque de Santa Ana, entre la 58 y la 60.
Es un lugar no muy pequeño, con varias zonas, está la parte de adentro, con mesas para grupos; también afuera unas mesas con sillas muy peculiares, debajo de unas enredaderas y al aire libre; y la parte de arriba también al aire libre con mesas para grupos un poco más grandes o para reuniones.
En mi experiencia nunca he ido a los desayunos, pero se que los tienen y he escuchado que están a buen precio. En mi caso siempre voy en la noche, ya que el ambiente es bastante romántico y se me hace el lugar ideal para una cita.
La comida en general está muy rica (en la cena), las pastas están excelentes y son ideales para compartir. Las crepas están para morirse, la de jamón y queso deliciosa. Los frappés vienen en copas alargadas con crema batida y están muy ricos igual, recomiendo el de oreo. Por último, si se te antoja un té, tienen una colección muy coqueta de tés de diferentes sabores, vainilla con fresas es mi favorito.

Otro tradicional café en la zona del centro de nuestra ciudad. El café chocolate se ha popularizado entre la comunidad artística de Mérida pues desde que abrió, sus instalaciones han funcionado como sede para diferentes eventos culturales: sesiones de poesía para público abierto, ejercicios escénicos por parte de los estudiantes de la ESAY, sitio de reunión para algunas clases impartidas por la misma escuela y muchas otras actividades diversas que han ayudado al impulso cultural de nuestra ciudad.
Yo en lo personal he sido participe de muchos de estos eventos y agradezco que haya espacios en mi ciudad que ofrezcan este tipo de apoyo, sobre todo para los que estamos iniciando nuestras actividades en el ámbito artístico. Aquí también. se han hecho sesiones de dramaturgia dramatizada e incluso ha servido para exámenes de voz, donde es necesario poner a prueba el espacio con tu cuerpo.
No es necesario ser exclusivo dentro de la comunidad artísticas, pues si bien, nos preparamos en lugares públicos para construirnos un mayor desarrollo en ámbito artístico, por eso todos estos eventos se han mantenido completamente gratuitos para el deleite o el ojo crítico de quien quiera participar como espectador.

Definitivamente les quiero recomendar este sitio, sobre todo para tres cosas; la primera es para ir a tomar un café o jugo natural o smoothie muy a gusto, el segundo para ir leerte un buen libro ya que es un sitio muy tranquilo que con su arte y decoración te dará un aire de inspiración; y el tercero para que vayas a disfrutar un rico desayuno casero a un precio módico.
A mi parecer lo más fabuloso que tiene el lugar son sus jugo y smoothies de fruta natural preparados al momento, las crepas y el mole chocolatoso que preparan, FABULOSOS!
Realmente les recomiendo ir los sábados al buffet, podrán encontrar desde huevos en diferentes formas, como chilaquiles, pasta, crepas, frijolitos, verduras, ensaladas, cereales, fruta, jugos, café, té, pan dulce y mucho más. Intenta ir temprano para que te toque de todo ya que últimamente se ha vuelto para famoso y se llena los sábados por la mañana, sobre todo cuando hay reuniones familiares.
La decoración es estupenda, siempre encontraras colecciones de diferentes artistas que exponen sus cuadros o arte y que además están a la venta por si te llegara a gustar alguno.
Es un excelente lugar para tener una pequeña reunión para crear una idea o trabajar en un proyecto, ya que es un lugar inspirador, tranquilo, con buena comida, con muy buena ubicación y con WIFE gratis.

Junto al famoso hotel los Aluxes, sobre la transitada calle 60 en el primer cuadro de la ciudad de Mérida, Yucatán esta instalado el «Café Chocolate», un lugar diferente y con corte cultural, un lugar donde la noche es cómplice de la bohemia y las propuestas independientes, un foro donde descubrir la poesía y el arte de la buena música, acompañado de una cena ligera o una bebida refrescante y pasar una velada de esas que son inolvidables en compañía de buenos amigos y artistas de toda índole.
El dueño personalmente nos atendió la noche en la que disfrutamos de las delicias del «Café Chocolate», desde que llegamos el trato fue personal y el servicio siempre eficiente y presto a atenderte en lo que pidas, un gran lobby con litografías de doña Sara García o personajes como Pedro Infante decoran las paredes de este lugar céntrico y acogedor, al fondo en un pequeño patio se encuentran las mesas y la barra del café, dando como resultado un ambiente intimo y familiar ideal para la presentación de artistas íntimos de la trova, la poesía, la canción y otras artes de café para conocedores o descubridores ávidos de propuestas nuevas e independientes.
El lugar se ha caracterizado por la presentación de cantautores de talla internacional, la noche que estuvimos ahí pudimos apreciar el trabajo de un poeta de la ciudad de México y una interesante propuesta musical del talento local, los recios fueron justos y la noche mágica, vale la pena darse una vuelta por ahí cualquier noche a dejarse sorprender por el arte y la cultura que siempre tiene calientitas el «Café Chocolate»

Este cafecito era mi favorito hace millones de años. Digamos, 2007.
Hoy en día sigue lindo, digo, el interior y la decoración son encantadoras y sencillitas, el lugar tiene de hecho de por sí una vibra particular, independientemente del diseño que le quisieran dar, y el menú está bien.
Yo, pues, creo que me dejo influenciar por la nostalgia de tiempos mejores, sniff, pero igual y si estás por la zona, buscando un lugar super tranquilito, tal vez no para comer sino para tomarte una cerveza o un café, este puede ser una excelente elección. Elige el patiecito central, junto a la fuente c:
Y bueee: Digo que era mi favorito y ya no, porque antes tenían unx chef que pfff. Todo le quedaba buenísimo. Pastas, paninis, postres, y ayyy. ese mole super chocolatoso en varios platillos del menú, estaba buenísimo. Había un mousse de chocolate igual, increíble. Los precios eran inmejorables, el servicio muy atento y el ambiente de lugar me parecía simplemente mejor a lo que es hoy.
El servicio y el lugar siguen bonitos, pero nonono. La comida es otra cosa.
Ya ahora sólo voy allá por una cerveza en el patio, o un café.

Muy buen café ubicado al lado del Parque de Santa Lucía y a muy pocas cuadras de la Plaza Grande. Ubicado en una preciosa casona colonial que hace esquina es un buen lugar para descansar de las ajetreadas calles del centro de la ciudad de Mérida. Sin lugar a dudas, la mejor zona del Café es el patio ajardinado que hay en el interior, con una relajante fuente con agua, la sombra de un árbol gigante y la tranquilidad ideal para tomar un café mientras se platica con los amigos.
Me tomé un café cargadito como me gustan y que acompañan con unas galletitas. Sirven buen café para los amantes del expresso que consideran que el café americano es agua sucia. Tanto la decoración como la ubicación y sobretodo su patio hacen de este establecimiento, uno de mis preferidos del centro de Mérida.

Una cafetería un poco fuera de lo común, pues aún mantienen el estilo colonial de las casas del centro, así es café chocolate, ubicada a un costado del hotel los aluxes, se caracteriza por mantener un ambiente agradable, misterioso, romántico, pero sobre todo relajante.
No solamente puedes disfrutar del servicio de cafetería, también ofrecen por las mañanas un desayuno bufet, el cual es bastante accesible al bolsillo, y ofrece huevos, frijol, chilaquiles, hot cakes, etcétera, la comida suele ser bastante ligera y con un sabor que recuerdan a comida hecha en casa. No cuenta con tanta variedad en lo que ofrecen, sin embargo con lo que hay es más que suficiente para quedarte a pasar un buen rato.
El lugar es bastante amplio por lo que no tardarás en encontrar donde tomar lugar para disfrutar de tu actividad a realizar, en caso de que quieras estar en un ambiente más relajado, mi recomendación es sentarte en el patio, pues la gente que suele acudir ahí por lo general está concentrada en su actividad y no realiza mucho ruido.
Por las noches suelen organizar algunos círculos de lectura abierta o con un costo, esto varía, también presentan algunas obras por artistas regionales poco conocidos, las cuales suelen ser obras cómicas y a las cuales de verdad vale la peña acudir.

Si te diría que hay una casona colonial con una terraza y hermosas mesitas y silitas, un árbol gigante que te cubre con su follaje y una fuentecita hermosa que te relaja con sus sonidos, donde aparte puedes pedir un exquisito café para acompañar y venirte a leer un rato, a trabajar en tu computadora, a escribir o sólo a despejarte un rato para contemplar lugares tan armoniosos como este, ¿me creerías?
Se llama Café Chocolate y es un oasis de paz y tranquilidad, te recomiendo sentarte en la terraza, es la mejor parte, me enamoré de ese lugar en cuanto lo vi. Es como sacado de un cuento y el pan es hecho en casita.
El fetuccini Alfredo no lo he probado, me queda en mi lista de pendientes de este lugar y las chimichangas que al parecer son deliciosas. En cuanto me las recete, paso la nota.
¡Qué buen lugar!

Este lugar pasó de ser uno de mis cafés favoritos a uno al que no quisiera volver, para así poder quedarme con el recuerdo de lo bello que era hasta hace un par de años máximo.
El concepto del lugar era una cafetería-​galería de arte y antigüedades (que estaban en venta también), pero lo interesante es que ningún espacio le restaba función al otro, por el contrario eran complementarios. Hoy en día pareciera que la «exposición» artística en turno le estorba al restaurante o viceversa, no hay una preocupación por el montaje adecuado de la obra, porque aunque el espacio no sea el más adecuado se puede adaptar una museografía al lugar. Y por otro lado la idea de vestir el lugar con antigüedades parece ser que ya pasó al olvido.
Respecto a los alimentos, antes tratando de ser congruentes con el nombre del café, los platillos de la casa se realizaban con mole (por incluir en sus ingredientes chocolate), y dicho mole se producía en la misma cocina del lugar. Ahora el mole se compra en grandes cantidades ya hecho, para mí se perdió ese detalle que le deba originalidad al lugar.
En fin, para mí lo único rescatable en la actualidad es el espacio del patio central de la casa, aquel que tiene una fuente que genera ese sonido tan relajante. Vale mucho la pena estar ahí, tomandote una bebida refresescante y disfrutando la sombra que dejan sus altos muros.

Me encanta el Café Chocolate, es un lugar en el que me gusta reunirme en grupo, ya sea para pasar un rato de ocio, o para trabajar en algún proyecto.
La decoración es estilo colonial, tienen las paredes con cuadros antiguos, algunos muebles tipo sala también antiguos, varias mesas de madera, el jardín tiene una fuente y mesas y sillas de herrería.
Se pasa un rato agradable ahí, tienen buen café, está cerca del centro histórico y la atención es buena.
Cuando salgo temprano en bicicleta, me gusta llegar ahí para desayunar. Encuentras opciones baratas y sencillas. No tiene el mejor sabor que he probado en cuanto a la comida, pero por el precio y el ambiente relajado, para mi está bien.
A veces en el área del jardín, proyectan películas, documentales, o llevan música en vivo. La última vez que fui, había un trovador en el jardín, y mucha gente por todos lados. Aunque habitualmente no se llena tanto, tiene sus días buenos.

La esquina en donde se encuentra este lugar es imperdible por la cantidad de olor a café que prácticamente te obliga a detenerte y a tomarte un momento para disfrutar de una bebida caliente llena de caféína para reanimarte y seguir con el día.
Café chocolate es otro de esos negocios del centro que se establecen en una casa de estilo «colonial», sin embargo este lugar realmente se dedicó a preservar no solo la fachada y el decorado del local, sino también el ambiente privado y romántico que se siente en su interior.
Aquí podrás disfrutar de un rico café siempre a tu gusto, ya sea cargado o más ligerito, y acompañarlo con unos bisquets u otro tipo de pan dulce. Ahora que si tu hambre es más grande, podrás pedir unos huevos revueltos con chilaquiles, para que amarre bien.
¿Suena bien no? Te gustará más cuando te diga que tú decides en donde puedes tomar tu café: En la sala, en el comedor, en el jardín o en alguna de las misteriosas esquinas que tiene reservadas el Café Chocolate sólo para ti.

Si andas por el centro histórico de la ciudad de Mérida y eres amantes del chocolate y el café, tienes que ir a visitar la casa donde alguna vez vivió Hansel y Gretel, na mentira, es mal chiste.
Llegué a ese hermoso Café por las casualidades de la vida que tanto me gustan y sorprenden. Caminaba sin rumbo alguno por la ciudad y mis piececitos no podían más y pensé, al primer lugar que aparezca frente a mí, entro. Casa Chocolate fue el mejor stop que podría haber tenido. Al entrar me enamoró su hermosa decoración y patio central, ideal para leer un libro bajo un hermoso árbol acompañado de un buen café.
Si andas por el barrio a la hora del desayuno tienen la opción buffet que siempre se agradece a esa hora del día, más si andas turisteando.
Me pedí un capuccino con chispas de chocolate que estaba delicioso, cada sorbo lo disfrutaba como si fuera el último. El ambiente que existe en de extrema tranquilidad con una leve música de fondo, ideal para desestresarte y tomar fuerzas para seguir el día.
Café Chocolate es un lugar que puede transformarse en mi lugar favorito de Mérida.

De Café chocolate todo me encanta, el lugar es muy bonito, grande, la decoración es diferente y hace que luzca bien con un toque innovador y vanguardista, la comida es buena, pero sobre todo sus cafés son de mis favoritos.
Es un lugar súper cómodo al que puedes ir a cualquier hora del día, solo o acompañado, disfrutar de toda la decoración el lugar, relajarte, comer o tomarte algo con tranquilidad y tener una plática larga y tendida con la (s) personas con quien acudas.
Recuerdo que lo conocí porque estudiaba por el parque de Santa Ana, un día que pasábamos por ahí, nos atrajo el delicioso olor a café recién hecho, decidimos entrar y nos enamoramos del lugar, su concepto, comidas y sus cafés, después de eso comenzamos a frecuentarlo.
Sus precios no son para nada caros, a mí me gusta ir por las tarde-​noches porque el ambiente se vuelve más íntimo y romántico, más que recomendable para ir con el mejor amig@ o novi@, pasarán un muy buen rato encantador.

Una cafetería muy diferente, versátil, encantadora.
Diferente por la decoración tan original y vintage. Por todo el lugar se pueden mirar cuadros antiguos y objetos como de museo.
Versátil porque es perfecta para ir a desayunar, comer, cenar, merendar o simplemente tomar un café a cualquier hora. Puedes ir acompañado por tu pareja, enamorado, crush, pretendiente… o bien con tu mejor amigo o en banda, incluso ¿Porqué no? uno solo también.
Encantadora por la atmósfera tan apacible y tranquila, típica de las casas coloniales de la ciudad. La pequeña fuente de la terraza le da un toque romántico al sitio, y las habitaciones pequeñas dan la sensación de privacidad.
En cuanto a los precios, son bastante adecuados y accesibles para el tipo y calidad de los alimentos y bebidas, su ubicación céntrica lo hace un sitio perfecto para detenerte y tomar un respiro, al mismo tiempo que te consientes con un rico cafesito y un postre.

Dentro del gran catálogo de cafés y galerías que hay en la ciudad, existe una en la cual te vas a sentir como en casa.
Café Chocolate está a una cuadra exactamente del Parque de Santa Ana, y es uno de mis lugares favoritos para ir a platicar y tomarme algo.
El ambiente es relajado, el lugar es bastante cómodo y amplio, y la música generalmente es agradable.
Cuentan con desayuno buffet que incluye fruta, huevos al gusto, chilaquiles, hot cakes, café y jugo por solo $ 69 pesos. No será muy variado, pero puedes comer la cantidad que quieras. Y eso no es todo, también es bueno para ir a comer o cenar, pues hay pastas, baguettes y una gran variedad de bebidas para acompañar tus alimentos.
Es bueno para reuniones y el personal es muy amigable. Así que si vas de caminata por el centro y te entran ganas de descansar y beber algo, date una vuelta por Café Chocolate, justo en la esquina de las calles 60 y 49.

Café Chocolate.
A una cuadra de Santa Ana encontramos el Café Chocolate, un lugar que se encuentra en lo antes era una casa colonial. Este establecimiento es calmado y con un ambiente justo para tomar un café o comer un postre.
Está dividido en tres partes, lo que es la sala y el comedor de la casa adaptado con mesas y sillas (y la vista de una gran pecera), una pequeña barra de bebidas y el patio hasta el fondo, con todo y segundo piso y una fuente. El servicio es un tanto lento pero amable. La comida es barata, con un buffette de 70 pesos como desayuno acabé encantado. El buffette además incluye huevos revueltos, frijoles, chilaquiles, hot cakes y crepas, y pequeños sandwiches. El café es sabroso y a precio accesible; pero los refrescos embotellados están al triple de su precio.
Café Chocolate además cuenta con pequeños eventos culturales que hace que visitarlo en la noche igual sea agradable. Sin duda, por el precio de sus alimentos (no así sus bebidas) y por su locación y ambiente, este lugar es recomendable.

Imagina que te encuentras en la terraza de una casa tipo colonial; tú y tu pareja se encuentran en el centro de dicho lugar, degustando una deliciosa pasta Alfredo acompañado de vino tinto; como escenario hay una fuente, el sonido del agua es relajante, los árboles se mecen al compás del viento; la escena se ilumina con luces tenues que favorecen a la natural que la luna proporciona; de fondo musical se escucha bosssanova… ¿te parece romántico?
Café chocolate te brinda esta atmósfera romántica, cálida, relajante, un tanto melancólica e íntima.
Es un restaurante en donde puedes encontrar desde pastas hasta chilaquiles, que puedes acompañar con jugos naturales o una buena copa de vino. Tiene un menú muy completo y accesible.
Además de restaurante, es una galería de arte-​boutique, es decir, todo se encuentra a la venta, así sean libros, pinturas o muebles, cabe recalcar que todos los objetos son de excelente calidad.
De la misma manera, apoya a artistas emergentes, interesados en exponer o vender su obra.
Por las mañanas, puedes optar por el buffette, comida variada y sobre todo, nutritiva.
En lugar me fascina, la decoración es impecable, clásica, sutil; podría parecer que al tener tantos objetos a la venta, puede saturar a la vista, pero no es así, te invita a comprar, creo que es una excelente técnica de venta.
Sin duda, de lo mejor que encontrarás en nuestra ciudad.