El Sufragio

Yo estoy acostumbrada a decirles bolis a los hielitos de forma cilíndrica y alargada, un cuadro aunque esté en una bolsa sería solamente un hielito, pero igual no me pongo quisquillosa con eso y menos tratándose de El Sufragio que haciéndole honor a su lema «la fruta hecha boli» me ha conquistado con su sabor ¿y qué puedo hacer si soy débil cuando hablamos de frutas?
Su sabor y forma me hizo recordar a una vecina de mi infancia que solía vender hielitos súper concentrados de frutas naturales, era la gloria para mí. Realmente el sabor de sus hielitos o bolis son muy buenos el trato es muy amable y siempre dan ganas de volver, más en una ciudad como Mérida que si por mi fuera quizá nunca saldría del lugar. Sus precios son muy económicos y sus sabores exquisitos, si tienen la oportunidad de visitar éste lugar háganlo, enserio.

Amigos, creo firmemente que es nuestro deber patriótico defender El Sufragio. Y no me refiero a meter votos en una urna, sino a consumir en este local que en mejores épocas era muy popular entre los meridanos por sus helados pero sobre todo por sus bolis (que es como le llamamos aquí a las congeladas). Esos hielos con sabores naturales se diferencian de los demás por su simpático empaque cuadradito, no alargado, y sobre todo por su intenso sabor a fruta. Por eso el lema de El Sufragio es «La fruta hecha boli», y créanme que es verdad. No siente que estás tomando puro jarabe extraído de quién sabe qué laboratorio, es un pedacito de fruta que bajó del árbol en forma de hielo.
No sé porqué El Sufragio ya no está pegando tan fuerte, y creo que es totalmente injusto, porque es un producto de una calidad superior a los otros bolis genéricos que se venden por ahí. Además, tiene el peso de la tradición y el recuerdo de días más felices, cuando tu boli sabía a fruta, y tu celular no se moría al contacto con una mísera gota de agua. Cuando las cosas estaban bien hechas, pues, y el Sufragio era efectivo, y no había otra elección.

Recuerdo que cuando era niña, en esas épocas sofocantes de calor mi papá siempre nos sorprendía: sacaba su bici y se iba sin decir a dónde, como 15 minutos después regresaba con una bolsa llena, pero literal llena de bolis cuadraditos.
Se nos caían los ojos y la baba al verlo llegar, y es que aunque mi padre no tenía mucho efectivo para complacernos con lo que quisiéramos siempre, en el sufragio no tenía qué invertir grandes cantidades de dinero, los bolis costaban 1 peso; si! amigos Unilocalers, un pesito y pues teníamos 30 bolis hasta para dos o tres días de sabor.
Recuerdo que en algunas ocasiones que iba con él, la gente llegaba al lugar, se bajaba de su automóvil y compraba DOCENAS de bolis porque no sólo era el precio, en verdad estaban ricos.
El paso de los años no le cayeron muy bien al negocio pues ahora se ve bastante descuidado y hasta parece antihigiénico, aunque no estaría mal que un día de estos pruebe el sabor a ver si se comparan con el mismo que sentía mi paladar en la infancia. Les contaré qué tal me va.

¿Se acuerdan cuando podíamos comprar golosinas con pocos pesos? Pues aquí todavía se puede hacer eso. Con poco dinero compras un pequeño boli de fruta, que te ayuda a sobrevivir al calorcito propio de la región. Llevas 10 pesos y compras hasta para invitar.
Hace poco andaba recorriendo la ciudad para visitar algunas escuelas y crucé justo en frente del sufragio, el coche casi en automático se estacionó a un costado de la tienda, y bueno, ya ahí, pues tuve que bajarme a comprar bolis de varios sabores.
El de chocolate, de coco, mango, mamey, mmm son de mis favoritos y te los comes con tanto gusto que incluso te arrepientes de no haber comprado más. Cuando estás en el establecimiento, ves llegar a las personas con sus bolsas del mandado que terminan llenas de bolis, se llevan la dotación completa como para no salir en todo el día y tener para compartir con todo el mundo.

Este es un negocio que se dedica a la venta y fabricación de bolis, de frutas y sabores diversos. Este local existe desde que tengo memoria y antes era el lugar más famoso en cuento a bolis se refería, actualmente ya no es tan conocido, especialmente por nuevas generaciones, pero se ha mantenido en el gusto del público debido a su diversidad.
Cuentan con los sabores clásicos de bolis, como son el de coco, chocolate, crema morisca, limón, uva, fresa, mango, entre otros. En la medida de la temporada, los bolis son naturales, dependiendo de su sabor, por ejemplo: usualmente el de mango, limón, coco, son los naturales, sin embargo hay frutas muy caras y difícil en convertir en bolis como es la fresa, por lo cual este sabor es eventualmente artificial dependiendo de la temporada.
Su fama surgió debido a su creatividad, ya que fueron pioneros en sabores diferentes, como el sabor chicle, mango con chamoy, chamoy con piña y solo chamoy, sabor que hace algunos años era difícil conseguir. Por lo cual todos hablaban de esos sabores y su fama despego con esos sabores.

«La fruta hecha boli», con esta frase enmarcan el nombre de la paletería que se ubica en la esquina de «El sufragio» en la calle 42 del centro de la ciudad la cual lleva el ese mismo nombre.
Con más de 60 años de existencia son los creadores del «cuadriboli» o «cuadricongelado» de fruta natural, el cual hasta la fecha se prepara con una receta secreta y familiar que ha pasado de generación en generación y se han hecho los favoritos de muchas familias a lo largo del tiempo de su existencia.
Recuerdo muy bien que de camino a casa de una tía nos quedaba esta paletería y como esta «relativamente» cerca de mí casa, me llevaban caminando y cambio de eso mi abuelita me compraba unos cuadribolis para aminorar el calor del camino y para mantenerme entretenida durante la visita. Algunos sábados mi madre solía ir a comprar chicharra justo alado de la paletería y cuando volvía a casa siempre llegaba con una bolsa ¡llena de cuadribolis!, y eso solo significaba una cosa: que me había portado bien toda la semana.
Actualmente esa fábrica de felicidad congelada sabor a fruta brinda servicios para eventos especiales y le manejan lo que viene siendo un precio de mayoreo a quien quiera distribuirlo, también abrieron una sucursal en Cancún, Quintana Roo, en donde al parecer también han tenido bastante éxito.
nota: son muy baratos, y si vas a comprar chicharra puedes comprar unos cuantos cuadribolis, y viceversa