Los Leoncitos

No hay que perder las buenas costumbres, y Leoncitos se define como la cantina de las buenas costumbres en Mérida, desde mis tiempos mozos, cuando la Facultad de Antropología quedaba en la calle 76, este lugar fue sede de muchas de nuestras clases, aquí discutíamos sobre lingüística, historia, literatura y otras yerbas, siempre acompañados de buena botana para llenar el estómago.
Dice Chavela Vargas que uno vuelve siempre a aquellos lugares donde amo la vida… Así que tiempo después volví con mis amigos a Leoncitos. La nostalgia invadió la mesa, mientras platicábamos sobre la vida, la ciencia y el chocolate, y les juro que era como estar en casa, el lugar se mantenía con ese ambiente tranquilo de cantina de barrio, los parroquianos llenaban la barra y la música salía de las bocinas, unas veces con cumbia, otras con banda mientras la conversación y los fantasmas del carnaval salían a bailar en nuestra mesa.

El Bar y Cocktelería Leoncitos es en esencia una cantina de barrio. A pesar de ser un lugar (re)conocido por vecinos y meridanos de distinta índole, la afluencia de visitantes extranjeros todavía no ha llegado al local. «Los Leoncitos» es más que una cervecería por al menos tres razones.
En primer lugar, porque se acompaña con comida yucateca –localmente: botana– cada cerveza que el cliente pide. Siempre a precios asequibles, la calidad y variedad de sus guisos hace que en el lugar se mezclen los bebedores con los comensales, y es que son varias las familias que cada mediodía asisten a la cantina con el propósito de comer. En segundo lugar, porque fue lugar de numerosas discusiones filosóficas cuando la Facultad de Antropología todavía se hallaba a 2 cuadras del local. Por último, su tradición lo avala, y es que es de los pocos lugares que puede presumir de tener más de 50 años funcionando. No cabe duda, como reza su letrero de bienvenida: «Leoncitos. Un lugar de buenas costumbres».