Pasaje de la Revolución

La comida los sabores tan deliciosos de la gastronomía yucateca que no debes dejar pasar desapercibido.

Singular joya histórica de la arquitectura meridense. El pasaje de la revolución sobre la 58, entre la Catedral y el museo Macay, es un pasillo muy transitad por los turistas y locales, tanto por necesidad de atravesar de la 60 a a la 58, y para admirar las exposiciones temporales al aire libre que de vez en cuando se presentan.
El pasaje ha exhibido obras escultóricas modernas, sin embargo en el pasado era parte de la plazoleta del atrio de la catedral. Posteriormente, cuando son demolidas dos de las capillas principales, se construye el arco y el pasillo funcionaba para admirar a la banda de música del gobierno y para exposiciones ganaderas y campesinas. Ya después como paradero de camiones y sitios de taxi. Alrededor de 1948 es cuando el Cabildo aprueba el nombre de Pasaje de la Revolución, y empieza a utilizarse por el museo de arte de Yucatán para todo tipo de exposiciones artísticas y culturales.

El pasaje de la polémica. Recuerdo cuando mucha gente se quejaba de las mejoras que se hicieron, ‘quesque’ iba a crear un efecto invernadero, que se iba a gastar dinero innecesariamente, que no hacía falta y muchas otras cosas más, argumentos que no dieron resultado, ya que de todas maneras se hizo. Los comentarios a favor y en contra continúan hasta el día de hoy.
El estilo arquitectónico va acorde con el MACAY. Se supone que la reconstrucción es muy similar a la original, a excepción de los cristales que, si no me equivoco, ahora son de acrílico. Lo malo es que del lado de la pared de la catedral ése estilo fue falsificado, ya que anteriormente se podía apreciar su pared de piedra.
Visualmente es armónica, la estructura metálica está bien diseñada, pero no deja de ser un falso histórico porque no es real.
Ahora bien, sí crea un efecto invernadero, pero se ve bien, no ayuda mucho como protección del sol, crea mucho calor, pero en las noches ¿qué tal, a poco no se ve bonito? Gran parte de su encanto es gracias a la iluminación y a las obras artísticas expuestas en su interior.
Así es, cada cierto tiempo se exponen esculturas contemporáneas de diversos artistas locales, nacionales e internacionales, que aportan una mejor vista al pasaje. Desafortunadamente dichas obras muchas veces no son apreciadas por los peatones porque, creo yo, están expuestas por demasiado tiempo, el cambio de obra puede durar meses, de tal manera que muchos aprovechan a tomarse fotos, subirlas como foto de perfil en las redes sociales y después de unos cuantos días, quedan en el olvido y se vuelven parte del mobiliario.
«Nos vemos en el pasaje Revolución». Parece ser que se ha convertido en un punto de encuentro para muchos y resguardo para días lluviosos, pero el pasaje tiene mucho más que ofrecer históricamente.

El pasaje de la Revolución es uno de los espacios que más me encantan de la ciudad y sobre todo hablando de espacios culturales.
Este espacio se encuentra justo a un lado de la catedral de centro histórico y el museo de arte contemporáneo del MACAY. Gracias a que el museo esta justo a un lado siempre hay exposiciones en este pasillo. Lo que principalmente permanece a lo largo del pasaje de la Revolución son series de esculturas que se mantienen durante un tiempo y después cambia a una nueva exposición. Las que yo he visto siempre son muy buenas, muy interesantes y de gran calidad artística lo que para la gente que viene de visita es todo un deleite ya que esperan tener este tipo de espacios en la ciudad para poder conocer el arte y la cultura mas de cerca.
También he visto en este pasaje obras escénicas, de danza y teatro. Desde unos años para acá el lugar se remodeló, se le instaló un domo transparente para cuidar la obra que se encuentre en el espacio y para poder teniendo la vista al cielo. También se instalaron unas pantallas a lo largo que se han utilizado para arte multimedia.

Ubicado exactamente a un costado de la Catedral, a un costado del Museo Fernando García Ponce y en frente de la Plaza Grande. Éste pasaje es muy concurrido por las personas, tanto locales como visitantes.
Tendrá cuando mucho 3 años que lo remodelaron y pues no es que sea un lugar super wow pero pues se defiende. No sé cuál fue la intención exacta de la remodelación pero pues a mucha gente le gusto, dicen que así ya no entran tantas palomas pero yo veo que sí, dicen que con la «cubierta» que le pusieron cuando llueve las personas no se mojan pero es sí no lo sé, no me ha tocado lluvia cuando he estado por ahí.
Lo que me gustó que hicieran, es que desde su remodelación, que en realidad fue una mejora, usan el pasaje como sala de exhibición al aire libre del Museo. Han cambiado alrededor de 4 vece las exhibiciones porque tardan varios meses estando ahí. Eso me gusta porque la gente conoce más del arte y es una forma de «vender» la entrada al Museo, te da curiosidad de saber qué mas hay y entras a conocer. Además le da utilidad al Pasaje.

A menudo ignorado por los transeúntes que van y vienen de un lado al otro entre las calles 60 y 58, el Pasaje de la Revolución es en verdad un sitio muy interesante.
Se ubica entre la Catedral de San Idelfonso y el Museo de Arte Contemporáneo. Es apenas un pasillo entre estos dos edificios, cubierto por un techo transparente (no la mejor de las ideas, porque pasa la luz del sol, pero no el aire, si no se trataba de hacer un invernadero, caray…)
El Pasaje de la Revolución ha cobrado fama por ser el lugar de exhibición de obras artísticas hechas para estar expuestas al aire libre. Grandes obras escultóricas de artistas contemporáneos de diversos países han adornado alguna vez los largos metros que van de un extremo al otro. Siempre hay algo diferente, por lo que yo les recomiendo darse una vuelta cada vez que puedan.

Muchos años atrás, en la superficie donde hoy caminamos y a la que llamamos Pasaje de la Revolución, estuvieron dos capillas de la Catedral: San José y la del Rosario. El sobrante era un canal que conectaba el templo y el palacio episcopal.
La demolición de dichas capillas fue ordenada por el General Salvador Alvarado (sí, el mismo que metió caballos a la Catedral O_​O). Él mismo fue quien solicitó dejar un corredor amplio, llamado entonces «Calle de la Revolución» por el espíritu de la época. Esto fue durante 1915 y 1919, fechas que puedes corroborar en los arcos que dan acceso al mismo pasaje.
Este pasaje fue techado con una estructura de hierro y cristales, encargada al maestro herrero Celestino Ávila, y que probablemente está inspirada en la galería comercial «Vitorio Emmanuel» que se encuentra en la mismísima Milán, Italia. Con el tiempo, y debido al peligro que representaba la caída constante de los cristales del techo, éste fue retirado. Sin embargo, por iniciativa del Ayuntamiento de Mérida, durante el año 2011 fue colocado nuevamente el techo siguiendo el diseño original, pero ahora con materiales diferentes: una estructura de acero y paneles de policarbonato.
En la época de Alvarado, este espacio era utilizado para admirar a la banda de música del Gobierno del Estado. Hoy en día, el uso no dista mucho de lo artístico, puesto que desde hace varios años, dicho espacio está destinado a albergar exposiciones organizadas por el MACAY, y es visitado por locales y extranjeros.
El Pasaje de la Revolución es hoy una galería al aire libre que promueve la cultura y en el que se realizan brindis para inaugurar las exposiciones que van itinerando cada 3 ó 6 meses.
Un punto en contra de este pasaje es que no permite el paso de bicicletas. Cuando entras por la calle 60, del lado izquierdo te encuentras un letrero muy feo que te notifica de esto. :(

Un rincón bien interesante de Mérida. Es un pequeño paseo peatonal que conecta a la calle 60 con la 58, a la altura de la 61 y 63. Originalmente, a ese espacio lo ocupaban las capillas laterales de la catedral, pero super rebeldemente las tiraron durante la revolución (*unagi* de ahí el nombre).
Pensándolo bien, lo primero –que sabemos– que se construyó aquí fueron templos mayas de T’hó, la antigua ciudad maya que ocupaba este espacio geográfico. Los conquistadores gandallas destruyeron y encimáronse en cada templo maya que encontraban. Pero la revolución abrió paso, y en lugares como este, lo hizo literal.
Con el paso del tiempo ha cambiado y ha servido para varios fines, ha tenido el hermoso techo de cristal y acero, se lo han quitado, se lo han vuelto a poner (bu por falsificar segundas historias arquitectónicas), lo han pavimentado, ha tenido jardines, ha vuelto a tener pisos firmes… Muchxs lo niegan, pero en medio de esos procesos se han encontrado restos arqueológicos; la cosa es que implica taaanto lío aquello de un salvamento arqueológico, que las autoridades prefieren dejarlas ahí enterraditas. Qué intriga!!! Y qué poca (valentía).
Hoy en día es un espacio más de exposición del MACAY, el museo de arte contemporáneo, que tiene su entrada principal a través de este pasaje. Podemos admirar aquí cantidad de obra loquísima, imponente, crítica –o, si no le podemos llamar de otra forma, simplemente «contemporánea» ^^ -.

Pasaje de la Revolución
Uno de los puntos de reunión más frecuentes de Mérida, tomando en cuenta que se encuentra a un costado de la Catedral. El corredor abarca (evidentemente) todo el costado de la Catedral, contando con acceso a la Iglesia misma y del otro lado con el Museo de Arte Contemporáneo de Yucatán (MACAY).
Es común que en su espacio se expongan piezas de arte, especialmente esculturas, las exposiciones son de carácter temporal. Algo curioso sobre estas exposiciones es que si bien tienen indicaciones de no tocar o sentarse sobre ellas (lo cual se sobre entiende) la gente parece hacer caso omiso de esto y decide sacarse fotos.
El lugar es bastante agradable ya que cuenta con varias bancas y unas pantallas con anuncios locales. Tiene un techo de acrílico que es óptimo para protegerse de la lluvia. Es ideal mientras esperas reunirte con alguien o solamente para pasar el tiempo.

En el teatro dicen que no sólo llegar es importante sino el camino, el proceso, el tránsito. Una ciudad que tenga lugares lindos y buenos caminos es algo que celebrar, y en Mérida no es que abunden pero tiene lo suyo y el Pasaje de la Revolución es uno de ellos.
Desde pequeña lo recuerdo como el lugar para cruzar de la parte comercial de la ciudad (la calle 58) a la parte turística, pues pasas de una calle llena de paraderos y amontonamiento vial, de comercios, calor y olor a gas, a la fachada de la catedral, frente a la plaza grande.
El pasaje tiene en su tránsito unas enigmáticas esculturas de Yazpik, y al costado está el Museo MACAY, que si andas no sólo de paso sino buscando alguna actividad pues qué mejor que entrar.
Afortunadamente, hace unos años le pusieron un techo al pasaje y unas bancas también, así que puedes tomarlo como punto de cita o descanso en medio de tu tránsito.

Distintas obras se encontraban a lo largo de este pasaje de la revolución y debido a su tamaño, pensé que estaban permanentemente establecidas ahí, sin embargo al poco tiempo me enteré que cada cierto tiempo hay otras que las sustituyen.
El pasaje de la revolución conecta la calle 58 con la calle 60 en el centro de la ciudad, localizado a un costado de la catedral conlleva a que sea un lugar muy concurrido, además ahí se puede acceder al Museo García Ponce Macay.
Lugar donde ocasionalmente se presentan a las afueras empleados de distintas agencias de viajes y tours por la cantidad de transeúntes turistas que pasan por ahí.
El lugar es ideal como transito artístico nacional, pues en el Museo conjunto al paseo se presentan obras de distintos artistas tanto nacionales como internacionales y se puede descansar un poco en el bello jardín cerca de la salida que también se conecta al pasaje.

El Pasaje de la Revolución debo decir que me recuerda al duomo de Milán, porque está la Catedral (il duomo) de un estilo gótico totalmente y a un lado un pasaje similar al de la Revolución, la Galleria Vittorio Emanuele II, con dimensiones diferentes y acabados diferentes. De hecho la Catedral de Mérida tampoco es de estilo gótico, es más bien renacentista. A lo que me refiero es a la composición Catedral más un pasaje con techo de vidrios.
En 1915 por mandato de Alvarado, se manda demoler parte del Palacio Episcopal y la capilla del antiguo Seminario de San Ildefonso para hacer un pasaje peatonal con un techo conformado por un arco de cristal para el disfrute de los meridanos.
Este lugar fue escenario de presentaciones musicales de la banda del gobierno de Alvarado, que reproducían música marcial. Se llevaron a cabo también exposiciones ganaderas y campesinas. Ahora este pasaje es un lugar destinado para exposiciones artísticas, tanto itinerantes como permanentes.

El paseo de la revolución es un hermoso destino para visitar. Se encuentra al lado de la Catedral de Idelfonso y al frente de la plaza Central de la ciudad de Mérida.
Este pequeño pasaje, antiguamente era parte de la catedral, donde alojaba unas capillas anexas a dicho lugar, la capilla de San José y del Rosario. Este acto fue una victoria política frente a la iglesia a mano del General Salvador Alvarado Rubio en el siglo XX, que ordeno su destrucción.
Los arcos que dan pie a este pasaje, son de estilo francés, realizado por el arquitécto Manuel Amábilis.
Este pasaje tuvo muchas funciones a la largo de la historia, fue de 1959 a 1977 un paradero de camiones que se desplazaban al norte de la ciudad, luego como sitio de taxis y en 1990 paso a manos del Museo Contemporáneo MACAY que realizan interesantes exposiciones en este hermoso corredor.
Para todos los turistas, es un lugar que hay que tener marcado en el mapa para visitar.

Mi lugar de paso incontables veces a la semana y he de admitir que siempre me sorprende por la enorme y perfecta estructura bien diseñada y llena de vida. Soy muy observador y pongo máximo enfoque a los detalles y este pasaje acapara toda mi atención y muchas veces me quedo sentado pensativo y admirando a mi alrededor.
He lugar especial para alguna nuestra de escultura o de algúna presentación artistica, lo cual queda perfecto y se presta mucho porque a aún costado se encuentra la entrada al Museo García Ponce y del otro lado la catedral. Lugar muy bien iluminado y con gran afluencia de fotografos y visitantes nacionalea y extranjeros. El punto se encuentro o de partida a iniciar tu proxima aventura por la ciudad.

En este pasaje se encuentra una de las estradas al museo Fernando García Ponce-​MACAY, es un espacio donde se presentan exposiciones escultóricas temporales que a diario son vistas por miles de transeúntes gracias a que el gobierno municipal emprendió su rescate y remodelación desde el 2001.
Me parece una maravillosa idea que sitios como el pasaje Revolución se presenten como foros artísticos que den asilo a obras nacionales como internacionales. Además este lugar no sólo es un espacio que alberga las obras sino que al ser un lugar tan transitado acerca a las personas a la experiencia estética de la escultura, que sin lugar a dudas denota una actitud distinta en presencia de ésta y que al fungir como observadora se proyecta la obra, consciente o inconscientemente, a lo largo de su día, o al menos eso me gusta pensar. Muchos más lugares me gustaría ver en condiciones similares a lo largo y ancho del país.

¿Quién no ha recorrido este lugar mientras da su vuelta por el centro? Este pasaje es un espacio muy representativo de la ciudad de Mérida, ubicado entre la Catedral y el Museo Fernando García Ponce-​Macay.
Este lugar es un punto estratégico y atractivo, ideal para difundir el arte y la cultura a las personas que crucen por ahí. Dentro de este pasillo tan transitado de la ciudad hay exposiciones artísticas temporales muy peculiares. Hasta hoy en día continua la exposición en roca de Jorge Yáspik, sin embargo, no dudes que cuando pases por ahí ya haya otra exposición diferente.
Algo que me agrada mucho de este lugar, aparte de sus obras de arte claro está, es que hace unos años hicieron la restauración de este pasaje y volvieron a colocar el techo, que en aquellas épocas era de vidrio y que con el transcurso del tiempo se rompió. Esto hace que el pasaje de la revolución sea un sitio ideal de refugio en los días lluviosos mientras observas las esculturas que tiene en su interior o incluso te das una vuelta por el museo Macay cuya entrada está dentro de éste.

Estoy segura que este espacio es el más o de los más transitados en Mérida ya que mucha gente toma el transporte atrás de catedral y en otras calles cercanas.
Si tú conociste este pasaje hace unos años estarás de acuerdo conmigo que está muy descuidado pero afortunadamente este espacio se restauró y ahora es mucho más agradable.
Una de las cosas que más me gusta es que lo convirtieran en un espacio cultural ya que actualmente cuenta con exposiciones temporales que hacen que la gente interactué diariamente con estas piezas y posiblemente esto les saca una sonrisa a más de uno.
Otra cosa que me llama mucho la tención es la cubierta del techo. Yo creía que la cubierta era un diseño contemporáneo ya que la transparencia me parecía muy moderna pero ahora sé que el pasaje originalmente era así, con la diferencia de que era de cristal por lo cual se rompió y ahora es de un material acrílico más resistente.
Algo que le dio también mucho realce fue la iluminación que le da vida de noche.
Si estás en el centro te recomiendo pasar a conocer este atractivo pasaje.