He de confesarles que para eso de la comida chilanga no soy muy conocedora, por ejemplo en alguna ocasión una amiga me recomendó las tortillas negras que son hechas con huitlacoche, de primera instancia lo que hice fue cara de fuchi. Entonces en un día de antojos de quesadillas fui a comer a plaza Garibaldi y cuando me sirvieron mis quesadillas con champiñones y rajas pues veo la tortilla negra y como que no se me antojaba mucho; sin embargo, ya estaba ahí así que tenía qué comer. el primer bocado no estuvo mal, el segundo fue mejor y en adelante fue agradable. Al término de la cena me atreví a preguntar porqué las tortillas tenían ese color y el mesero me contesta porque son tortillas de huitlacoche, ya se imaginarán mi cara. Asi que el sabor peculiar de Garibaldi no es sólo el guiso sino la tortilla, es el único lugar de ese estilo que he probado, en donde las tortillas no son de maíz «normal»