Antiguo Colegio de San Ildefonso

A museum full of history, murals, art and architecture. The college was built in 1749 by the Jesuits, with baroque rock around the wood door on the original entrance around the corner.
The exhibits change often and vary such as the Persian one last year that I was able to share with my Iranian compadre. Highly recommend a visit to this cultural icon!

Excelente museo. A costos accesibles y con descuento a estudiantes y profesores. No olviden ir el martes, la entrada es libre.
Alberga exposiciones de talla internacional y de excelente calidad.

Yo le llamo «El mejor lugar para reconciliarte contigo mismo». Es un colegio, literal, claro, antiguo, pero es ahora un museo. Un lugar donde siempre hay exposiciones muy buenas, pero lo mejor es que también puedes ir a sentarte, tomar fotos y estar tranquilo. Definitivamente un museo que tiene una arquitectura única. No dejen de checar la cartelera de exposiciones.

Hermoso lugar. Aquí aprendieron los mexicanos más grandes de la historia, cuando fue la Escuela Nacional Preparatoria.

Me encanta el tipo de exposiciones que se presentan en este recinto, además de obviamente lo bello del edificio.

I have to admit, in my criteria, this is one of the fewer museums that often updates its expositions. in a year ive been here like 4 times because of its variety. plus they have a free entrance day on tuesdays which goes with my dayoff.
Location well its full of history, it has been from military quarters for multiple nations that mexico has had been in hands of to schools of many levels, but yes it was originally built for schooling, alot of great minds have gone trhu this place in all their aspects, you will find murals of a great artists on its walls.
Price its decent for non nationals, although, as always im against their high price for non students and all that.
All im saying this is a must if you do have an appreciation for architecture and art, even if you are not and über fan of it.

Uno de mis lugares favoritos, ahí tome cursos de dibujo y me encantan las exposiciones que ahí realizan.

La arquitectura del lugar es fantástica, las exposiciones son muy oscilatorias, pero en general son selectos con lo que ponen al púbico; bastante recomendable

¡Me encantan sus Martes de entrada libre!, cuando mi economía no me daba para asistir a todo lo cultural de mi Ciudad, me díà la tarea de aprovechar esta clase de beneficios.
Si bien nos podemos encontrar con muchos ‘escolásticos’ ese día –mejor día gratuito para visitarle que en domingo-​; también a un horario prudente uno puede disfrutar de todas las exposiciones que aquí han llegado a encantarme, soy fan porque el patio me invita a estar muy tranquila, además de ser uno de los principales del Centro Histórico.
Los baños están en excelentes condiciones e internarte a caminarlo en su flujo de ir cambiando de salas claramente guiado en sus pancartas al término de cada una y descansar lo aprendido, te saca completamente del ambiente del ambulantaje que nos puede llegar a agobiar de sus alrededores.

Es uno de los lugares más emblemáticos del centro histórico de la Ciudad de México. Fue una de las instituciones educativas de más prestigio en la Nueva España y allí acudían los hijos de los más ilustres y ricos personajes de aquella época.
Actualmente es un museo donde se resguarda un acervo de varias épocas compuesto por óleos, retablos, grabado y muebles. También destacan los murales como el del anfiteatro, pintado por Diego Rivera, al parecer su primer mural llamado ‘La Creación’ que data de 1922.
Los lunes está cerrado y los martes la entrada es libre, el resto de la semana cuesta 45 pesos e incluye la exposición temporal en turno que siempre es algo digno de ver.

El Museo de San Idelfonso está ubicado en el edificio que albergó al Antiguo Colegio de San Idelfonso (Prepa 1),
la sola arquitectura del lugar ya es una obra digna de admiración y cuidado, las instalaciones realmente son imponentes y cuentas con varias salas de exhibición entre las que presentan constantemente diversas exposiciones temporales que buca el acervo arqueológico, histórico y artístico de México y otras culturas.
El Antiguo Colegio de San Idelfonso representa algunas de las obras de los grandes muralistas como José Clemente Orozco (1923 – 1926) «En el patio, en el 3er, Piso y en el cubo de la escalera».
Cuando he visitado el Muso además de admirar las exposiciones me he preguntado lo imponente de tener esté contacto con la cultura y la elite de ser estudiante en aquella época de gloria de la escuela Preparatoria.
Está abierto martes 10 a 20 hrs. entrada libre y miércoles a domingos 10 a 18hrs. $ 45.00.
El Museo cuenta con visitas guiadas, información Braile (has reservaciones). tienda, guardería, 1eros. auxilios y rampas para discapacitados.

La orden de los jesuitas se fundó por San Ignacio de Loyola. Gracias a ésta y otras como la de las carmelitas descalzas, (hay una escultura de Bernini de su fundadora, Santa Teresa de Ávila teniendo un orgasmo divino) la iglesia católica pudo sobrevivir a la reforma de Lutero. México sería un país de bárbaros si los jesuitas nunca hubieran llegado a la Nueva España. Fueron viajeros consumados y llevaron el conocimiento y la educación a todos los lugares donde plantaban sus pies.
El corazón de toda la aventura jesuita fue el el Colegio Real y más Antiguo de San Ildefonso. El edificio es barroco y es una joya en México. Barroco es el estilo con el que está pensado Versalles, por ejemplo. Siempre fueron unos rebeldes y no obedecían más que el mandato de DIos, por eso la corona española los expulsó de sus dominios. Hasta Napoleón le temía al poder que llegaron a concentrar en el mundo.
Fernando Botero, David LaChapelle, Ron Mueck, Vik muniz o Mario Testino son algunas de las exposiciones que se han presentado y he tenido la oportunidad de ver en San Idelfonso.
El museo no es conocido como uno de arte contemporáneo pero estos artistas confirman la vocación del espacio como un museo abierto a propuestas de este tipo. El espacio se presta para proyectos de fotografía, instalación, pero seguro el MUAC u otros recintos de la UNAM son más adecuados para cosas más aventadas.
Aquí fue donde estudio Frida Khalo. El edificio era sede de la preparatoria número uno cuando conoció a Diego Rivera, que por aquel entonces pintaba los murales por los que ahora también es famoso San Idelfonso. Visito el museo constantemente. Los jardines y otras actividades son también disfrutables. No voy los martes, que es gratis. Prefiero pagar la cuota, barata, para caminar en silencio entre las columnas y salas.

Este lugar es muy especial para mí, pues hace varios años, cuando aún era colegio, mi padre estudió ahí. Y siempre me cuenta las aventuras que pasaba con sus compañeros y lo estricto que era en cuanto a lo académico. Me divierte pensar cómo era el México de antes y por qué ahora adoramos estas edificaciones que se han convertido en museos muy concurridos.
Si eres fan del muralismo mexicano, o quieres impresionar a algún visitante, es necesario que lo lleves a este museo, porque encontrarás muchas joyas de Diego Rivera y José Clemente Orozco, entre otros, así como cientos de exposiciones temporales que siempre te sorprenderán con algo nuevo.
Aprovechaque los niños menores de 12 años y gente de la tercera edad no pagan, incluso los martes la entrada es gratuita para el público en general. Si tienes un grupo de escuela, entonces pregunta por las visitas guiadas para que no se les vaya ni un detalle.
Su belleza interior te dejará pasmado, esos enormes patios acordonados por los arcos y la arquitectura te remontarán a otra época. Te preguntarás cómo habrá sido la vida de miles de estudiantes que a diario lo contemplaban y vivían varias horas dentro de sus muros.
Sin duda pasarás horas caminando por sus pasillos, recorriendo las decenas de salas y disfrutando del frío de sus paredes mientras tomas fotografías de cada uno de sus rincones.

Desde que tengo memoria mi madre me llevó mil veces a este museo, ya que antes había sido su preparatoria, y hasta la fecha cada que vamos me recuerda que aula había en cada pasillo, la historia de los murales y todo lo que vivió cuando estudio en San Idelfonso.
El Antiguo Colegio de San Idelfonso fue construido en 1588 por monjes jesuitas para albergar a los seminaristas, por lo que se volvió en uno de los institutos educativos más importantes de toda la Nueva España, pero fue hasta 1618 que recibió el pomposo nombre «Real y Más Antiguo Colegio de San Idelfonso».
Durante el siglo XVIII el inmueble fue objeto de múltiples remodelaciones, y en 1767, tras ser expulsados los jesuitas del Virreinato, el edificio fue abandonado, por lo que el gobierno decidió a lo largo de los años usarlo para diversas funciones que no duraban mucho, hasta que en 1867 fue decretada como el plantel no. 1 de la Escuela Nacional Preparatoria, formando así parte de la UNAM, y así lo fue hasta 1978.
Desde marzo de 1994, el edificio fue hecho museo, presentando algunas de las exposiciones más importantes que han llegado al país como: «José Saramago
La consistencia de los sueños»; «David LaChapelle. Delirios de razón»; «Antony Gormley»; «Leonardo Da Vinci y la Música»; «Mario Testino. Portraits», entre otras.
Además, el museo cuenta con una especie de «exposición permanente», gracias a los murales que presenta en sus paredes. Las obras que presenta son de los grandes muralistas mexicano Diego Rivera, Jean Charlot, Fernando Leal, David Alfaro Siqueiros, Ramón Alva de la Canal, Fermín Revueltas y José Clemente Orozco.

Un lugar con mucha historia perteneciente a la máxima casa de estudios, U.N.A.M., sus instalaciones están cubiertas por enormes murales de pintores importantes de la historia.
Sus paredes cuentan grandes hechos de la historia. Actualmente este lugar es un importante museo en donde grandes artistas han expuesto sus obras.
Es un sitio bellisimo, actualmente se está la exposición «La Maleta Mexicana» negativos de la guerra civil; también se encuentra la exposición de «Nacimientos» de diferentes materiales.
San Idelfonso cuenta con un área lúdica para niños y jóvenes; ahí se pueden encontrar libros en sistema Braille y el lenguaje de señas.
Este es un recinto histórico que vale la pena visitar, admirar y disfrutar; si tienen libre algún día no duden en visitarlo, los martes es entrada libre.

Los más importante de este recinto es sin lugar a dudas la belleza arquitectónica y los murales de Rivera y Orozco, (me gustan más lo de Clemente por todo lo que representan), pero San Ildefonso también es la casa de exposiciones permanentes que valen mucho la pena, y de algunas de las exposiciones temporales más importantes que han venido a nuestro país como la de Ron Mueck.
Qué más ofrece el museo, pues hay varias actividades como las visitas guiadas, es un lugar idóneo para eventos como graduaciones y bueno hay talleres y cursos no solo para artistas, tuve la oportunidad de tomar uno de fotografía y fue muy gratificante, solo hay que estar al pendiente de las convocatorias y registrarse con tiempo.

Este edificio es de los que más historia tiene la Ciudad de México: fue cuartel de los gringos, de los franceses, Fue la sede de la prepa uno, en 1968 atrincharom bastantes estudiantes y el ejército para sacarlos, derivo una puerta del siglo XVIII con una bazuca.
Este museo alberga murales de David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, José Clemente Orozco, etcétera.
El primer mural pintado por Diego Rivera, fue hecho en uno de los edificios de este recinto.
La calma le llego al pobre colegio en 1978, fue cerrado desde esta fecha hasta 1992 para ser restaurado.
Desde 1992, ha albergado infinidad de exposiciones de gran calidad.
Gracias a la UNAM y a Conaculta, este museo ha podido seguir brindándonos exposiciones de gran calidad y de expositores internacionales.

Antes de que entrara la noche, entre las calles del Centro Histórico, un letrero sobre la banqueta llamó mi atención, parecia un variado menú de algún restaurante mexicano, al acercarme, se trataba en realidad de una cartelera extensa sobre exposiciones idóneas para la familia, el intelectual y el curioso que sin duda se deciden a entrar.
Ya dentro, el platillo principal eran los murales de Diego Rivera y José Clemente Orozco, entre otros; también me saboreé de un pollo enorme que colgaba del techo con las patas amarradas, medía unos dos metros, era parte de una exposición temporal del artista plástico Ron Mueck.
La enormidad del patio era ocupada por una estructura metálica que concedíà la imaginación para la herrería y la arquitectura. El patio, el punto de se concentran los pensamientos y comentarios de los visitantes, luego de haber paseado por los alrededores, entre arte, cultura e historia.

Es uno de los museos insignia de la ciudad, destaca tanto por su propuesta museística como por el hermoso edificio.
Es hogar del muralismo mexicano. Puedes ver murales de Diego Rivera, Fermín Revueltas y más de 10 firmados por José Clemente Orozco. Esto debe ser razón suficiente para visitar el museo.
También tiene exposiciones temporales, con diferentes temáticas, desde diseño hasta pintura y fotografía. En los patios también exhiben esculturas.
Aunque la atención del personal no sea la mejor y la información sobres sus actividades paralelas es difícil encontrarla, ir a este museo es conocer una parte del recorrido del país, entre sus murales y la historia del edificio (desde sus orígenes jesuitas y como cede de la Escuela Nacional Preparatoria, entre otros importantes eventos).

Uno de los lugares con más historia en el D. F el antiguo colegio de San Idelfonso, es especial y con mucho que dar. Los jesuitas lo fundaron y fueron quienes dieron clases en este mágico y espectacular lugar. Ahora podremos encontrar diferentes exposiciones las cuales han sido importantes para este lugar y nuestra ciudad.
Un lugar para visitar en aquellos días desocupados donde podremos encontrar murales de Siqueiros hasta el primer mural del ya famoso Diego Rivera. Aquí se pudo encontrar esa gran expo de cuerpos gigantes y cabezas alucinantes de Ron Mueck la cual fue una de las más destacadas y que tuvo filas y filas durante su exhibición, y también como olvidar al famoso cantante Marilyn Manson el cual también tuvo un espacio aquí para enseñarnos su proyecto. Además podremos encontrar un restaurante con vista al pario perfecto para terminar nuestro recorrido y solo disfrutar de este hermoso lugar.

Sin lugar a dudas el Colegio de San Ildefonso es mi edificio favorito. Latente en el corazón del Distrito Federal y a unos pasos del Templo Mayor, fue fundado en el Siglo XVI por jesuitas. Sirvió también como residencia de la Escuela Nacional Preparatoria, instaurada en 1867 durante el gobierno de Benito Juárez.
El valor del inmueble no sólo es histórico y arquitectónico, pues actualmente funge como uno de los museos más interesantes de la Ciudad de México. Entre las exposiciones que me han cautivado figuran Trilogía (2011), un compendio de tres facetas fotográficas de Flor Garduño, La alteridad en el espejo (2012), de Johan Falkman, con pinturas emblemáticas de su peculiar forma para captar los retratos y La lengua de Ernesto (2012), una instalación capaz de atrapar no sólo la vista, sino también el tacto y el olfato, ideada por el brasileño Ernesto Neto.
El museo también otorga espacios a compañías de teatro de marionetas, cuentacuentos y hasta pastorelas. Ahora que si tienes la mala suerte de asistir y no encontrar exposiciones temporales, el acervo pictórico plasmado en los muros del edificio está compuesto por pedazos de historia, legados por artistas como José Clemente Orozco o David Alfaro Siqueiros… ¿Mencioné que los martes la entrada es gratuita a todo público?