Museo de las Constituciones

Resulta que hay un Museo de las Constituciones. Sí, a mí también me sorprendió. Está en la zona menos turística del centro, y sobre una de mis calles favoritas: San Ildefonso (sí puedes échale un ojo a la calle, hay una iglesia, vecindades bien chulas, elementos barrocos y hasta una universidad).
Además de la historia de nuestra Constitución, hay originales en otros idiomas (como inglés y náhuatl), facsímiles y ediciones especiales. Se oye muy de escuela, pero el recorrido es ameno, va al grano y hay buenos audiovisuales.
Si el tema no es tu favorito, no importa, ve a ver el edificio (y la entrada es gratuita). Es uno de los principales ejemplos del muralismo mexicano, sobre todo en su primera etapa. Tiene el mural El árbol de la ciencia o de la vida, de Montenegro.
Por si fuera poco, tiene unos vitrales a gran escala (son tres: La vendedora de pericos, El jarabe tapatío y El escudo de la UNAM).
También tiene mosaicos de Aguascalientes, flores y aves pintadas en los arcos (mis favoritos), que nada piden a otros recintos más visitados.
La historia en sí del edificio es impresionante. Existe desde 1603, ha sido de los jesuitas y agustinos, aquí juró Iturbide como emperador y después se firmó la Constitución en 1824. Fue biblioteca y hasta cuartel militar.
También escuela de pintura a principios del siglo pasado. Ahora es cuidado por la UNAM. Si las paredes hablaran.
¿Mencioné que en su pequeño jardín hay un busto conmemorativo de Dante? Sí, el de la Divina Comedia.

Esquivando todo el comercio de la calle del Carmen en el Centro llegas al Museo de las Constituciones, en esquina con San Ildefonso (de verdad que es un suplicio caminar por ahí). Un pequeño jardín nos recibe antes de accesar al museo, una hermosa estampa previa, hasta ves al jardinero hacer su trabajo.
Desde el guardarropa y en primera instancia parece que vas a entrar a un laberinto, pero una vez entrados ya le agarras forma. Yo lo veo como si un libro de historia se materializara en un museo con un sinfín de información sobre los cambios y modificaciones de la constitución plasmada en mamparas, y es que cada una de éstas contiene todas las palabras que leías en la primaria, te sientes de regreso en esas clases. Hay unas columnas con videos informativos, réplicas de las constituciones, sala de consulta y el portentoso mural «El árbol de la vida».
El museo es muy pulcro, pero quizá algunas personas sientan tedio o saturación de información.

La historia de este recinto es fantástica y es que pareciera que no hay nada que le falta albergar, ha sido biblioteca, convento, bodega de armas, almacén y ahora museo.
De la mano de la Máxima Casa de Estudios este lugar se propone ser un homenaje a nuestra Carta Magna y recordarnos lo mucho que costo construir un país democrático.
Si les parece aburrido, cuando es Noche de Museos, este lugar tiene una oferta de eventos imperdibles y cuenta con talleres dirigidos a los más pequeños que vale la pena aprovechar.

Ubicado en la calle del Carmen, este museo, que se encuentra instalado en el inmueble que hasta hace un tiempo albergaba el Museo de la Luz, conserva y exhibe un acervo dedicado a la historia constitucional de México.
Inaugurado en 2010 por el actual rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, aquí podrás encontrar todo tipo de documentos que datan desde 1808, hasta 1917, fecha en que se aprobó nuestra actual Constitución.
Como dato, en este recinto, que antiguamente estuvo destinado a las órdenes religiosas, se aprobó la primera constitución que tuvo México en 1824.
Te encomiendo que visites este recinto, en donde a demás de aprender mucho y conocer datos de relevancia en la historia del país, podrás admirar la belleza de este extemplo, llamado de San Pedro y San Luis, que ha sido restaurado para ser disfrutado por los visitantes.

En su portal, arriba de la puerta esta grabado: Hemeroteca Nacional de México. Pero es el Museo de las Constituciones, en este lugar pero en 1822 tomo juramento Agustin de Iturbide y también ahí, fue promulgada la primera constitución independiente de México en 1824. Se puede admirar como algunos artistas decoraron las columnas y los arcos, de manera que parecen lacas michocanas y también hay un hermoso árbol de la ciencia, a donde aparece un hombre al que le dan símbolos de conocimiento. Los vitrales están dedicados al jarabe tapatío y la vendedora de periódicos. La Universidad Nacional, la Unam, estableció la Biblioteca Nacional, aunque fue movida a Ciudad Universitaria tiempo después. El Museo de la Luz funcionó aquí hasta que llego el Bicentenario de la Independencia de México y se decidió establecer el Museo de las Constituciones en su sitio y llevarlo frente al Colegio de San Ildefonso. Todo esto, cerca del metro Zócalo.

Este museo está enfocado a la historia de la constitución, llegue aquí por casualidad estaba buscando el Museo de la Luz, ya que se encuentra en la antigua ubicación de ese museo.
Pertenece a la U.N.A.M y es de entrada libre, cuenta con exposiciones permanentes y algunas temporales, en ellas expone cómo ha ido cambiando la carta magna.
El interior de este museos es lindo, con mucha luz y las mamparas están bien distribuidas, también hay un mural.
Cuenta con los servicios de visitas guiadas, talleres para niños y libreria, pero lo que más me agrado cuando fui es que a la entrada hay un señor que te da la bienvenida y te invita a conocer el museo, de hecho eso fue lo que hizo que entrara para ver de qué se trataba.