El mejor lugar para satisfacer el antojo de garnachas y comida mexicana es este lugar. Tienen el mejor café de olla que haya probado. Me gusta pedir sopes de bistec con jugo de naranja y mandarina, me he topado con varias caras famosas por aqui. La residencia de mcuhos de ellos se halla en las inmediaciones de el parque nacional y es usual encontrarlos zampándose unas quesadillas. Es el mejor lugar en el camino para comer. Las dos ñoras que atienden son sumamente amables y de carácter agradable. La decoración del lugar es profusa, hay un altar, muchos cosos colgando, desde ollas hasta reproducciones en barro de cabezas de animales. Disfruto mucho pasar por aquí a aliviar la tripa.