A riesgo de parecer una borracha empedernida, de las cosas que más rescato de este lugar es su extensa variedad de vinos. La cava del Bresca es algo especial, además de que están cambiándola constantemente, los meseros saben recomendarte buenos vinos y te explican por qué debes maridarlo con ciertos platillos. Su lema es Cocina de la tierra, cocina de alto nivel, y esto es porque tienen un huerto ahí mismo en el restaurante del que toman los productos, garantizándote la frescura de cada uno de los ingredientes con los que cocina. Otra cosa súper rescatable es la frescura de sus mariscos, el huachinango con chile es una delicia. No se pierdan los postres, tienen versiones muy originales de los postres tradicionales, como un cheescake de coco buenísimo. Este es un buen restaurante para llevar clientes e impresionarlos con una cocina bastante orgánica(literal cortan las flores de su huerto) y tienen muy buen servicio, además de la ya mencionada carta de vinos.