Café Avellaneda

It’s a charming café with wonderful baristas. Pablo (if I remember correctly) greeted us really warmly and we had a great chat about their coffee beans and brewing methods. My boyfriend and I both had their v60 (Oaxaca origin beans) coffee and it was delicious– better than Intelligentsia. We also had a flat white and it was amazing as well.

Best coffee in all of Mexico City! Served us a taster of two different blends, very strong espressos but delicious. If you are looking for a hipster coffee shop in Mexico this is the place to go. Not too far from markets and a nice plaza so a great place to head in the morning.

I found this place while looking for a nice coffee shop to go to before heading to the Frida Kahlo museum. For tourists, I think this area is a really neat place to walk around to get a sense of different sides of DF. It was a little hard to find at first– it’s a tiny shop that is across the street and a little further down the post office. I don’t think I would have found it without my GPS!
The coffee was amazing, and the service was great! We even had some small conversations with the other customers, who were very nice. They source locally, and sell small packs of local coffee (which is perfect if you’re looking for gifts). The coffee tasted great, and their pastries were great too.
Highly recommended.

Uno de los mejores café de México.
Tienen una técnica espectacular, son creativos, buscan, intentan, reinventan las posibilidades del café constantemente…
Algún día, pidan un latte y prueban el espuma con una cuchara, es tan espesa que parece crema… no sé como le hacen pero me encanta!

Artisan coffee, (real coffee if you are used to thee blue bottle level of coffee) serious baristas who will explain what the water, napkin, and cookie will do to improve your experience, one of the few places I’ve gone that didn’t use a gross dark roast in DF

Espressos naturales, el campeón de BrewBar y de catacion, que mas se puede decir de este grandioso lugar.

De coyoacán, en mi opinion, el mejor lugar donde puedes ir específicamente a tomar un café o té, muy buena calidad, servido en un plato junto con un vaso de agua, a veces con un shot extra de café y siempre un muy pequeño extra para acompañar (siempre distinto, puede ser un pedacito de pan, un pequeño dulce, o brownie). Recomiendo pedir el capuccino de tamaño normal y no grande, ya que por algún motivo, éste ultimo lo dan más ligero.

Sencillo, chiquito y delicioso. Así es el café Avellaneda, es excelente para terminar con un buen sabor de boca

This little gem was my best Unilocal find while cruising Coyoacán over the holidays. Coffee shops are a dime a dozen in these parts but this place really stands out. Roast and brew specialist that make a mean espresso.
The place is tucked away a little farther than the Unilocal map would have you think. But just when you think you won’t find it, there it is on the left hand side.
The only thing I would recommend to the owners is that they get some little bottles of sparkling water to accompany the espresso. Everything else is done perfectly. Great Unilocal recommendation.

Este lugar es la mejor barrita de espresso que encontré en mi fin de semana en el DF: el lugar es pequeñito pero hermosísimo, traen granos de excelente calidad provenientes de fincas mexicanas, la máquina y los moledores son profesionales y los baristas son muy amables y sobre todo apasionados por el café. Acabé quedándome más de 2 horas conversando con ellos: al atardecer me fui, hipercafeinado pero feliz :-)

Como todos ya lo han dicho, el café de este lugar es delicioso (realmente de llamar la atención). La razón de ello es que el dueño del lugar es un barista: es decir, un profesional del café que se dedica a brindarle nuevos sabores a esta bebida. En otras palabras, quien visite este lugar tendrá el honor de probar un café hecho por alguien que se dedica de tiempo completo a extraer el mejor sabor posible al café y que, además, ha participado en varios torneos nacionales entre los mejores baristas del país.
Si eres experto del café o sólo disfrutas su sabor para acompañar tus tardes con su aroma, es imperativo que visites este local.

Uno de los mejores cafés de la ciudad se encuentra detrás de esta fachada poco llamativa y poco elegante. Aquí tienen sólo unas cuantas mesas y unos lugares en la barra. En un pizarrón te ponen la procedencia del café que sirven ese día, su nivel de tostado y los métodos de extracción que puedes elegir. Si lo requieres pregunta al barista cuál te recomienda con cuál de los métodos para acentuar los sabores que prefieras: sus notas tostadas, su dulzura natural o su parte más frutal.

Más que el lugar es el café. Totalmente. Y para los que saben de café. El lugar es pequeño, pero te puedes reunir ahí con una o dos personas. Prácticamente sólo tiene una barra y un par de mesas. Y de herramientas, un buen molino y varias maquinitas para hacer café con diferentes técnicas, con pasión, sin pretensión. Para acompañar el cafecito obligado –te recomiendo un cortado – hay pastelitos y panques, crepas y baguettes, cosas sencillas.
El ambiente lo pone la calle, cuyo trazo es de tiempos de Hernán Cortés. Puedes sentarte para hacer una pausa en tu camino a la bellísima Plaza de la Conchita. Y es que el pequeño negocio me recuerda a esos cafés españoles que justamente son como de paso, para retomar el aire y el vigor en un día largo.

Si de café se trata, en esta cafetería se van a deleitar el paladar. En una calle alterna a la plaza principal de Coyoacán, hay diversos negocios, uno sigue caminando y se encuentra con un local sencillo y pequeño, un letrero azúl que dice el nombre de Café Avellaneda, con el solo hecho de recordarlo se me hace agua la boca. Tienen poco tiempo, pero han logrado hacerse de muchos clientes, pues manejan un excelente café. Las personas que atienden son jóvenes que saben lo que venden y lo que hacen, auqnue digan que aún no son baristas, van por muy buen camino.
La especialidad de la casa?, simplemente todos; aunque debo decir que el capuchino es delicioso, y para paladares de gusto más fuerte tienen un similar a éste pero con dos cargas de café, lo cual complace a cualquiera, pasando desde un típico americano, hasta un buen expresso.
Para acompañar, tienen brownies de chocolate con nuez muy ricos y un delicioso pastel de zanahoria. Cuentan con wi-​fi, pero tampoco es que quieran a la gente instalada por horas, porque es un lugar que cuenta con dos mesitas y una barra.

¿Quién no la leído a Mario Benedetti con su novela La Tregua? Pues del nombre de Laura Avellaneda surge el local es de una extremada sencillez. Dispuesto para degustar un delicioso y auténtico grano de café.
Es de esos lugares que se quedan en alguna parte de tu memoria. El aroma a buen grano es penetrante, fuerte y aspiras con mayor ímpetu para no dejar saborearlo.
Debes saber que Carlos de la Torres es un experto barista que te proporciona los detalles, las formas de extracción del grano, las técnicas que emplea: Aeropress, Dripper, Sifón japonés. Realiza talleres para conocer las bondades del grano, su aroma, su textura.
Es un verdadero trabajo artesanal, acompaña con un pastel de zanahoria, con unas crepas de zarzamora, tiramisú.

Cafeterías hay miles en todo el Distrito Federal y en Coyoacán ni se diga. Sin embargo, hace poco descubrí, gracias a una amiga, la que se convirtió en mi preferida: Café Avellaneda. Ubicado en Higuera 40, a dos cuadras del Jardín Centenario de Coyoacán, este lugar no es un lugar cualquiera, es especial por donde se quiera ver.
En principio de cuentas porque el local es pequeño, pero acogedor. Ofrece un menú especial, en el que se puede elegir entre café traído e Oaxaca, Chiapas y Veracruz. Después de esto, se debe elegir la presentación del café y las propiedades que tiene cada uno. Finalmente se debe escoger el método de preparación, que es lo que más me gustó: Con ripper, aeropress, prensa francesa, expreso y otros.
Una vez que eliges todo lo anterior, los chavos que te atienden preparan minuciosamente la bebida, incluido cronómetro en mano y todo un juego de recipientes, que parecen haber sido sacados de un laboratorio químico.
El café es excelente, el servicio lo es todavía más y el precio es justo, pues por bebida no te gastas más de 40 pesos. Además, algo que me gustó también fue que el producto surge de un proyecto de sustentabilidad con productores independientes mexicanos. ¡Muy recomendable!