El lugar está muy bonito. Lástima de la limpieza. Llegamos a las 11 y seguía cerrado. No hubo quien nos atendiera, hasta las 12 nos dieron el menú. Los pasteles y demás postres estaban sobre la barra cuando abrieron, lo que indica que estaban desde la noche pasada ahí. No sabían tan ricos. Los precios muy elevados comparado con la baja calidad. La señora que atendió excelente.
Alejandra L.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
Más allá de toda pretensión está Café Budapest. Sí, las especialidades son postres húngaros y tés, pero este lugar está hecho para preguntar, conocer y elegir, sin sentir la presión de los meseros. La carta es el mismo camarero que sin ningún problema te repite cuántas veces quieras los ingredientes y los nombres de los postres(en húngaro). Struddel de manzana relleno de requesón, pastel de 3 chocolates, pastel de avellana; más la selección de tés de Leticia Sáenz; una tea sommelier, competencia directa de Caravanseraï. El mesero te da una cubeta con probetas que descorchas, hueles y eliges la combinación que más te guste. Entre fotografías de la familia de la dueña, teteras, tazas y muebles vintage te sientes ambientado en un país lejano pero cercano a tus amigos.
Carolina S.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
Un lugarcito que puede pasar completamente desapercibido en Emilio Castelar pero que ofrece una variedad súper interesante de quesos europeos y mermeladas caseras imperdibles. La historia cuenta que los dueños de este lugar son de Hungría, algo que claramente se refleja en su menú y en la decoración que te hace sentir como si estuvieras literalmente en Europa. Una parte importante de su carta son los tés, aunque la verdad yo soy más fan de tomarme un vino y pedir la tabla de quesos. Mi sugerencia es sentarse en la terraza y dejarse aconsejar por los meseros sobre qué postre pedir mientras observas el reloj de Parque Lincoln y ves caer la tarde sobre una de las zonas más lindas de la ciudad. La entrada está un tanto escondida, como si quisieran que este café fuera un secreto, pues tienes que entrar por Common People y dejarte guiar por el aroma a café que te llevará al segundo piso del edificio.
Alan F.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
Dentro de la tienda de Common People(a la cual te recomiendo darle una vuelta), en el segundo piso, encuentras este cafecito. El lugar es bastante pequeño y acomoda apenas unas 6 mesas tal vez, pero esto mismo junto con la decoración y la vegetación al exterior lo llenan de calma. Tienen una terracita muy a gusto desde donde puedes ver hacia el parque mientras tomas algo. Sobre el mostrador exponen varios postres que parecen estar deliciosos pero resultan mejor a la vista que al paladar. No puedo decir lo mismo del té pues no soy muy apasionado pero el café tampoco sorprende. Harían bien en mejorar de alguna u otra manera el sabor de sus platillos para atraer a más gente. Al menos yo he descartado a veces la opción de venir aquí cuando tengo antojo de postre, lo cual es una lástima por esa inigualable terraza.
Ana Paula C.
Rating des Ortes: 5 México, D.F., México
Si caminas por el Parque Lincoln entre tantos restaurantes, cafeterías y negocios puedes pasar por el Café Budapest sin darte cuenta. Desde que lo conocí se ha convertido en mi café favorito. Es de los pocos lugares en el DF que encontrarás de comida húngara. No es un restaurante como tal, pero tiene platillo de la cocina húngara como mermelada, quesos húngaros, quiches de cebolla y una variedad de postres desconocidos. Lo más recomendado son los tés. Pero lo más encantador de todo el café es su decoración que por unas horas te lleva de paseo a Budapest. Un especialista en sets de cine fue contratado para el diseño del lugar. La pintura deslavada en las paredes, los candelabros, los muebles viejos, se pierden entre los miles de detalles que tiene el café en sus estanterías. Mi parte favorita es la terraza en donde desde la pequeña casita de muñecas puedes observar el parque mientras disfrutas un delicioso té.
Sofía S.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
La vista de este lugar es casi insuperable: el precioso Parque del Reloj desde una pequeña terraza(apenas caben dos o tres mesas) con flores de colores que cuelgan hacia Emilio Castelar. Para entrar a este café tienes que entrar a la tienda de Common People, subir las escaleras y cruzar el pasillo hasta el fondo. Una vez ahí, el aroma será inconfundible. El lugar está compuesto por una parte techada con decoración romántica, kitsch, retro y la parte de la terraza. El personal es muy amable y no tendrán problema en reseñarte todos los postres, eso sí, yo tenía una altísima esperanza de estos postres y pedí una galleta cubierta con chocolate y nueces y la verdad me defraudó. Puede que haya sido el día(era viernes al mediodía) pero ni el sabor me pareció magnífico y hasta la sentí un poco dura. Los tés son de la sommelier Leticia Sáenz y además de que su presentación es una chulada(son unos tubos de ensayo) el sabor es muy rico y acogedor.