Callejón Del Aguacate

Sí, muchas leyendas son contadas en lo barrios de Coyoacán, pero en este sitio suelen pasar tres fenómenos extranormales que sin duda debes experimentar, como yo en uno de ellos.
En primer lugar, cuentan que este callejón es frecuentado por el espíritu del famosísimo Charro Negro, aquel que monta un hermoso caballo y que si lo topas de frente es seguro que «bailes las calmadas» con este fantasma.
El esgundo, y que me tocó presenciar, es que a las 12 de la noche, una virgen que se encuentra empotrada en una esquina de este callejón comienza a llorar y suelta un ligero lamento acompañado de lágrimas de verdad. (Ese día casi me hago del baño y todo por andar en la fiesta).
El tercero, el más conocido, es el del militar que mató a un niño que aparentemente, al jugar, le pegó o lo molestó, el miliar enfureció y acabó matándolo al usar una fuerza excesiva. Dicen que en la noche aparece el espíritu del niño.
Por las mañanas no pasa nada de esto, al menos casi nunca, pero en las noches será mejor que no pases por este lugar, de verdad ¡No lo hagas!

Este callejón es famoso principalmente por las leyendas que cuentan, ya sabes, dicen que espantan, se aparecen cosas y si vas algo malo te puede pasar.
Un día me ganó la curiosidad y fui con mis amigos (que bueno que no soy gato, si no no estaría escribiendo esta reseña). El caso es que cuando íbamos caminando hacia el famoso empedrado, un cuate empezó a contar historias de miedo para irnos metiendo en el mood paranormal. Obviamente nos empezamos a sugestionar, todavía no llegábamos y ya estábamos temblando de miedo (pussies).
En cuanto llegamos, lo único que vimos fue un callejón demasiado angosto a penas iluminado, el «reto» era caminar por ahí y «a ver qué pasaba». Segúramente recorrimos el pequeño callejón en menos de un minuto y no, no nos pasó nada extraordinario.
Creo que es uno de esos lugares al que está bueno ir con amigos sólo para tenerlo como experiencia y después reírse de los miedosos, lo único que les recomiendo es que no se confíen tanto y vayan cuidado (de preferencia rápido), por lo mismo de que es un lugar «oscurito» y es famoso, dicen por ahí que luego hay asaltantes que te dan un susto de verdad y no creo que esa sea una leyenda.

Cuenta la leyenda que en este callejón, allá por la década de los 30, un militar asesinó a un niño ahorcándolo al desesperarse por su insistencia para jugar desde entonces, según algunos valientes que se aventuran por esta calle en el centro de Coyoacán a media noche, puede verse el fantasma de este niño y escucharse también sus quejidos y aullidos. Se cuenta que el único testigo de ese crimen fue un monje que se encontraba en la ventana de un claustro cercano, y que sigue apareciéndose para dar cuenta de lo que ahí sucedió.
Cansado de tanto espanto, algún vecino decidieron poner una virgen empotrada en la pared para darle descanso a esas almas, pero habría que preguntarse si encontraron paz pues hay quien a visto llorar a esta estatua a las doce de la noche.

Aquella tarde me fui a dar un paseo. Pasar por pasear en el callejón del aguacate. Allí puedes caminar con la tranquilidad del mundo.
Continuar andando mientras observas la quietud de los arboles, el camino empedrado. Es un lugar para la inspiración, la calma. Han caminado por allí con esa sensación extraña que no puedes explicar muy bien, pues vagabundear por este callejón y todo lo que cuentan de el es imprescindible hacerlo.
Hasta el programa de televisión de TV azteca LO QUE LA GENTE CUENTA hizo la investigación correspondiente a tal disparatada sensación de fantasmas.
Como sea; si es choro o algo verdadero las calles y el ambiente de Coyoacan son imperdibles en la ciudad.

El Callejón del Aguacate es un callejón situado en el centro de Coyoacán rodeado de leyendas urbanas. Se cuenta que de noche pueden oírse cadenas, aullidos, lamentos y que incluso puedes ver llorar a la virgen, que se colocó ahí para darle descanso a las almas en pena, justo a las 12 de la noche.
Sólo una vez he ido al callejón, y no sé si fue por sugestión o no, pero definitivamente se siente una vibra diferente y pesada cuando uno camina por el empedrado de Aguacate, y las luces exteriores de las casas se apagan conforme uno va pasando
Dicen haber visto al fantasma de un niño jugar, una mujer asomada en la ventana de una casa abandonada o hay quien dice se aparece el mismo diablo, pero la realidad es que quizá no sean más que eso, sólo leyendas.
Pero bueno, también dicen que «si el río suena, es que agua lleva»