Cárcamo de Dolores

Un sitio guapo para pasear a su alrededor y admirarlo como si fuese la luna por un largo rato, se trata del Cárcamo de Dolores en la 2º sección de Chapultepec, se le considera una gran obra hidráulica. De ahí, destaca el conjunto arquitectónico integrado por el edificio hecho por el arquitecto Ricardo Rivas que en su interior tiene el mural «El agua, origen de la vida» del gran pintor mexicano Diego Rivera, la instalación «Cámara Lambdoma» de Ariel Guzik; y en su exterior la Fuente de Tláloc, también del pintor Guanajuatense.
Dicho inmueble fue construido en 1951 para conmemorar las obras del sistema del río Lerma, uno de los tanques de agua que abastecen a la capital y ahora es parte del Museo de Historia Natural que se ubica también en dicha sección del bosque. Tras varios años de abandono, el espacio se recuperó para 1991 y es hasta 2007 cuando es re abierto al público y en 2010 se le somete a una restauración integral con una inversión fuerte de pesos; se limpiaron las piedras del lugar así como las gárgolas y lámparas. Mientras en el mural se reinsertaron los fragmentos de pintura desprendidos.
Sea para pasear o admirarlo el Cárcamo de Dolores tambien es un sitio que se presta para citas, pasear o simplemente tumbarse de espaldas viendo el cielo capitalino mientras se apacigua uno. Visítenlo y verán que es impresionante continuar admirando el legado de Diego Rivera por medio de sus murales y esculturas a nuestro país.

Un espacio maravilloso dentro de nuestra Ciudad. El cárcamo es donde se acumula el agua, que antes le daba servicio a toda la Ciudad, este Cárcamo era el contacto del Distrito Federal con la vida, el agua. Tan importante es esta construcción, que Diego Rivera construyó la fuente de Tlaloc en la parte de afuera del Cárcamo y en la parte de adentro pintó el mural «El agua origen de la vida». Esta obra fue diseñada para apreciarse bajo el agua, pero sufrió una descomposición muy rápida. Ahora esta restaurada y se puede disfrutar de la belleza pictórica y espiritual de esta obra. Este espacio es un lugar orgánico en donde tenemos un contacto muy especial con la naturaleza. Resulta que alrededor del mural, hay unos instrumentos de viento, como los que están conectados a los pianos de las iglesias antiguas. Estos instrumentos están conectados a unos sensores por donde pasa el agua del cárcamo y reproducen el sonido del agua a través de una estética sonora. Este instrumento se llama La Cámara Lambdoma, creada por el artista mexicano Ariel Guzik. Les recomiendo que cuando entren se den un tiempo para disfrutar el mural y después se peguen a la pared, a la altura de los instrumentos de viento. Permanezcan un rato ahí, en silencio y podrán percibir el sonido sutil del paso del agua. Una experiencia de resonancia única.