Cluny

Es un lugar cumplidor, pero no espectacular. Tiene una carta bien pensada y no muy grande, con platillos franceses clásicos. Además de las crepas, que son ricas (recomiendo sobre todo la savoyarde), hacen muy bien el boeuf bourgignon y los mejillones (gran plato). La carta de vinos es adecuada. La barra de ensaladas tiene cosas muy ricas, aunque sería lindo que le bajaran a la insistencia de que te puedes servir UNA SOLA VEZ… Por lo demás la atención es amable, si bien a veces distraída.
Para mi gusto, el mayor defecto es la ambientación. Uno entiende que se trata de un restaurante francés y todo, pero la música y la decoración caen en el cliché más ridículo. También los precios son un tanto altos para lo que sirven.

Aunque el restaurante es rico y bien decorado, yo recomiendo muchísimo ir al bar.
A mi me recordó la película Casablanca. No hay un Sam tocando el piano, pero es la decoración, el ambiente, el barman, el servicio. Todo da una atmósfera colonial francesa. No lo intenté pero probablemente pueda uno ordenar en francés jaja.
Para reunirse en grupos pequeños con amigos, para una cita, para desestresarse, es una extraordinaria opción.
El ambiente es amable, el servicio es agradablemente distante (si no los llamas no te interrumpen y cuando los necesitas allí están), la comida es muy buena, recomiendo el plato de paté, imperdible.
Tiene amplia selección de coctelería y si no se lleva las 5 estrellas es por la selección musical. Tal vez ya es una expectativa desproporcionada y mal entendida de mi parte que no me gustó no ver pianista jaja

Wenn ein Restaurant über 40 Jahre existiert, dann hat das seinen Grund.
Der Service ist sehr gut und auf eine angenehme Weise trotzdem locker. Hier fühlt man sich einfach sehr wohl.
Vor dem eigentlichen Essen bekommt man selbstgebackenes Brot mit Butter und Salz/​Pfeffer. Dieses Brot ist unglaublich lecker!
Unser Crêpe war gut und der Nachtisch überragend.
Besonders positiv ist zu berichten, dass es kein Problem war, beide bestellten Gerichte zu teilen. Wir bekamen sogar den dazugehörigen Beilagensalat in doppelter Ausführung.

Es un buen lugar para comer crepas, rico, buenos postres, a un precio algo alto, pero recomendable. No esperen la gran cosa, pero si esperen algo rico y ameno

Lo mejor son los Moules Marinieres (mejillones en su caldo de vino blanco)!! Y el Steak Tartare (res cruda) no está mal. El servicio es rápido y bueno. De postre los profiteroles están muy buenos! El lugar está bonito, da la apariencia de un restaurante típico en Francia, con mesas chicas afuera y adentro, se disfruta mucho el ambiente con pareja y una copa de vino

A friend took me here for dinner promising a delicious, reasonably priced French dinner.
The atmosphere was nice enough. It was sort of the French version of the Italian restaurant with the checkered tablecloth and wine bottle on the table. The noise and light levels were nicely controlled, and it was overall cozy.
My friend told me that the bread here is famous, but we were delivered a basket of very dry, not fresh bread, which we sent back. It was replaced with decent bread and really (typical) not good butter.
We both ordered steak. Mine the steak frites, his the filete dijon. Both with «frites». The steaks came and both were perfectly cooked and delicious. However the «frites» were breaded potato wedges (what we call in US: Jojo potato logs. A common item at grocery store delis), not French bistro fries. We alerted the waiter to this issue, but he just sort of shrugged and said this is what comes with the steak now. We assured him that you can’t call something «steak frites», unless you’re serving «frites». He said the bistro «frites» only come with the burger now.
We finally convinced him to bring some Roquefort dressing to put with our potato wedges, since he obviously was not interested in bringing us «frites». The dressing helped, but it was lame as far as Roquefort dressing goes.
My friend, who has been going here for years assured me that normally this place is better, so maybe you will have better luck, if you go.

Servicio impecable (y en domingo, cuando lo aprecias aún más). Crepas bien, pero no tan buenas como en visitas anteriores (crepas saladas resecas, dulces con poco rellenos)

Porqué una reseña más a este lugar que seguro conocemos todos? A pues porque hay algo que me fue recomendado de aquí que seguí el consejo y me pareció muy acertado. Todo mundo viene por las crepas y la ensalada, pero… hop hop! La hamburguesa de 180 pesotes es un secreto muy bien guardado, y además me atrevo a decir que es de las mejores de la ciudad. Ya saben, justa cantidad de grasa, buena carne, porción, sabor, pan correcto que no se deshace, en fin, un secreto que no promocionan.
Si haces la prueba y te sorprende como a mi, espero tus comentarios aquí abajo!

Aún recuerdo la ilusión que sentía cada que iba a ese lugar.
Era como si ya fuera «adulta».
El restarurante está ubicado en una de las av más lindas al sur de la ciudad y es un clásico de San ángel.
Es av. de la paz; desde que inicia hasta que termina el empedrado está repleto de lugares ricos y buenos para comer, la debes tomar por insurgentes a la altura del parque de la bola– Clunny está casi antes de llegar a revolución de lado izquierdo.
Es un establecimiento con luz tenue y decoración francesa — clásica.
Los alimentos son deliciosos y sobre todo un buen lugar para pedir crepas. La verdad confieso que a mí me gusta la hamburguesa, te preguntarás ¿ qué tipo de hamburguesa pides en un restaurante francés? pues una muy peculiar por la jugosidad de la carne molida y la rica mostaza que la acompaña. No es una hamburguesa gringa (que también son deliciosas pero las atascan más.) y por supuesto el tema de las crepas… también hay excelentes platillos tipo quiche nicoise (con queso de cabra) y bueno recién leí que tenían un tipo de menú ejecutivo como por 250 pesos que incluye sopa, ensalalda, crepa, postre, café o té…nada mal.

Desde hace algunos años llevo visitando el Cluny cada domingo religiosamente; jamás está atascado, el precio es muy accesible y la comida es bastante buena. Sobre todo, es el tipo de restaurante donde puedes pasar cuatro horas sin la presión de tener que salir corriendo porque hay una fila de 20 personas esperando.
El Cluny está decorado como una brasserie francesa, consecuentemente los platillos son (en su mayoría) franceses. Steak con papas fritas, croque monsieur, ensaladas, quiche, hamburguesas y una gran variedad de crepas dulces y saladas. No obstante, las crepas tienen ese toque mexicano/​internacional; la de curry es ampliamente recomendable así como la de rajas con elote. La carta no ofrece demasiadas opciones, sin embargo, se puede tener la seguridad de que casi todo está bien hecho, además de tener muy buenos ingredientes. El Cluny es un lugar ideal para pasar un domingo en familia o ir a cenar entre semana para tener una muy buena plática.

Clunny es un Restaurante de tradición fundado desde 1974 fue el primer restaurante de crepas mexicano, para mis amigas de la secundaria y para mí es uno de nuestros lugares preferidos generalmente nos reunimos para festejar el fin de año.
Este fin de año deliciosamente decidí comer la sopa de cebolla (es una de sus especialidades) y las crepas Saint Germain que ricas, bueno yo pedí unas crepas de huitlacoche que vienen servidas con una rica ensalada de lechuga, jitomate, aguacate, cebolla y el aderezo de la casa que es de chuparse los dedos.
Nos tomamos una botella de vino blanco del alemán y de postre pastel de chocolate buenísimo.
El lugar es lindo muy al estilo europeo y puedes degustar varios platillos franceses como sus deliciosos soufles.
Puedes comprar para llevar sus ricos aderezos de la casa y las exquisitas baguetes que preparan diariamente.
Tienen servicio a domicilio únicamente en la Zona Sur.

Sin lugar a dudas, las mejores crepas de la ciudad, las auténticas. No esperes que te den esa tortilla de maíz con una espolvoreada de los ingredientes dentro. En Cluny, una crepa es una cena completa. Pero lo extraordinario no es sólo el tamaño y buena dotación de las crepas, sino el exquisito sabor que hallarás en cada bocado.
Pregunta por la carta de vinos, siempre tienen maravillosas opciones para acompañar tus crepas.

La plaza de San Ángel encierra dentro de sus paredes una pequeña esquina de París.
Se trata de el restaurante Le Petite Cluny, un restaurante con más de 30 años de edad que ofrece unas de las mejores crepas a los comensales de la ciudad.
El viaje comienza desde que uno llega al lugar. La iluminación tenue pinta un ambiente un tanto romántico que protégé a sus comensales con un velo de intimidad y romanticismo.
El diseño del lugar tiene un aire al movimiento de art decó, con pisos que contienen figuras de mosaicos, lámparas del estilo y un menú cuya tipografía imita la de la época.
El menú presenta varias opciones, deliciosas entradas, sus famosísismas crepas y en caso de que uno lo desee, platos fuertes como pato, pescado o pollo.
La especialidad de la casa son por supuesto, las crepas. Ya sean dulces o saladas, la textura de la crepa es suave, casi aterciopelada, y el relleno de estas completamente excepcional.
Otra grata sorpresa son sus helados hechos en casa. Los sabores son increíbles, especialmente el sorbete de té verde y jazmín.
Es altamente recomendable aventurarse a probar los especiales del mes.

Si te encuentras al sur de la ciudad y te vas a reunir con un grupo amplio de amigas y amigos, te recomiendo mucho que reserves en Cluny. Yo lo he hecho siempre que estoy por el sur y me reúno con grupos grandes de personas queridas o que no has visto en algún tiempo, pues el sitio es muy agradable para conversar y convivir. El ambiente es relajado y siempre luce impecable. No es de lo más económico, pero todo lo que aquí consumes vale la pena por cada bocado lleno de sabor. Encuentras platillos básicos de la comida francesa, pero es famoso por haber sido el primer retaurante oficial de crepas francesas en los años setenta. Los sabores y precios van de la mano, porque su panadería y algunos aderezos son elaborados en casa, tiene un sabor único. Cuentan con servicio a domicilio en la zona. Mi preferida es la crepa de cuatro quesos, los helados y vinos son garantía de buen sabor.

Definitivamente uno de los mejores lugares para comer crepas en la ciudad. No es cualquier restaurante, su ambiente y decoración lo hacen digno de la elegancia y el buen gusto para los más exigentes.
Ya son muchos los años que este restaurante nos deleita con su gran variedad de sabores en crepas y vinos. Aquí puedes realizar cualquier tipo de evento o reunión.
En lo personal mi favorita es la crepa Bolognesa que es la tradicional en salsa de carne italiana, acompañada de una ensalada hortelana que consta de un surtido de lechugas, berro, jitomate, zanahoria, betable y brócoli con aderezo, y para finalizar un rico mousse de chocolate.
Los precios no son del todo accesibles, pero vaya que vale la pena el gasto para una noche romántica o una ocasión especial con los amigos o la familia.

Completamente al sur de la ciudad, Cluny es un lugar delicioso para ir a comer las mejores crepas.
Cuentan con 80 mesas aproximadamente así que no es necesario hacer reservación aunque sí es recomendable. La especialidad es la cocina francesa y a pesar de que no solamente tienen crepas, si es un pecado ir y no probarlas. Tienen una gran variedad de ellas y todas son deliciosas, divididas finalmente en dulces y saladas nos dan una gran variedad de ingredientes.
Mi favorita es la «Azteca» que tiene pechuga de pollo, elote, rajas y queso, también está la «Mont-​blanc» de champiñones, salsa de ajo y perejil con queso gruyére.
El Clericot de Cluny es una delicia que no se deben perder totalmente recomendable, para mí el mejor.

Un restaurante en el centro de San Ángel, que se caracteriza por su buen servicio, su excelente sazón y su decoración impecable. Todo el lugar está diseñado de una forma cálida, con velas y luz tenue, todas las mesas tienen una rosa en el centro.
El lugar se caracteriza por sus riquísimas crepas y las miles de formas que tienen para hacerlas, aunque también tienen otras cosas en el menú que llaman la atención como la tarta de salmón. En cuanto a bebidas, podemos encontrar una gran variedad de vinos y un vino de la semana además, también tienen una gran selección de cervezas, licores y destilados.
El establecimiento se divide en dos partes: en el restaurante y en el bar, separados por un callejón.
También cuenta con área de fumar protegida de la intemperie para mayor comodidad.
Cluny ciertamente es la mejor opción para comer crepas en el D.F. De una forma tranquila y sin el excesivo elegantismo Frances