De la huerta a su estómago

Desde que lo vimos nos llamo la atención. Del mismo modo cuando cruzas la avenida advertimos que teníamos antojo de algo pero no sabíamos exactamente qué cosa comer. Había unos extranjeros al parecer alemanes comprando unas papas fritas con eso de la salsa valentina, sal y limón.
Mis amigas y yo nos acercamos a mirar el puestecito y la variedad de antojitos. Laura se le hizo ver el elote y pidió uno. Mientras le preguntaban si lo quería con todo. Sí. Pues lleva mayonesa, queso espolvoreado por todo el cuerpo de la mazorca y chile piquín. Listo, mordida grande. Así que mientras llego un niño como de seis años y pidió unos dorilocos, ¿Qué cosa es eso? Pues mi curiosa curiosidad me concentró en observar este gran antojo que a cualquiera le hace agua la boca y que es una gran satisfacción.
Allí va: 1) Eliges los doritos 2) una vez abierta la bolsa 3) Lo pides con todo: cacahuates, salsa valentina, jicama rallada, mucho jugo de limón, polvos picosos, pepinos, salchicha, col rayada. Algunos llevan crema y queso. Los pruebo y me dejan un buen sabor agripicoso.
Mientras me sirve como una botana. También venden sopa maruchan, elotes y esquites. Les recomiendo el lugar muy ordenado y limpio.