Dulcinea

Los mejores tacos de mariscos que he probado! Están deliciosos! El servicio y el lugar excelentes! Muy recomendado

Buen lugar: Muy bonito setting, cocteles creativos y ricos, platillos buenos… Pero con un servicio que deja mucho que desear y mitiga todo lo bueno de este lugar.
El restaurante está dentro de una casona vieja y el concepto se me hace muy chido: distintos cuartos de la casa son restaurantes diferentes. Hay un italiano, un Jucy Lucy, y otros. Dulcinea es el centro de atención, acaparando prácticamente todo el patio interior justo al centro del edificio. El feature principal, que me encanta, es que el patio es interior no sólo porque está dentro del edificio sino porque no estás a la intemperie: hay un techo de vidrio transparente que, si recuerdo bien, hasta tiene ventanitas que se abren (esto igual es mentira, no me hagan mucho caso). El punto es que este techo es muy alto y en verdad sientes que estás afuera, al aire libre, pegan los rayitos de sol sin que sientas calor, y puedes estar ahí aunque esté lloviendo. Muy padre.
Como dije, los cocteles son originales y yummy. Ahora traigo la ondita de los gins y sus variaciones, y acá hay buenas opciones, particularmente el Gin-​Ger con jengibre y el Green Velvet con pepino y kiwi.
La comida es también original y rica, sin ser espectacular. Esta vez pedimos unos tacos de camarón, una alcachofa con queso de cabra y vinagreta, un cevichito, pulpo, chamorro, costillitas de cordero, y una pasta con tomate cherry… Todos salimos satisfechos. Yo honestamente no entendí que las costillitas iban a ser salseadas, lo que me decepcionó un poco, pero estaban buenas. Mi amiga que pidió la pasta dijo que «estaba bien» sin mucho entusiasmo. Pero fuera de eso, todo muy bien.
Lo que sí fue tema de conversación fue el servicio mediocre: tardaron mucho en traer las cartas, las bebidas, los platillos, se le olvidaban bebidas que pedíamos al mesero, etc. Échenle muchas más ganas en este rubro y es un cuatro-​estrellas sólido.

El lugar es hermoso, como una terraza dentro de una casona de la Roma. Pero la comida bastante X y cara para lo que es. Fui con 12 amigos y no escuché a nadie decir mm está riquísimo. Comí sopa de tortilla y estaba bien pero está más rica en lugares más baratos. Me dieron a probar una mordida de los tacos de pescado y estaban ok, pero de plano no valían los $ 180.
El lugar sí lo recomiendo si vas en grupos grandes porque no está tan ruidoso y sí se puede platicar. Para unos drinks está bien. Pero si vas, te recomiendo que al menos te comas un tentempié antes. Si no te va salir caro y namas te va a dar coraje porque está muy equis la comida.

Ha sido una de las mejores comidas que he tenido este año. Una experiencia gastronómica de nivel, comenzando con una alcachofa con queso de cabra para abrir el paladar, luego una crema de flor de calabaza exquisita y de principal, un filete de pescado «al mole de jamaica». Esto quizá ya no siga en el menú, pues estaban justo por cambiarlo (todo va según la temporada, eligen productos locales, orgánicos). Pero me quedó claro que pidas lo que sea, saldrás muy contento. La chef Lucy Acuña estaba muy al pendiente de todo y nos llevó nuestros platos principales el día que fuimos. La experiencia fue aún mejor con el buen servicio y el ambiente agradable. El lugar está hermoso, un gran patio interior con un árbol en medio te hace sentir en paz total. Sí, prepara tu cartera, pero vale totalmente la pena.

El lugar está súper agradable y la comida siempre deliciosa. Cambian continuamente de menú pero recomiendo mucho los tacos de camarón en contra de amaranto y de postre las crepas de mascarpone, manzana y cajeta.