Mi papá creció muy cerca de Portales, y es por esto que siempre insiste en regresar a lugares que le recuerdan su infancia. El Gran Rábano es un lugar que le encanta a mi papa y a mi abuela, y aunque ellos vienen aquí por la pancita –de la que por cierto no soy fan– yo los acompaño con un huarache. No hace falta pedir uno de huevo, longaniza, bistec, suadero; sólo basta con uno sencillo y su salda verde para quedar satisfecho. Los precios son bastante bajos y todo aquí es muy rico. Usualmente está lleno, pero siempre valdrá la pena la espera.
Erika G.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
Su extensa carta de delicias le da gusto a cualquier antojo, hasta los más exigentes quedarán satisfechos. Visitó este lugar con mi familia, nos agrada bastante porque se especializa en la pancita, misma que puedes acompañarla con sus muy codiciados y variados sopes: chicharrón prensado, cecina, longaniza, entre otros. También venden unas deliciosas quesadillas, a mi me fascina la de papas con chorizo, no hay que dejar de probar las gorditas, quesos fundidos, guisados del día, enchiladas suizas y cortes acompañados de ensaladas. Para esos que se fueron de fiesta y no saben que hacer con la cruda ofrecen una exquisita comida mexicana como lo son las enchiladas, chilaquiles, birria y caldos de gallina. Si eres de las personas que cuida su alimentación restringiendo la grasa, la opción para ti en este sitio son los nopales asados con lechuga y queso. Cuentan con servicio a domicilio, también si hay fiesta en casa y tienes poco tiempo o nada de ganas de cocinar, pides un presupuesto y ellos se encargan de la comida.
Estela K.
Rating des Ortes: 3 Mexico City, México
Para los conocedores del menudo, el gran Rábano lugar de tradición para despertar a los crudos y a los que los acompañan, el restaurante tiene ya varias décadas de tradición en el que puedes almorzar en familia a precios cómodos y buenos para glotones. El Gran Rábano te ofrece una variedad de antojitos mexicanos yo me agasajo con el menudo y con sus deliciosos sopes que en ocasiones me gusta acompañar de una cerveza helada. A veces hay que ir con paciencia y dispuestos a esperar por la cantidad de personas que los visitan