Expendio de Café Villarías

Cada que puedo ir al Centro Histórico voy al Café Villarias donde compro granos recién tostados para llevar a casa y en ocasiones pido que lo muelan siempre me entregan una bolsa que aún conserva el calor del tostado.
Desde que estoy a una cuadra del Café Villarias el aroma me indica cual es el rumbo que debo de tomar para ir a pedir mi selección de granos entre los dos tipos que ofrecen: caracolillo y planchuela (ambos pertenecen a la familia de arábigos) cultivados en el estado de Oaxaca, lo que nos garantiza una bebida con buen cuerpo, aroma, acidez y sabor.
Una vez que tengo el kilo de café recién molido y me dirijo a mi casa la gente cuando paso queda desconcertada preguntándose: ¿de dónde provendrá ese perfume aromatizado de café que transforma el ambiente?

«Todo tiene historia aquí, en este café»… esto nos dice la nuera del dueño original, Leoncio Villarías, quién perteneciera a una familia de exiliados españoles y fundara este expendio en 1942. Esto nos lo dice, porque esta tienda no es sólo una surtidora de granos de café de alta calidad y de cafeteras, también este negocio sirve de «museo», ya que en sus muros se encuentra una exposición permanente que cuenta en fotos y artículos la historia de todas aquellas familias de españoles que tuvieron que abandonar España al ser perseguidos por sus ideas políticas, lo cual ocurrió durante la Guerra Civil y la larga dictadura de Franco.
Por esto mismo, esta tienda es mi lugar preferido cuando compro grano para llevar, pues me gusta mirar sus miles de fotos que hablan por sí solas. Siempre que voy encuentro algo que no había visto antes, mientras me deleito con el aroma a café.
Aquí, puedes encontrar un extenso surtido de cafeteras importadas y molinos para café, y por supuesto, también venden el mejor café de grano directamente de Chiapas. Cuentan con dos tipos: el Caracolillo y el Planchuela y con diferentes tipos de tostado. Yo, regularmente me llevo del Planchuela, el cual disfruto mucho y no dura casi nada en mi casa cuando lo llego a traer.
Me gusta mucho la atención que me dan en este lugar, porque aunque yo no soy una experta del café, aquí me explican y siempre salgo aprendiendo algo nuevo, ya sea da la historia de la familia Villarías, o de cómo preparar un café con excelente cuerpo, sabor y aroma con todos los productos que venden aquí.

Fundado por Leoncio Villarias allá por las primeras décadas del siglo XX, el Expendio de Café Villarias es uno de los lugares más solicitados por locales y turistas. Se trata de uno de esos negocios dentro de los cuáles parece que el tiempo se ha detenido, venden café para llevar, sobre todo es un lugar en el que puedes comprar por kilos y hacen el tueste en el momento, de hecho, hasta puedes tener la oportunidad un tipo de tueste que te guste, por supuesto si eres muy conocedor de café. También hay venta de cafeteras moka, es decir, aquellas cafeteras italianas plateadas que son especiales para preparar el conocido espresso o moka italiano (muy parecido al espresso y muy diferente al moka mexicano). También tienen otro tipo de cafeteras muy bonitas para hacer capuccino, son muy diferentes a las que comúnmente vemos y en forma de vaquita, de hecho su nombre en italiano es ese, muka. La atención es muy buena pese a que puedas ver a los dependientes súper apresurados atendiendo a la gente entre un humo bastante denso.

Venden grano de café caracolillo que vale la pena por el precio del kilogramo.
Dicha mezcla tiene tueste medio-​oscuro, que aporta un sabor intenso y reduce acidez, lo cual permite controlar «lo fuerte» del sabor al agregar o disminuir el agua en la preparación.
Es ideal para preparar al gusto grandes cantidades de café tipo americano (caterings, coffee breaks, cafetera de la oficina).
También venden cafeteras y accesorios de importación para que prepares café en la cocina de tu casa o negocio.

La verdad estaba cansada de comprar café en las cafeteras conocidas internacionalmente, por ello, en busca de probar algo diferente entré a este lugar; dos calles antes de llegar al lugar el delicioso aroma de café seduce tu sentido del olfato, mientras tanto comienzas a salivar de imaginar una bebida con tal aroma.
Al entrar puedes ver el molino donde giran los granos de café, lo cual ínsita a cualquiera a meter la meter la mano y sentir frotar la semilla que hace brotar la maravillosa bebida de los dioses. El servicio es bueno, te saludan atentamente, haciendo alguna recomendación.
Al hacer uso del café que compré en este lugar, me convencí de haber hecho una buena elección. Se los recomiendo mucho.