El menú es el mismo todos los días: tortas de pollo, bistec en salsa verde, chicharrón prensado en salsa, rollitos de jamón, albondigas, pollo con mole, huevo revuelto… todo en tacos o servido en plato, como más se te apetesca. Pero también hay pambazos, quesadillas, mini-gorditas, pero también hay órdenes de tacos dorados. Todo a diez pesos. El precio no le resta sabor a los guisados. Me gusta mucho este lugar porque además de todo las tortillas son echas a mano y los tacos son servidos con doble tortilla, así que, como siempre lo he hecho, convierto el taco en dos tacos y así resulta más efectivo para el estómago. Si no tienes tiempo de sentarte a comer, puedes pedir para llevar o bien comprar tortas de jamón con huevo fritas en mantequilla. Más de una ocasión he visto a la señora que atiende regalar un taco a quien se lo pide; lo hace de corazón. Es un punto más a favor de este puesto. Si crees que no te va a llenar un taco común, pide el guisado en pambazo y seguro quedas satisfecho.