Mis hamburguesas favoritas por excelencia. Llevo años acudiendo a este lugar y su sabor no cambia, siguen gustándome tanto como la primera vez que las probé. Me gusta el sabor, el tamaño del platillo, la efectividad a la hora de prepararlas, pero sobre todo el precio: veinte pesos una hawaiana con todo lo que debe llevar. Lo mejor de todo es que este lugar no pierde el tiempo en renovar su aspecto ni cambiar su imagen; ellos hacen hamburguesas y lo hacen bien. Debo reconocer que más de una ocasión he tenido la valentía de comer dos y un hot dog, aunque después reviente. Son de esos lugares a los cuales jóvenes y adultos acostumbran visitar luego de la escuela o el trabajo; yo voy simplemente porque me gusta la consistencia de la carne. A veces viajo una hora en Metro sólo para ir a probarla doble carne que es una verdadera delicia. Recomendación absoluta, aunque les doy un tip: procuren no ir a las seis de la tarde, hay mucha, mucha gente.