La Playa

No hay como ir al mercado de Mixcoac y comerse un Vuelve a la Vida o echarse un enorme coctel de camarón de este lugar atendido por Don Edgar y su equipo de meseros. El lugar, típico de mercado, es de los locales más grandes de mársicos de este. Durante algunos años mientras asistí a la preparatoria visite mucho este lugar, una de mis mejores amigas de ese entonces vivía en la calle de Charco Azul, casi enfrente del mercado, y por obvias razones este fue un lugar que visite bastante.
Durante mi estancia en dicha escuela conocí a un buen tipo, el cual sin darme cuenta, de un momento a otro comenzó a tomar importancia en mi vida. Era pareja de la mejor amiga de una de mis hermanas y resulto ser hijo de Don Edgar. Esto fue lo que termino por hacer de este lugar uno de mis lugares favoritos, pues me la viví ahí mucho tiempo.
Hace mucho que no sé nada de Edgar, lo que si se, es que en este lugar encontraras productos súper frescos y de la mejor calidad. Don Edgar ya ni se acuerda de mí y la verdad es que yo también hago como que no lo conozco, no por hojaldra, sino porque en realidad no hace falta. A todo mundo lo reciben como en su casa en este lugar y no es necesario hacer como que conoces al dueño.
Porciones bastas y de buen precio hacen que el barullo de estar en una zona tan conflictiva en realidad valga la pena.

Otra joyita más del Mercado de Mixcoac y no es para menos, esta marisquería tiene muchísimos años atendiendo todos los antojos de sus comensales, desde los que planean la ida, los oficinistas cercanos hasta quienes van pasando y el hambre los llama.
Hay varios restaurantes de mariscos en esa zona del mercado (sobre la avenida Molinos casi esquina con Revolución), pero el bueno es éste.
Por favor no dejes de probar su caldo de camarón, una tostada de ceviche, un coctel de jaiba y los camarones a la diabla. Son espectaculares y sus platillos son una tradición el lugar. Por fortuna el lugar es grande y el servicio es atento y rápido, ellos saben que entre mejor atiendas más rápido regresas.
El coctel de camarón también es un clásico aquí, preparado y servido en una copa como de malteada, grande, con la salsa bruja que le llaman y mucho aguacate, es levantamuertos si te fuiste de fiesta una noche antes.
Por suerte en ese lado del mercado hay un par de señores que te ayudan a estacionarte, aunque es un poco caótico con el tráfico de la zona, pero bien vale la pena.