La Última y nos vamos. Adiós a los libros.

Con nombre más propio de una cantina que de una librería, encontramos a ésa una de las tiendas de libros de viejo más recientes sobre la calle de Donceles, casi donde comienza esta. Que por cierto cerca de allí esta un estacionamiento y junto a él unos tacos horribles de pollo que aconsejo no probar jamás.
La última y nos vamos esta ubicado en lo que antes era una tienda de sumistros para laboratorios y una librería, ahora ya fusionados en una impresionante bodega, almacenan montones de libros. En las librerías de viejo en ocasiones encuentras que algunos son especialistas en textos académicos, otros en novelas, bueno pues aquí bien puedes encontrar desde enciclopedias, hasta textos médicos, pasando por novelas, libros infantiles y demás; en verdad es una impresionante cantidad de libros usados los que puedes encontrar aquí.
Además de su extensísimo stock, otro punto muy a favor y esto lo agradecerán quienes compran en éstas tiendas a menudo, es que los empleados si se ponen las pilas, casi todos ellos son chavos que si se interesan en lo que estás buscando, que hurgan y se mueven rápido entre los estantes, lo cual se agradece y mucho, sobretodo cuando estas ante un mar de libros con pastas desgastadas.
En general es una muy buena opción, y un lugar en dónde bien podrías desaparecer el día completo, eso si, a diferencia de otras librerías de viejo, aquí es un poco intimidante ponerte a leer allí mismo pasajes de los libros, los pasillos son muy anchos y austeros, por lo cual no tienes ésa sensación de privacidad que te dan otras librerías.
Sobra decir que los precios son bajos.

Esta librería es una interesante propuesta para fomentar la lectura y ofrecer buenos libros a bajos costos. Con apariencia de «librería de viejo», es también un espacio para encuentros culturales, conferencias, presentaciones de libros y lecturas colectivas. Ubicada en Donceles, una calle histórica, que invita a caminarla por las tardes, el sitio evoca al México antiguo, y a la novela Aura, del escritor Carlos Fuentes. De hecho, la librería se ubica a la vieja casona que inspiró dicha obra literaria.
Con estantes de madera del techo al suelo, podrás encontrar todo tipo de obras, colecciones e incluso libros que ya no se comercializan. Todo a bajo precio, el lugar tiene poco tiempo y se ha popularizado por su buen servicio, y variedad. También compran libros antiguos. Te recomiendo mucho el lugar cuando quieras alguna obra, o colección literaria. Seguro aquí la encuentras.