Limosneros

La comida es fantástica pero el nombre, la verdad, no le queda. Es caro. Mucho. Digo, si ganas 15 – 20 mil pesos al mes, te parecerá una nada, pero al promedio de salario mexicano, es mejor reservar este lugar para cuando se tiene un evento muy especial.
El decorado y el espacio es HERMOSO. Ya con ello, uno de los sentidos está satisfecho: la vista. Y lo estará más cuando veas llegar tu platillo.
La comida es rica y su presentación muy original, además de que hacen uso de ingredientes tradicionales de la alta comida mexicana. Y al respecto, hay que estar al pendiente de su carta porque precisamente, van con los ingredientes de temporada, incluyendo los postres (el de quesos es riquísimo).
Vayan en plan de degustar algo diferente. Busquen el platillo que no puedan pedir en otros restaurantes y sobre todo, los toques de originalidad (con ceniza, polvos, etc.). Eso le da el plus a este restaurante.
Sugeriría ampliar el stock de cerveza artesanal (cuando fui sólo tenían un par) y por qué no, hacer más accesible el vino (sí tienen, pero en serio, la botella es carísima así que o comes o tomas).
Altamente recomendado para una celebración muy importante. O para darte un gusto al año.

Fui con muchas expectativas a este lugar, ya que había escuchado buenas recomendaciones. Para empezar el lugar tiene un diseño increíble, la entrada pareciera un tzompantli que muestra una amplia variedad de vinos nacionales y dulces típicos mexicanos. Tiene una escalera que te lleva a los baños o a la terraza, nosotros escogimos la parte de adentro ya que estaba fresco el clima. El lugar era cómodo con luz baja, vasos tequileros, diferentes formas de botellas y cuadros de bordados adornan el lugar y le da ese toque mexicano sin que caiga en lo exagerado. Pedimos algunas entradas de las cuales destacaron el ceviche y los tacos de suadero, para plato principal probamos el pescado a la talla y el pollo en nogada, que es un pollo de tres meses (pollo bebé), los cuales fueron buenos, nada picaba, refiriéndome al guacamole y al pescado. Los postres se llevaron mi corazón, probamos unos volcanes de chocolate con helado de hoja Santa, una combinación increíble.
Mi conclusión fue que lleno mis expectativas en cuanto a lo agradable y cómodo que resulta el lugar, la atención es buena pero en tamaño de la comida, sé que es Gourmet y así, pero no se me hizo tan grande.
Gran opción si llevas extranjeros, te amarán jeje.

En la misma semana fui a Limosneros por primera vez y volví a ir al Café Tacuba. Limosneros me gustó mucho.
Desde que entras te impresiona y te relajas después de andar en las calles del centro. Está súper bonita la decoración porque es moderna (sin llegar a ser demasiado alocada) y se ve muy bien en este lugar tan antiguo. La carta también está increíble. Tiene como dibujitos de alebrijes. Se nota que cuidan todos los detalles.
No teníamos tanta hambre así que no les puedo hablar de los platos fuertes pero la sopa de quintonil y quelites (+otras hierbas) estuvo muy rica. También pude probar la de tortilla y también me gustó mucho. Es uno de esos lugares donde la comida es minimalista y sofisticada, sin llegar a ser una mini porción (las mini porciones me ponen de mal humor). Nos atendieron bien y el chef nos dio unas tostaditas de carne de cortesía.
También probé el ceviche con el pescado del día y estaba muuuy rico. Tenía mango y pepino. Era agridulce, creo que es buena opción para los que nos gusta lo dulce y lo fresco.
De postre pedimos uno con cajeta que estaba rico (no increíble). Me gustó mucho ir ahí y definitivamente voy a volver. Sí está algo caro, tipo Café Tacuba o Azul Histórico, pero creo que vale la pena. Si tuviera que escoger entre Café Tacuba y Limosneros, me quedo con su bisnieto, ósea Limosneros. Y eso que me encantan las enchiladas Tacuba; sin embargo, creo que es lo único que me encanta de ese lugar.

The food is fabuloso! This is a cool place, housed in the historic center of Mexico City with creative and playful décor and a bilingual staff. Your salsa is prepared table side with a variety of ingredients and flavors to satisfy those that like it hot!

Simplemente exquisito!!! El mezcal una delicia, la entrada más deliciosa y diferente, la comida fuerte varía simplemente muy delicioso !!!

Elegí este lugar para tener una cita romántica con mi esposa. El lugar es muy adecuado para tal fin, ya que en la noche el ambiente es muy romántico. Lo único malo (y no es culpa del lugar), es que enfrente hay un bar con música muy chafa que se alcanza a colar al lugar pero nada grave.
El servicio es muy atento y puntual. El staff explica cada plato a la perfección. A pesar de ser comida mexicana, luego se olvida qué es un capulín o cosas así.
Mi esposa y yo no bebemos alcohol, así que mi reseña no incluye ese tema, aunque por lo visto en la carta, están bien surtidos.
Lo que más nos gustó de la cena, fueron las gorditas de chicharrón y suadero. Exquisitas. El agua de fresa también estuvo muy rica. La salsa que nos prepararon al momento estuvo deliciosa. Uno puede elegir los ingredientes o dejarse sorprender. Nada más eliges el nivel de picante: para defeños o para turistas.
Todo está muy rico, de leer la carta todo se antoja. Supongo que es por la familiaridad de los platillos. Y todo es recomendable.
El gasto aproximado por persona (sin alcohol) es de $ 450, pero más que gasto es una inversión.

Better for carnivores than vegetarians. Wife liked the escamoles (ant larvae). The chapulines — not so much. Good smoked vegetables and chili salad. Pricey. Dressy.

Second time here and excellent both times. Would be easier if they had an English menu and had a cocktail menu. Food is fresh and has very good combinations of
Flavors.

Excellent place, with awesome food and service. Definitely a place to comeback with friends.

Limosneros es uno de esos lugares que te cautiva desde el momento que cruzas la puerta, definitivamente te sientes en otra época, el servicio es excelente y siempre te hacen parte de su familia.
De entrada no te puedes perder los tacos de flor de Jamaica, que así como suenan de exóticos saben de increíbles, de igual manera las gorditas de chicharrón rellenas de carne deshebrada tienen mención honorífica. Un poco menos sobresalientes los escamoles y los tacos de venado, pero que igual tienen gran sazón. No olvides pedir una salsa de molcajete preparada a tu gusto y en la mesa.
Para continuar con las delicias se piden los platos fuertes, uno simplemente mejor que el otro, en verdad suelo ser muy exigente pero absolutamente todos los que pedimos llevan un aplauso de pie. Los camarones en salsa de tamarindo, las carnitas de conejo, el pulpo a las brasas y la cochinita no le piden nada a los mejores fogones del mundo.
De beber el vino de la casa es una gran opción así como las cervezas artesanales, el agua del día quedo un poco a deber pero nada grave.
De postre ora cerrar con esta increíble tarde el tamal de cajeta y el volcán de chocolate para dejar el plato limpio y las nieves de nata y cacahuate.
Definitivamente una experiencia como hace mucho no la tenía. Si tienen un domingo libre para pasear por el centro, Éste es el lugar donde deben culminar esa mágica tarde.

Beautiful restaurant and very attentive service (maybe even too attentive). Food was good but it was just too much meat for two people! You can do 2 or 3 rounds of tortilla + duck and tortilla + pork ribs, but after that you just feel very much like eating something green. The grilled peppers on the side do not really help. Would have loved to have more vegetables.

Excelente lugar. La comida de primera y el servicio bastante bueno. El ambiente y la decoración agradables. Muy buenas las recomendaciones (los escamoles y el tamal de avestruz). El filete de venado y las costilla a de cerdo excelentes. El poste el volcán soconusco con helado de hoja santa. Pídelo cuando te traigan tu plato fuerte.

Muy buen lugar para disfrutar de una buena comida con las grandes esencias de los buenos platillos mexicanos, una buena agua de chia y excelentes platillos como los tacos de flor de Jamaica, el barquillo de chicharrón de queso, las costillas limosneros y el Rib eye colorado y para finalizar muy buen ambiente musical, sin duda la mejor opción en el centro histórico para descansar después de una buena caminata y disfrutar de una buena comida

De la mano del bisnieto del fundador del famoso Café Tacuba, Juan Pablo Ballesteros, abrió sus puertas Limosneros, un restaurante de comida mexicana dándole un toque moderno y creativo, el cual busca que resurjan ingredientes que ya habían sido olvidados o que no suelen usarse más que como condimento y no como base.
Este restaurante toma su nombre de los llamados «muros limosneros», los cuales se creaban hace cerca de 400 años utilizando limosnas en especie (cantera, ladrillo, piedra volcánica o tezontle), logrando crear una especie de mosaico.
Al entrar al lugar, podemos percatarnos de que el lugar es una especie de reciclaje, es decir, respetaron la construcción original, le dieron unos pequeños retoques, y utilizaron artículos reciclados en buen estado y restaurados para crear un espacio único, muy onda vintage, pero dándole una especie de lugar rústico mexicano.
Ya entrando, lo primero que verás es su impresionante selección de vinos y licores, sin dejar a un lado el tradicional mezcal. Y si ya te aburrieron las bebidas tradicionales, aquí puedes encontrar cervezas artesanales nacionales.
Algo que destaca al restaurante es su singular y original carta, donde podemos encontrar ingredientes tan extravagantes como la salsa de pulque con ciruela amarilla o mole de chicana (una especie de hormiga oaxaqueña).
Mis favoritos hasta el momento: cono de chicharrón de queso con cuitlacoche (una verdadera delicia), el pollito pambazo, las flautas de flor de jamaica y el taco de chamorro en tortilla azul.

Relativamente nuevo, Limosneros se ha abierto camino a pasos agigantados entre las opciones de restaurantes nice del Centro Histórico para hacer explotar las papilas gustativas de los capitalinos. El lugar pasa desapercibido desde el exterior pero una vez adentro es majestuoso, señorial. Cabe destacar que este altar al buen comer pertenece al linaje de quienes fundaron el mítico Café de Tacuba, así pues el bisnieto hipster llegó a las pobres calles del centro a imponer su sello. De primera instancia el lugar me pareció pretencioso, con candelabros y copas en las mesas, de igual forma la decoración de los platillos «de autor» se me hizo una pedantería total PEEERO, al dar el primer bocado me atrapó y no he hallado lugar alguno que le gane a este restaurante en el centro: ingredientes únicos, presentaciones extravagantes de porciones abundantes, sabores inolvidables, ¡un festín al paladar! Mis preferidos son los taquitos de jamaica y las gorditas para abrir boca y de plato fuerte mi favorito es el filete Limosneros o el filete Chiapas con una salda de tuétano sabrosona. No se olviden de preguntar por las chelas artesanales, con una de agave tendrán para salir dando tumbos.

Que se cuiden El Cardenal o el Café Tacuba porque llegó Limosneros. Bueno, son conceptos diferentes. Los dueños de Limosneros no son precisamente los mismos que los del Café Tacuba, sino la nueva generación de la misma familia. Así que este lugar instalado en una antigua casona tiene un diseño y decoración más moderna y su cocina no es mexicana clásica, sino algo más contemporáneo.
Cuidando cada detalle desde la calidad de los ingredientes hasta la decoración del lugar, Limosneros es uno de los mejores restaurantes en el centro de la ciudad. Vale la pena moverse a esta parte de la ciudad (que a veces nos asusta por sus marchas y cierres más de lo que debiera) para probar su sopa de quelites, sus tacos dorados de tzik de venado o los especiales de temporada, así como sus mezcales de «marca propia».

Ahora sí, nos ponemos más suculentos y deleitaremos nuestro paladar en éste gran recinto.
Los Limosneros pertenece a los mismos dueños de Café de Tacuba, se encuentra ubicado en Allende 3 Centro Histórico A, Cuahutémoc, 6 010 Ciudad de México, DF.
Mantiene toques tradicionales tanto en la cocina como en su arquitectura y está perfectamente adecuado a nuestra temporalidad ¿cómo? Toda la materia prima es muy cuidada y orgánica, en los platillos vemos también este reflejo de tradición y modernidad al tener el maíz en diferentes presentaciones. Tienen una gran gama de mezcales y platillos deliciosos.
Es el lugar perfecto para llevar a turistas, suegros, jefes.
Te sugiero pedir platillos al centro y guardarte un huequito para los postres.

Si eres fan de lo bueno en todos los aspectos, de verdad tienes que venir al Restaurante Limosneros, este inigualable lugar que dio vida a una construcción antigua y donde se respira calidad y confort para disfrutar una excelente comida con todo tu familia, amigos más cercanos o tu pareja. Desde que entras te enamorarás ya que sus grandes muros encierran historias inimaginables; te sentirás más mexicano que nunca porque absolutamente todo es hecho con manos mexicanas y los platillos que preparan también recuerda nuestras raíces en todo su esplendor, además su extensa carta de vinos te sorprenderá y lo mejor como en todos los buenos lugares es el postre para rematar como se debe.