Si hubieran conocido este pueblo hace unos 20 años, sabrían que ver una tienda de materias primas en este lugar era imposible; primero porque en lugar de locales había un terreno baldío; segundo, porque las únicas tiendas del pueblo estaban en el centro, nada a las orillas. Desde hace más de un año está abierta esta tienda de materias primas que nos ha sacado de muchos apuros, ya que nunca falta el día en que mamá cocina y olvida los chiles secos, la canela, el royal, o las pasas, todos, elementos que puedes comprar a granel y de muy buena calidad en este lugar. Aunque es un local pequeño, es posible encontrar de todo un poco, chocolates, semillas, variedad de dulces, bebidas, veladoras, bolsas de plástico de muchos tamaños, y más. Sus dueños han hecho un buen trabajo al elegir un horario en el que cierran después de las ocho de la noche, lo que permite que quienes volvemos tarde de trabajar tengamos tiempo de pasar a comprar lo que necesitemos.