Siempre me ha causado mucha curiosidad cómo es que una colonia con tanta actividad comercial y con tanto movimiento de gente tiene un mercado tan poco aprovechado. El inmueble es muy pequeño, sobre todo comparándolo con los grandes mercados de otras colonias, tal vez sea porque en el momento de su construcción, 1943, la colonia no era tan grande ni sus alrededores tan desarrollados como ahora. Lo cierto es que aquí es bastante más caro que otros mercados de la zona(aunque también la calidad lo amerita), por lo que mucha gente viene a aquí sólo para hacerse de lo que necesita a última hora, ese es mi caso, que cuando algo urge, pues la opción es este lugar. Además, justamente como la clientela no es muy amplia, los locatarios terminan por ubicar fácilmente a sus clientes. Con todo, el trato siempre es sumamente amable y cordial, por lo que, en parte, termina siendo un gusto venir a comprar ya que todo mundo te recibe con una buena cara.