Museo Mural Diego Rivera

Loved it. But buy your tickets on line so you can get in without waiting in a long line.

I used to hit the Palacio de Bellas Artes religiously, just to check out Rivera’s mural there. Little did I know that such a treasure as this was in the same neighborhood!
The 21 peso entrance fee is beyond worth it. If you speak Spanish, the guide is essential to get a fuller understanding of the significance of each sliver of art. Absolutely excellent.

I had a great tour with Journeys and Beyond and Alvaro took me to the Diego murals. He did a great job explaining the importance of the murals and the stories and history of Mexico through the drawings. A great history lesson in pictures.
The museum is small, just a few rooms — you won’t need more than 30 minutes.

The Museum has one Mural. And it’s a doozy. It’s the history of Mexico from Cortes to the 1920’s. It’s not a happy piece but thought provoking. Only 21 pesos plus 5 pesos if you want to take photos. Both well worth it.
Diego Rivera has other Murals around town which I need to checkout at some point.

Si por algo pusieron a Diego Rivera junto con Frida Kahlo en los billetes de 500 pesos es por algo y ese algo es el talento que se cargaban aquellos personajes al momento de plasmar pintura en un mural o un lienzo respectivamente, pero hoy toca rendirle tributo a Diego, que es el autor de esta obra a la que se le dedicó por completo este espacio a un costado de la Plaza de la Solidaridad, es el Museo Mural de Diego Rivera.
El mural «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central» es su nombre y es una muestra relevante del movimiento muralista mexicano, fue trasladado del comedor al vestíbulo del entonces Hotel Del Prado en 1961 y el inmueble donde ahora se encuentra actualmente fue construido en 1986 tras los daños hechos en los temblores de 1985.
Personajes como Porfirio Díaz, José Martí, «La Catrina», Francisco I. Madero, la gente de la clase alta que contrasta con los sectores populares, las épocas de la Conquista y la Colonia, un globo de Cantoya, Diego y Frida, entre otros entes más muestran a los personajes que deambulan en las bancas de la Alameda durante un paseo dominical, así también, se despliegan los conflictos de nuestra historia junto con las diferencias sociales del día a día.
¿Un reflejo crítico de la vida cotidiana visto con personajes históricos desde la pupila de Diego Rivera para pa eternidad? No cabe duda y es un «landmark» (como dicen en los USA) distintivo que no puedes dejar de visitar al menos una vez mientras te encuentras en la Capital.

Este espacio se encuentra en medio del barullo del parque Solidaridad, espacio acondicionado en el predio de lo que fuera el legendario hotel Regis. La principal atracción de este museo es, curiosamente, el vestigio de otro hotel emblemático, el del Prado, que se encontraba en lo que ahora es el Hilton del Centro Histórico. Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central, pintura mural de Diego Rivera fue hecha de forma específica para ser exhibida en el lobby del hotel; fotografías de la época muestran la magnificencia de la pintura montada en su sitio de honor, misma que con fortuna conserva hoy en día. En verdad es una fortuna que la obra haya salido ilesa del lastimado Hotel del Prado tras el sismo del 19 de septiembre de 1985, es por ello la, tal vez, obra más emblemática de Rivera aún es deleite de quien la visita.
Por cierto, es una postal curiosa ver a la decena de parejas de señores que se reúnen a jugar partidas de ajedrez afuera del museo.

Uno de los museos más pequeños de la Ciudad de México (no sé si del mundo), fue abandonado a su suerte durante décadas, hasta que la ex directora del INBA, Teresa Vicencio, comenzó a llevar exposiciones temporales.
Actualmente el museo es la cereza en el pastel para un «día cultural» en el Centro Histórico.
A día cultural me refiero a pasear por el Palacio de Bellas Artes, el Munal, el Zócalo y regresar para pasar por el Museo Franz Mayer y el Museo Nacional de la Estampa para terminar en el Museo Mural Diego Rivera. Sí es cansado, pero vale la pena.
Ahora que también pueden ir a ver el famoso mural riverino de «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central» y descubrir cuántos personajes podemos encontrar en la actualidad en la Alameda Central.
El museo quedó ahí, entre la Alameda y Metro Hidalgo pues el mural casi se pierde en el terremoto del ’85. Sí, estaba en el Hotel Regis…

A veces se nos puede olvidar el impacto que ocasiona «Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central» de Diego Rivera, apenas entrando a la sala donde está montada y su tamaño gigantesco impresiona ya al espectador, y sólo después se razona que ahí hay 400 años de historia mexicana, los que se van desmenuzando conforme se avanza la mirada.
Observar dicha obra en su totalidad requiere un trabajo agudo de observación, vas de de izquierda a derecha o al revés, de arriba abajo o al revés igualmente, de esquina a esquina, en círculos o como sea, esto para no perder un solo detalle del mural, lo cual resulta un verdadero reto teniendo en cuenta que si de repente ves a un punto que creías bien cubierto, notas que había algo al fondo que no notaste, tal vez un rostro, un objeto o un edificio.
Los nombres de quienes protagonizan el trabajo se encuentran frente a él, en español e inglés.
Aunado se presentan exposiciones de pintura y fotografía, con la calidad suficiente para formar parte de este museo mural.

De mi familia, siempre he escuchado fabulosas historias acerca del desaparecido Hotel de Prado, de sus hermosas escalinatas y sobre todo de su espectacular restaurante, escenario original donde fue colocada esta obra de arte.
Recuerdo que la primera vez que visité el Museo Mural Diego Rivera, era muy pequeña, por lo que me impresionaron mucho los personajes de aquel Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central.
Ya que en la obra de Diego Rivera, cada uno de sus personajes tiene su propia esencia. Desde entonces, me gusta detenerme a observar los detalles uno a uno, y después imaginar su historia, como queriendo descubrir porque estaban ahí en ese momento, posando para aquella escena.
Te recomiendo mucho que visites este lugar, el mural es un deleite a los sentidos. También sé que el museo organiza diversos eventos musicales y culturales, teniendo como marco escénico el propio mural, valdríà la pena poder ver alguno.

Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central es el mural que se encuentra dentro de este museo. La técnica del fresco fue usada por grandes artistas a lo largo de la historia. La técnica consiste en la aplicación de pigmentos sobre capas de mortero, yeso, mientas éste se encuentra aún húmedo. Una vez seco no se pueden realizar modificaciones o integrar más colores. En la capilla sixtina Miguel Ángel uso esta técnica con mejores resultados que los de DaVinci en la Última Cena. El Error de DaVinci consistió en intentar pintar al fresco con óleo.
Diego Rivera no es de mis artistas favoritos pero este mural me resulta divertido y pintoresco. Para su realización se utilizó esta técnica para decorar un muro del restaurante del hotel del Prado. Se decidió moverlo y tras el terremoto de 1985, construir un museo para albergarlo. Dadas las vicisitudes que tuvo que vérselas el mural para llegar hasta la actualidad se aprecia que aún siga existiendo.