Este lugar es un pequeño restaurante de mariscos al que asisten, como seguido sucede, muchos comensales a curar la infatigable cruda. Dentro de esta colonia es muy famoso y tiene ya varias décadas de popularidad. Sus ricas tostadas, empanadas, coctéles, filetitos, calditos, ¡etcétera!(salivo), son la verdad muy ricos, también venden unas sangrías preparadas ¡de lujo¡. En realidad no es un lugar pretencioso y la verdad es que tampoco nada excepcional en cuanto a presentación, pero cumplen con todo las exigencias de los paladares con antojo de un buen platilo de mariscos y no sólo de los que padecen el mal del post party.