Panteón Español

Neta, si quieres que al fallecer tus huesitos queden en este lugar, empieza a ahorrar. No es que esté carísimo, pero barato no es. Si de por sí un sepelio no es barato ahora imagínate aquí.
Llama la atención que se le ha puesto en el cuidado del lugar. Y algunos mausoleos son hermosos, unas auténticas joyas de la arquitectura. Recuerdo que ví uno que parecía torre gótica de catedral .
Por supuesto, uno de los atractivos es la tumba de Cantinflas. Que a decir de los que se encargan del mantenimiento del panteón, es más visitada por sudamericanos que por mexicanos.

Visitar sitios como este va más allá de honrar la muerte (o la vida) es en realidad encontrar arte, cultura y tradición.
En 1886 abrió aus puertas y la inauguración la realizo directamente la esposa del entonces presidente Porfirio Diaz, Carmen Romero Rubio.
Hay criptas enormes de más de 4 metros de largo, con arquitectura clásica del siglo XIX, principalmente de estilo gótico.
Ahí te puedes encontrar al señor y cómico mexicano más famoso: Mario Moreno, «Cantinflas», ¡vale la pena el recorrido!

Allá, en la última esquina de la ciudad, donde Naucalpan se cruza con la delegación Miguel Hidalgo, las visitas son un constante recuerdo de la fragilidad de la vida. El Panteón Español es un lugar que he visitado desde pequeño y, aunque he perdido esa costumbre, la admiración por los mausoleos sigue siendo un recuerdo fiel.
Aquí yacen los restos de algunas personalidades, como Cantinflas, pero lo más interesante es su tamaño, la distribución (como de laberinto) y la cantidad de formas en las que la gente expresa el dolor, u honra, de sus seres queridos.
Hay una capilla muy bonita para las misas y está muy cerca de la entrada. Los panteones de éste tipo siempre son un lugar para admirar cosas muy bellas.
Está justo saliendo de la estación de metro Panteones (porque comparte la zona con otros panteones como el Americano o el Británico).