Parque Lira

Ojalá le dieran mejor mantenimiento a este lugar. Tiene vestigios arquitectónicos interesantes, como los arcos de la entrada.
Es muy grande y arbolado. Hay quienes van a correr allí aunque tiene fama de ser peligroso en cuestión de que suele haber asaltos y la vigilancia es prácticamente nula.
También es muy bonito paseo. Los fines de semana en horas de luz alrededor del mediodía es bastante frecuentado porque te toma un rato recorrerlo.

Cuando las playas artificiales eran la novedad del Gobierno del D.F., además de la Pista del Patinaje del zócalo –para ‘distraernos’ un poco– aquí fue uno de los lugares donde había una. No muy diferente al aspecto hasta el día de hoy, un poco sucio y descuidado por su Delegación, estaba en aquél entonces dicha ‘playita’.
Es un gran terreno que si estuviera al 100% sería un clásico citadino. Sus espacios, en horarios no hábiles son más que un paseo, un peligro.
De la misma manera no e tan conocido el Museo de la Bola que está como fachada de este parque.
Realmente esperemos lo puedan rescatar pronto, porque si es digno de disfrutarse aún ahora en estas condiciones.

Hace muy poco tiempo que lo conocí. Como unos seis meses. Sabía que ahí por la Avenida Parque Lira había un parque, sabía, me habían dicho, que dentro estaba la Delegación Miguel Hidalgo, y visto desde fuera el parque aparentaba ser atractivo. Pero no había entrado. Falta de motivos.
El caos es que una vez entré. Tenía que ir a la delegación, y me agradó el parque. Es idóneo para correr, pues tienen algunas cuestas que sirven de buen reto para adquirir condición física.O para practicar el uso correcto de las velocidades de tu bici.
Adentro del parque está el Faro Poniente. Ahí está, empolvándose. En la parte superior del parque, cerca de Periférico hay un área de juegos infantiles. Alguna vez fui con mi hijo. Es un buen reto a su confianza porque como están situado en una especie de montaña hay juegos para trepar y escalar. Por las tardes chavos que están en la prepa cercana suelen ir a cumplir con sus ‘obligaciones’ adolescentes: cultivar el ocio.

En un par de ocasiones llegué a ir a correr a este parque, que es enorme y en su interior alberga dentro de una construcción que asemeja una iglesia, una biblioteca. El parque es muy arbolado, casi como un bosque, y dos cosas lo hacen, desde mi óptica, singular: en primer lugar, casi todo el parque se encuentra sobre una pendiente, de manera que está plagado de desniveles, y éstos están interconectados por escaleras que por lo tanto suben y bajan caprichosamente; en segundo lugar, tiene diversos parajes en los que se ubica algún objeto o pequeña construcción de carácter peculiar, por ejemplo, en algún punto del recorrido sobre la pista que bordea y se interna en el parque se puede encontrar un instrumento musical llamado gong, junto a un kiosco de estilo oriental; en otro sitio hay una explanada como una pista para patinar, a cuyo extremo se levantan unas columnas de tipo griego; o también un pequeño lago que está casi en el centro del parque. Es un lindo lugar de esos que me hacen lamentar la falta de inversión en su embellecimiento.

Originalmente un enorme terreno con huertos y jardines pertenecientes a la familia textilera Lira Mora, luego expropiado durante el gobierno de Lázaro Cárdenas para ser utilizado como hospicio infantil y finalmente sede de las oficinas de la delegación Miguel Hidalgo, el Parque Lira es uno de los más bellos en la zona centro de la ciudad.
El parque está compuesto por una serie de veredas que corren entre varias colinas sobre las cuales se puede admirar la Ciudad de México. Gran parte de la construcción original sigue intacta y puede ser de interés para los aficionados de la arquitectura histórica; también cuenta con instalaciones más modernas como una pista de skate y los ya mencionados edificios de la delegación. Además, ahí mismo se encuentra el Museo Casa de la Bola, cuyos jardines de plantas exóticas dan una idea de como se veía todo el parque en tiempos antiguos.