Patrick Miller

Si lo que buscas es bailar, divertirte super feliz y tener una noche (o noches) memorable tienes que venir, la entrada cuesta $ 30.00 mxn y las cervezas igual, es como ir a una Kermesse ya que tienes que comprar tus fichas para poder cambiarlas por cerveza, agua o refresco, solo eso.
Las retas de baile son buenisimas y lo mas importante la gente que esta ahi solo quiere bailar y divertirse.

¿Cuantas noches no nos reunimos con amigos y a alguno se nos antoja, después de unos tragos, mover los pies y demostrar nuestra magnificencia en la pista?
Si sus reuniones son cercanas a la Roma y están cansados de pura salsa, bachata y el trance y se te antoja algo de high energy, disco y buenas mezclas hip, definitivamente no puedes perderte de ésta joya de la ciudad.
Mención honorífica al sistema de fichas que maneja el lugar y a lo barato que son tanto los vasos de cerveza como las botellas de agua ($ 30 y 10), ambos necesarios para seguir bailando en las mini arenas de duelo de baile que se manejan dentro del recinto.

Esta pista de baile gigante es por mucho una de las mejores del DF, en la calle Mérida No. 17 en la Roma Norte, se encuentra la diversión. Aquí podrás venir hasta con tus papás para que te enseñen cómo se divertían en la Disco allá por los 70, 80 y los 90. Aquí le sacarás brillo a la pista con las rolas de Donna Summer, Cyndi Lauper, Technotronic, y cientos más.
El lugar es enorme, el cover es de tan sólo 50 pesitos y la chela cuesta 30, hay una terraza para fumar, la seguridad está al cien por ciento y la atención ni se diga, aquí no sólo disfrutan los chilangos, verás mucho extranjero guapeton. Así que ya sabes, sí quieres bailar, recordar, y vibrar con el High Energy, pero además, echarte un taco de ojo tienes que visitar el Patrick Miller.

Y como cada fin de semana por la noche decimos «que no paré la fiesta, dont stop the party», Patrick Miller sucumbe a nuestros llamado. Aquí dejamos todo el pose en la entrada para poder pasar a un mundo lleno de luces y música. Un lugar donde todos venimos a partirnos mostrando nuestros mejores y peores pasos.
Porque de eso se trata aquí, de pasarla a gusto sin importar qué tan buenos somos bailando.
Lo que prevalece es la música ochentera. Esta bodega enorme es un arma de doble filo que nos ofrece una fiesta realmente retro enlazada con las mejores épocas de nuestra historias y nos ambienta a disfrutar del baile en forma de círculos, como para dar cada uno su mejor espectáculo.
No es por nada, pero la primera vez que entré a este mundo fluorescente, descubrí que nadie se puede quedar parado sin bailar, en serio, todos bailan, como sea, y te encuentras de todo, personas de todo tipo y de cualquier clase social. En realidad eso es lo que menos importa cuando estás aquí.
Los viernes son de Patrick Miller, no hay más. Debes de conocerlo y disfrutar de la noche, quitarte un rato la pena y salir para entrar a otro mundo donde siempre está lleno de gente que sabe cómo divertirse y cómo (aunque no todos) bailar.

Considerado un santuario de la música que encendió las pistas de baile durante la década de los 80, 90 y principios del año 2000, el Patrick Miller es uno de esos lugares de especial encanto en las entrañas de la Ciudad de México.
Como ya es costumbre, por más de dos décadas, en este sitio, con pinta de ser una bodega habilitada para armar fiestas retro, suenan cada noche de viernes los potentes beats de clásicos del high energy, números musicales que hicieron brillar a estrellas como Donna Summer, Cindy Lauper, Divine y a consagrados genios de la música disco como Giorgio Moroder o bandas como Blondie, Siouxsie & the Banshees, entre otros.
Llegar al Patrick Miller, ubicado en la calle de Mérida número 17, en la colonia Roma Norte, es adentrarse a la atmósfera de un lugar en donde un pasado sonoro permanece constante, al ritmo de hipnotizantes luces robóticas, rayos láser, lámparas néón y una glitter ball que cuelga al centro, para acompañar los pasos de baile de los fieles asistentes que, cual si fuera un ritual, forman círculos al centro de la pista para bailar e impresionar a quienes por primera vez visitan ese lugar, en donde la cerveza se compra con fichas de colores, y la fiesta concluye al llegar las 3 de la mañana.

Imagina que entras a un lugar fantásticos donde imperan los colores fosforescentes, la luz de estrobo, peculiares vestimentas para bailar y círculos en las que se pelean battalas de baile. ahora imagina que este lugar existe. Te estoy hablando del Patrick Miller, lugar ubicado en la colonia roma que siempre se ha caracterizado por tener buen ambiente, todo tipo de gente y estar siempre lleno.
Entrar es toda una experiencia ya que hay batallas de baile en cualquier lado donde voltees, pero ojo, no cualquiera puede entrar porque aquí se trata de sacar tus mejores pasos de hi-​energy para ganarte tu espacio en la pista. Si subes al segundo nivel puedes ver las batallas mejor o bien, darte un respiro del sofocante calor que se siente en la parte de abajo.
El cover es muy moderado y las chelas son bastante baratas.
Como tip te recomiendo ir en las noches de Hi-​energy y, cuando llegues al lugar, compres muchas fichas de cerveza para no quedarte en la línea de la caja por años.

El lugar ideal para ir a sacar tus mejores (a.k.a peores) pasos sin temor a lucir ridículo, para sudar la banda ochentera en la cabeza, hasta que la ombliguera de los 90’s quede transparente.
Sólo abre los viernes con noches temáticas: las más concurridas son las de Hi-​NRG clásico, que le dieron el estatus que goza, pero en lo personal prefiero las de 80’s, 90’s y 00’s, desde Be My Lover hasta La Chica de Humo y La Macarena, pasando por el Harlem Shake y algunas de New Order.
El cover, así como las cervezas -$ 30– y el agua (lo único para beber), se adquieren con fichitas, así que mueve tus piezas sabiamente para comprarlas a tiempo y conserven una buena temperatura, pues cuando está lleno, ese bodegón de la colonia Roma es un verdadero horno.
A este sitio vale la pena asistir simplemente para observar los clásicos círculos de peleas de baile… todo lo demás, es un plus.

Si eres de esas personas a las que les gusta bailar… ¡Hemos llegado al sitio perfecto! En lo personal creo que soy demasiado fanático de la música de los 80, 90 y más… El Patrick Miller es uno de esos lugares que promete una noche de diversión extrema, la pista de baile es enorme como para hacer tus mejores pasos de baile y disfrutar al 100.
En esta disco van todo tipo de personas, me refiero a que van desde los más chavitos (+18) hasta señores de 45 años o más y eso en lo particular me gusta porque ahí es cuando te das cuenta lo padre de la música y lo mejor que aún la podemos compartir o más bien, otras generaciones la están compartiendo con nosotros.
Bailar toda la noche en el Patrick Miller asegura una destrucción total… ¡pero de cuerpo! Vale la pena venir a este lugar, además un viernes de cada mes es de clásicos, ¿se imaginan? Aún mejor…
Una cosa que realmente no me hace feliz es que para los que las cervezas sí están un poco caras, pero vale la pena gastar un poco más por un muy buen rato de música disco.

Porque hasta en las fiestas hay clases, y no me refiero a las socioeconómicas o religiosas, no. Porque no es lo mismo ir a una cantina que ir a una disco; ir a un bar que a un antro. Y, afortunadamente para todos los habitantes de esta urbe, existe una disco en particular que, más allá de lo que el nombre pueda decirte, es la indicada para ir a moverte.
Hablamos de Patrick Miller, obvio. Ubicada en la Roma, esta bodegota implementada en Discoteca –que la verdad es lo que menos importa ya que disfrutas de esquina a esquina-​, es la reina de la ciudad los viernes por la noche. Y es que está céntrica su ubicación, es realmente económica y lo más importante, vas a disfrutar cada momento de la noche.
Movida por el Hi-​NRG (High Energy), género que en Italia era conocido como Italo-​disco, Patrick Miller te pone a bailar aun seas rockero, bohemio o metalero. No hay más, Patrick Miller es el lugar preciso si quieres ir a degustar ritmos prendidos y unos vasos de cerveza.
Date una vuelta, quítate los estigmas y ve a disfrutar. Encontrarás toda clase de personas, de todas las edades y te vas a maravillar con el juego de lásers que avientan al centro de la pista al hacerse el obligado círculo.
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