Pizzas Piccolo

Muy ricas, el queso excelente sabor, lugar muy cómodo y las mesas tienen todos los condimentos que puedas desear. Muy familiar

Debo admitir que pasé muchas veces en frente de esta pizzería sin que sintiera el menor impuso de conocerla (quizá por el prejuicio de la zona), hasta que llegó el buen día que me invitaron a las pizzas Piccolo. Una vez adentro descubres el gran contraste del interior con el exterior, por afuera el lugar es muy común, pero por adentro es muy confortable, su decoración es rústica, parece una linda cabaña, muy agradable.
Cuando llegó la pizza a la mesa pensé «es muy pequeña», pero no vi que las rebanadas son muy gruesas, después de tres rebanadas ya estaba más que satisfecho, (y eso que yo como en promedio cinco rebanadas de una pizza común). El queso es buenísimo, está dorado. Debo admitir que es el mejor queso que he probado. Por eso he regresado a las pizzas Piccolo. Me hice adicto a su queso.