Puntarena

Un rincón en pleno corazón del zócalo que sorprende por el menú, ambiente, servicio y bar. Lo descubrimos de casualidad y decidimos probar porque no era cocina mexicana tradicional, que ya habíamos probado. El lugar esta compartido con un patio interno de México down town, un lugar con oferta de comercios exclusivos, hostel y demas restaurantes.
Ademas del restaurant, en su entrada el lugar parece una panadería, ya que también cuenta con un espacio muy acogedor para un café, merienda o desayuno.
Pedimos risotto y pesca del día. Simplemente exquisito. La oferta de vinos es muy buena y variada.
El precio esta un poquito por encima de la media de la zona pero ofrece otro tipo de cocina.

Que les puedo decir amigos, la verdad este lugar no valió la pena. Tenía mis expectativas muy altas, solo para darme cuenta que ninguna fue realizada.
Para empezar, ese día específico, la plaza en donde este lugar está localizado NO TENÍA AGUA. Si… No tenía agua, es decir los baños no servían, mucho menos los lavamanos.
Luego, el servicio más lento y (perdónenme de todo corazón…) menso. La muchacha que nos llevó a nuestra mesa nunca nos dio nuestros menús, PERO antes de llevarnos a la mesa si había agarrado los menús. Sabe, tal vez se le olvido… Se la fio… PERO luego le pedimos menús a un mesero, que hizo lo mismo que la muchacha… Dios me libre! Por fin el gerente noto la carota de insatisfacción que traíamos y procedió a investigar por qué. Luego de resolver nuestro dilema de los malditos menús, pedimos nuestra comida pero ahí esperamos otro buen rato para que nos llevarán la pinche comida.
Lo bueno es que la comida estaba rica, por eso les regalo dos estrellas.
Qué pena, Puntarena. Salí muy decepcionada de este establecimiento.

Este lugar fue mi súper hallazgo, para empezar la decoración es increíble, su jardín vertical con una bicicleta y con el techo abierto hace que se te olvide que estás en nuestro caótico centro jeje, entramos a este lugar para comer algo ligero y pedimos tres entradas para tres personas, terminamos súper llenas, el ceviche es altamente recomendable; además tienen a una señora que solo se dedica a hacer salsas al gusto; su variedad de cervezas no es muy amplia pero tienen cócteles. El personal es súper amable y atento. Si buscas un oasis en esta ciudad es una gran ciudad.

Fui con mis amigas de la oficina un día que nos queríamos consentir (era quincena). El lugar está súper bonito, la terraza tiene una pared enorme verde (ósea llena de plantas) y está súper iluminada entonces dan ganas de estar ahí.
De precio luego luego vimos que es caro pero decidimos quedarnos porque nos llamó la atención. Pedimos unas croquetas de jamón serrano muy ricas y luego cada quien dos tostadas. La primera que comí era de spicy tuna, estaba rica pero creo que estaba mezclada como con mayonesa entonces eso la hacía menos fresca. Luego comí una de camarón verde. Estaba buenísima lo malo es que me picó un buen y casi no como chile, pero valió la pena! Podría parecer que era poca comida pero quedé satisfecha.
Luego no pude evitar comerme un fondant con helado de vainilla para mí sola. No es el mejor que he probado pero me gustó mucho. Si andas en el centro y quieres comer en un lugar bonito lo recomiendo. Eso sí, te va a salir algo caro.

La comida es muy rica, probé la ensalada de palmito con aguacate, la ensalada de pulpo y los tacos de camarón, no tenían langosta. El servicio muy bueno aunque si te toca el mesero argentino aguas! Hay que agarrarle el modo y es un poco mamoncin, pero bueno qué se puede esperar de un argentino. Entre 12 – 1:15 pm solo tienen servicio de bebidas porque según ellos están en el cambio de desayuno a comida. Así que si fuiste ahí a la hora del lunch no hay nada. Lo mismo en el azul histórico

Como fiquei alguns dias hospedadas no Downtown, fui a este restaurante para um jantar com colegas depois de um dia de trabalho. O ambiente é 5 estrelas: gostei muito da atmosfera intimista, super agradável. Os atendentes são gentis, mas demoravam bastante para vir à mesa. A demora, aliás, é um dos motivos pelos quais dou apenas 3 estrelas ao local — a comida levou bastante tempo para chegar à mesa.
Gostei do meu Cosmopolitan e da massa com camarões e molho semi-​picante que pedi, mas acho que, para um restaurante que cobra preços bastante salgados, o serviço precisa ser mais rápido e, a comida, mais especial. Provei um pedacinho do peixe-​espada de um amigo, e não gostei muito, mas o atum do meu outro colega estava delicioso, definitivamente a melhor escolha do nosso grupo.
Vale a pena para uma noite romântica e sem pressa, mas prepare-​se para gastar bastante.

Uno de los restaurantes «vip» dentro del complejo DownTown hotelero que es más un centro de compras y restaurantes que hotel. Este tiene especialidad en pescados y mariscos, entonces como yo no soy nadie para discutir las especialidades me tuve que pedir un pez espada asado con pimienta.
Retrocedamos y vamos a la decoración. Impecable raelmente. Lindísimo el restaurante con patio abierto QUE DA A LAS HAbITACIONES DEL HOTEL (eso se leerá en detalle en la reseña del hotel) y con un jardín vertical hermoso.
La atención como en todo lugar de categoría mexicano pasa a ser MOLESTA de lo cordial. Tenes 5 mozos alrededor tuyo constantemente moviendote un cubierto, arreglandote un vaso, retirándote el plato EL SEGUNDO que terminas y cosas así.
La comida muy buena. Uno de mis compañeros (Hey Julio!) pidió un atún apenas sellado que iba como piña. MI pez espada estaba muy bueno aunque la guarnición medio rara, papas fritas normales tipo Mc. No combinaban bien.
En la mesa también hubo una ensalada de palta y camarones sobre hojas de lechuga y salsa medio picante que ESTABA GENIAL. (Oi Fe, eso no estaba picante!)
Así que en general bien. Es caro, pero es re top y lindo. Y hay que pagar los 18 mozos que te hacen la vida imposiblemente cordial.

Llegué a este restaurante prácticamente por accidente. Ha sido una extraordinaria sorpresa. Nada barato. Arriba del promedio pero en su sabor y en su servicio también arriba del promedio; el servicio de los meseros es extraordinario y la comida, me he comido un atún que me ha invitado a regresar a comer a este restaurante.