Tamales Teresita

llevele, llevele que son de a 10. los tamales de tete son muy popukares en la zona, con una receta clásica y excelente sabor y consistencia. estos tamales son la onda en el rumbo. el locak no es muy bonito pero puede considerarse kitch. mencion aparte merece su vitrina con refrescos milenarios

Se auto proclaman «los creadores de las orejas de elefante» esas enormes y deliciosas milanesas que se salen del plato y se acompañan de papas o ensalada ¡Dios existe!
Sus tesoros no se limitan a las orejas, el botín se completa con los tamales y el atole que sacan en dos horarios al día: 7:30 am y 6 pm. Si son diurnos vayan temprano para que les toquen porque a eso de las 8:30 o 9 ya volaron.
Para probar las orejas normales, al horno o la especial Teresita que va con papas a la francesa, jamón, queso gratinado, frijoles refritos, chilaquiles y plátano macho (sólo para campeones), lleguen a las 9.
Si les interesa hacer pedidos de tamales para un evento vayan o llamen con 3 días de antelación y considerando un mínimo de 50 piezas.
Ojo: los turnos para entrar (siempre hay fila) van del 1 al 20 y vuelven a empezar, así que hay que estar atentos porque si no oyen a la primera, habrá que pedir otro y volver a esperar.
Ojo 2: lo dice claramente en su menú pero para todos los despistados, en caso de que quieren pedir para llevar, deberán agregar $ 2 más por cada contenedor o desechable que necesiten.

Si no conocen este lugar, no son amante del D.F. Tamales Teresita es popular por crear las orejas de elefante que no son más que milanesas extra grandes (35 cm) con queso derretido, jamón, plátanos, papas o frijoles, como gustes.
La espera es desesperante pero probar una de estas delicias vale cada segundo. Para acompañar un agua o atole de limón (ya que andamos al tope con las calorías que mas da)
La atención puede parecer lenta pero es muy buena, al final saldrán con el estomago a reventar y una sonrisa de oreja a oreja.

Para que no digan que lo sabroso y barato no se llevan, Tamales Teresita es un pequeño restaurancito desde que lo conozco. Eso sí, cuando era niña, era atendido por uno de los hijos de la señora Mercedes, los nietos unos en la cocina, otros en la caja ayudando al papá.
En la mañana o en la noche los tamales tienen buen sabor, pero acompañarlos con un delicioso atole de guayaba no se compara. El atole no es de ese de sobre, es de fruta natural. El chocolate, si espumoso y muy rico servido en una taza, como lo hacían las abuelitas.
La especialidad es la milanesa al honro o mejor conocidas en la zona y como la tradicional oreja de elefante y se llaman así porque son enormes, se acompañan con frijoles refritos y papas a la francesa con queso gratinado.
Las milanesas de 25 cm, están empanizadas no con el tradicional pan molido, sino con galleta que le dan un sabor muy diferente. También las hay con jamón, con plátanos fritos, a elegir la que más te apetezca.
Las enchiladas, igual preparadas al horno con su quesito gratinado y rellenas de pollo, otro manjar. Ahora para acompañar tus alimentos, puedes pedir un agua. El vaso te cuesta 15 pesos y la jarra 32, de esta última salen 4 vasos. Los sabores que vienen manejando son limón, guayaba o papaya, pero pueden variar.
Una persona come con 80 a 100 pesos tomando en cuenta una milanesa al horno, una jarra de agua y tu bolillo. Pregunta por Samuel, es el anfitrión y quién de niño siempre ayudaba a su papá en el negocio. No temas por la zona, está vigilada y los mismos vecinos cuidan las fuentes de empleo.