Texcocana

Comparado con su enano tamaño, el precio de estas tortas te parecerá un poco desmedido. Pero apenas des un mordisco entenderás que lo vale. Con ingredientes poco comunes, de bacalao, de mortadela, barbacoa o de paté, las tortas de la Texcocana tienen algo que las hace únicas. En su sabor adivinarás una tradición, como si pudieras paladear los años, la experiencia. Te harán suponer que hace mucho tiempo, hacer tortas era algo serio y los torteros se esforzaban por lograr un buen sabor y crear recetas propias. Entenderás que las tortas esquineras, de milanesa o pierna, bañadas en aceite quemado, no mercecen llamarse así. Te preguntarás entonces qué es lo que hace tan especial a la Texcocana. ¿Los casi 70 años que en este lugar se han hecho tortas? ¿La combinación exacta de chipotle con aguacate? ¿El aroma a barbacoa?¿Los meseros uniformados, recién salidos de una película de Juan Bustillo? ¿Qué es? ¿Qué?

La Texcocana es una de las torterías más antiguas de la ciudad (1936) y de mis favoritas desde adolescente. Las preparan frías y sin grasa, como debe ser. Con unas teleritas con un sabor especial que siempre te las dan del día, frescas. Son famosas las de carnitas y las de bacalao, aunque hasta las más sencillas, de sardinas, son ricas.
La clave de lo diferente también está en algo muy sencillo: todas llevan aguacate machacado y chile chipotle. Además, cosa extraña, todavía le puedes añadir chiles verdes, que te los dan «toreados» en una cazuelita de barro.
El sitio comenzó como miscelánea y al dueño se le ocurrió un día hacer tortas con los mismos ingredientes que vendía: De ahí que son clásicas las de jamón, las de queso de puerco, las de pastel de pollo, las de sardinas… ¡Una delicia a precios muy económicos!

Las tortitas la texcocana, estas tortitas emblemáticas de la calle de independencia, ahí frente al metropolitan, desde 1936 han estado haciendo tortas y se han hecho maestros, tan es así que han recibido varios premios en la feria de la torta: «La torta más rica 2005» para su torta de carnitas, «La torta más rica 2004» para la de bacalao, «La torta light 2005» para la de aguacate. Su éxito les ha permitido abrir una sucursal en la colonia Juárez, pero la verdad siento que no saben del todo igual, aunque la receta e ingredientes sean lo mismo el toque del tortero es único.
Bueno estas tortitas me gustan mucho, pero no para cuando el hambre ataca, pues si son unas minitortitas y no sé si sea mi percepción, pero creo que con el pasar de los años el tamaño de la telera ha disminuido para llegar a ser una tortita casi bocadillo, es por eso que solo cuando ando de antojo paso por una, pero no para hacer una comida, por que para esto tendría que comerme unas 5 tortitas y al precio que están la verdad ya no sale, pues cada una cuesta entre 23 y 30 pesos.
La más recomendable y mi favorita es la de carnitas, las carnitas son muy buenas y no estoy seguro pero casi parecen estar preparadas al horno por que no tienen nada de grasa. Otra torta muy rica y que en pocos lugares se encuentra todo el año es la de bacalao, otra más sencilla que me gusta mucho es la de paté.
Son unas tortas muy sencillas, no llevan más que el pan, un guacamole que está buenísimo y la verdad creo que es lo que las hace ser tan buenas, y el ingrediente principal o ingredientes si las pide combinadas, pocos ingredientes, pero muy buenas, definitivamente si pasan por aquí hay que probar una.

La Texcocana lleva más de 70 años, tortería que era una pequeña tienda y se transformó en tortería, con tan solo 12 metros cuadrados, La texcocana ha cautivado a cualquiera que haya probado sus tortas frías, ya que no hacen tortas calientes, pequeñas y sencillas, pero como mucho sabor.
Para mí, como el ex presidente Miguel Alemán que pedía sus tortas de pierna horneada con sus chiles en vinagre, o tal vez la clásica torta de jamón que probara Fidel Castro.
Total que venir a la texcocana, se podría decir que es el Museo de la Torta en nuestra ciudad, ya que admirará las fotografías de todas las personalidades que no sean resistido a «echarse una torta».

Un par de torteros hacen tortitas detrás de una vitrina de cristal, mientras, la espera se siente como estar en presencia del abuelito de Subway, la franquicia de emparedados.
Preparan tortas de sardina, paté, bacalao, queso de puerco, queso panela, entre otras combinaciones discretas y sencillas (no hay «la cubana», ni «la vikinga», ni nada de eso).
Una torta da ternura en lugar de quitar el hambre, así que pide dos o tres, calcula bien antes de formarte, pedir y esperar a que te las preparen.
Una tortería antigua que ofrece un delicioso show nostálgico.