De un tiempo acá tengo un trauma con el helado de yogurt y me dan ganas de probar todas y cada una de las tiendas que veo. Iba caminando por la calle de Tamaulipas en la Condesa y me encontré con un local muy chiquito de helados y me acerqué a probarlos. No tenía idea del concepto de ahí, pero vi que tenían letreros con muchos sabores disponibles, cuando llegué la chava fue muy linda y me explicó que ahí la idea es que cada cliente«cree» su helado, pero a diferencia de las heladerías donde se agarra el vaso y se llena con los sabores y toppings que gusten, aquí se elige desde la base del helado, puede ser soya, leche, leche light, leche deslactosada, agua o, mi fuerte, yogurt. Después de elegir la base, se elige el sabor de entre los más de 50 diferentes que se dividen en naturales, deli, premium y esencias. Se elige el tamaño entre grande o chico y es todo. Con eso, alguna de las chavas comienzan a hacer el helado desde cero, combinan los ingredientes, llenan el vaso y entregan. Me pareció algo innovador y muy interesante porque es para todos y la posibilidad de combinar y diseñar el helado es maravillosa. Deben probarlo. Consejo: pueden empezar con el tamaño chico para decidirse. También prueben las crepas.