Lo mejor de esta tortería, además del gigantesco tamaño de sus tortas, es que no las preparan con prisa. A una torta hay que ponerle amor para que este buena ¿o no?. Todo lo que pidan viene con aguacate, chipotle, jitomate y frijolitos; además el pan siempre viene bien tostadito y delicioso. Aunque todas son excelentes, mi favorita es sin duda alguna la de milanesa, también las de queso son buenísimas. Por ahí dicen que cuando María Félix vivía en Polanco se daba sus vueltas por esta tortería.