Pitiona

Los meseros súper atentos rápidos, la mejor comida que eh tenido en meses, los baños súper limpios rústicos, todo te explican que es y cómo lo hacen
La próxima vez que venga iré ahí

Lo que en muchos lugares no pasa de vanagloria o buena intención, en Pitiona es una maravillosa realidad: cocina de autor en constante diálogo con la gastronomía popular. No son sólo inspiraciones o reinterpretaciones, sino un verdadero gusto y un enorme respeto por la comida callejera, cotidiana, incluso comercial.
Muchos de los platos insignia (que cambian regularmente) llevan nombres a los que estamos por completo acostumbrados (sopa de fideo, tacos de lechón, ceviche, tostadas, gorditas, buñuelos), y sus ingredientes son una evocación alucinante de lo mejor del sazón vernáculo. La cosa es que acá todo está hecho con maestría técnica al alcance de muy pocos cocineros y con una enorme dosis de audacia; audacia para no ocultar sabores ni texturas, para combinarlos de forma por demás libre, para llevarlos a sus maravillosos extremos.
Es muy recomendable el menú de degustación, de seis o nueve tiempos. La sofisticada carta de mezcal, whiskey y otros alcoholes redondea una experiencia auténticamente imperdible.

Excelente comida y sitio. Buen ambiente. Pedimos el menú degustación de seis platillos y todos estaban realmente buenos y originales, y mucha cantidad. Únicamente uno de los platillos no nos pareció gran cosa (unos fideos), pero aún así estuvo muy bien. Servicio muy atento y amable. Recomiendo la trucha!

This is one among the crop of new-​ish «cocina de autor» (i.e. the trend of the last 5 – 7 years) restaurants in Oaxaca. I recently dined on a Friday night and the place was quite full, suggesting that there are enough people in Oaxaca willing to pay top prices – relative to the Oaxaca economy – to dine. My companion and I both ordered the 6-​course tasting menu, which included five very small plates and a dessert for $ 640 pesos (wine was not included, but at 75 pesos for a mediocre glass of a Baja blend was not a bargain).
The first plate was basically a mini-​sope with suadero (chopped beef from a particular cut) that while good, did not dazzle. I was thinking that there were many places on the street where one could purchase something equally good in a large portion at a fraction of the price. The second plate, tiny slivers of delicate fish on a foamy sauce, was outstanding and we both wished we could get an entire plate of it. The third course was Pitiona’s take on fideo; those in the know will recognize that as one of most common (and economical) soups in Mexican cooking. The innovation here was to add three spheres of Oaxacan quesillo that magically dissolved in the mouth – a feat obviously inspired by so-​called molecular cuisine, but one that did not justify serving something as boring as fideo. The fourth plate was a wonderful fish with fish-​skin chicharrones, which was perhaps our other favorite morsel. The next plate, a braised beef «pata» was flavorful, but the finely diced gelatinous cartilage that topped it did not particularly add to the presentation. The mini flan dessert with «milk sheet» was rich and creamy and left you wanting more.
All in all, I’m glad I finally tried Pitiona after having walked by here a million times. Some of the plates truly shined and demonstrated creative takes on local ingredients and flavors. Would I go back? Probably not, as I think there are better places for the price. The staff was attentive but didn’t seem to know anything about the wine and sort of balked when I asked for regular water rather than the expensive bottled water that they automatically poured when we sat down.

Super cool space on a great strip on places in Oaxaca. Tacos de Lechon were the highlight. Shrimp ceviche with watermelon was great. Pork and black bean terrine was great. Coffee service was on point.

Recommended by one of my boss, Pitiona is a high-​end restaurant in Oaxaca city, offer ing some of the fine dining Oxacan cuisine. The ambience at the restaurant is nice. Although the kitchen closes at 11 pm, we went to the restaurant at 10:30 and ordered food before the kitchen closes. That’s okay and we stayed longer later than 11.
I ordered soup, avocado duck and had a glass of red wine called Petite Serah. The wine tastes like Merlot and easy to drink. At the beginning, the restaurant gave us appetizer of little tuna, with cheese and caramelized peanut. It wasn’t much but it was meant to cleanse the taste pallette after the tostadas.
My avocado duck was very good. It came in three pieces, roasted and covered with avocado and guacamole. If you don’t mind paying for the high price, the dishes are quite nice.

La Comida esta super mega Rico. El servico excelente. Aguas frescas.

I LOVE Pitiona. I’ve been twice and had the six course tasting menu both times, a year apart. I was a little surprised that the menu was the same, but not at all disappointed. I love the presentation. It truly is a feast for the eyes (especially the domed smoky fish, which you can’t see until the top is lifted and the delicate smoke wafts out.) I also got quite a kick out of the tomato soup with noodles and balls of liquid cheese. They stay true to their shape (round) until you pop them into your mouth and the cheese just dissolves.
The first time I went, my friend and I shared the mezcal pairing. Our waiter was a fantastically friendly guy and even though we were sharing, he gave us each full pours and joked with us about it. The second time, I opted to skip the mezcal pairing (6 mezcals is a LOT of mezcal :))
All in all, a great dining experience and the pricing for what you get is considerably less expensive than you’d pay in a similar restaurant in the states.

The staff was great, attentive, and kind… high end feel was accomplished, but a bit too fru fru for me. The price was a bit expensive for size of main dish that I choose. Our dinner items included: Sopa de Fideos 85.00, Pescado con Chichilo 195.00, Camarones con Pipian 240.00, Tanqueray (2) 140.00, Fever Tree (2) 100.00, SUB-​TOTAL $ 760.00. Glad I experienced, but I don’t plan to go back.

Cuando se está en la ciudad de Oaxaca se pueden visitar una gran variedad de lugares y restaurantes donde se puede comer muy rico. Es una ciudad que se acopla a cualquier tipo de exigencias, en cuanto a gustos y a bolsillos, desde los más caros, hasta los más baratos. Hay restaurantes que son casi un símbolo por el tipo de comida tradicional que ofrecen a los comensales, además de la originalidad y elegancia de sus platillos
Por ejemplo, este sitio que se ubica no muy lejos del centro de la ciudad, se puede comer muy rico. Acá se pueden probar varios platillos típicos de Oaxaca, en realidad es un restaurante que ofrece platillos gourmet. La variedad es muy amplia, pero la verdad que no es un restaurante donde los precios sean accesibles, es un poco caro, pero creo que vale la pena probar. Yo recomiendo pedir venado en cualquiera de sus presentaciones, estoy seguro que no se arrepentirán, creo que es la mejor carne que he probado.

Me parece que es bueno para vivir la experiencia pero no sería cliente frecuente.
Es emocionante escuchar, ver, oler e imaginar estos platillos, incluso es muy reconfortante verlos en vivo y en directo. Algo que realmente aplaudo es el buen servicio que tienen, el personal se encuentra realmente capacitado y sabe cada cosa, cada elemento y cada sutileza del platillo; lo agradezco porque ya que uno va a pagar mínimo 200 pesos por persona, lo menos que esperas es que sepas qué te estás comiendo.
No obstante me resulta muy muy costoso y francamente no me sorprendió en cuanto a sabor. El concepto está muy bien cuidado en cada uno de sus elementos y tal vez ahí radique el por qué de los costos.
La carta de bebidas es amplia y en lo que respecta a los mezcales, tienen variedades y marcas reconocidas y buenas pero los costos realmente son muy altos. Y miera que valoro el trabajo que hay detrás de cada gotita de mezcal.

Hola chic@s:
El Restaurante Pitiona es uno de los pocos sitios donde puedes encontrar la gastronomía oaxaqueña; pero de una forma gourment, para esos paladares que saben degustar de un buen platillo; sobre todo que tengan esa calidad. El lugar es amplio y cuentan con un buen servicio del personal; desde que entras te hacen sentir en casa. Algo que a lo mejor no es agrado de tod@s, es que el precio de sus platillos no es tan flexibles; por lo que sugiero que ahorremos un poco para consentirnos y poder degustar de sus excelentes platillos.
Como mencione anteriormente el precio del lugar no es tan flexible, debido a que es tan gourment si son algo caros; pero no por eso nos prohibí degustar alguno de sus platillos. Es excelente para hacer reuniones o celebrar un evento en especial, algo que si tienen es que te consienten a todo lo que da. Desde que te ponen tu platillo te enamoras enseguida de éste; debido a que lo montan o lo sirven de una manera espectacular, que casi en la mayoría pocos se resisten en tomarle una foto; que en pocas ocasiones dices «no me lo quiero comer», debido a que esta bien decorado :); pero créeme que vale la pena probarlo, son tan exquisitos los platillos. Te recomiendo que para picar elijas los molotes de plátano (típicos del Istmo).

Una experiencia inolvidable para los paladares más exigentes es sin duda este lugar, si quieres consentirte a lo grande, la Pitiona sin duda es el mejor lugar para hacerlo, un espacio para poner a prueba tus papilas gustativas.
Si bien el lugar no es lo que se dice económico, vale la pena invertir en una comida inolvidable. Las fusiones gastronómicas que parten del sabor multicultural de Oaxaca para degustar de verdad platillos por demás inteligentes y sabrosísimos.
¿Por qué no darte un gusto con unas deliciosas tostadas de pulpo o un ceviche de camarón con Sandía? También puedes ir directo al plato fuerte como unos deliciosos tacos de Lechón, acompañarlo por una de las muchas variedades de mezcal que sirven ahí y pedir de postre un sabroso buñuelo con mousse de quesillo.
El lugar es amplio y cuenta con 4 salones, para atender tu paladar; quizá sólo quieras irte a tomar unos mezcales al salón de los mezcales o un buen vino al salón de la cava.

Es bonito lugar, donde ofrecen cocina de autor, sin lugar a dudas uno de los mejores restaurantes de Oaxaca. Comida mexicana moderna, servicio perfecto y decoración muy bonita. Caro pero lo vale. Volvería y lo recomiendo ampliamente. La presentación de los platillos es de fotografía, una gran creatividad del chef.
Si te gusta las nuevas tendencia culinarias este lugar es para ti, todavía me acuerdo de los tacos de lechón y la sopa con bolitas de espuma de quesillo delicioso; excelente atención en un ambiente agradable y confortable.

Pitiona está considerando dentro de los 50 mejores restaurantes de Latinoamérica. Su propuesta es comida oaxaqueña de autor. Al entrar a este lugar te das cuenta que todo está perfectamente bien cuidado y pensado. El menú del restaurante siempre está en constante evolución, así que mi recomendación sería que pidas el menú degustación para que puedas probar y conocer la propuesta del lugar.
Los tacos de lechón, el pescado con chichilo ahumado y el aguachile de camarón fueron de las cosas que más me gustaron. También los tacos de rib eye con salsa de chitacana están buenísimos. El lugar destaca también por su gran amplia carta de whiskeys y de ginebras.

Sin temor a equivocarme puedo decir que es uno de los mejores lugares en los que haya comido. El esmero por parte de cada una de las personas en cuanto al servicio realmente se nota lo involucradas que están con lo que hacen y lo que sirven.
Existe gran variedad en cuanto a los platillos que se degustan, realmente te recomiendo atreverte a probarlos y experimentar cada toque de sabor encapsulado en cada uno de ellos.
El ambiente es muy tranquilo, propicio para una cena íntima, y amena, el chef es muy talentoso y un gran anfitrión. Su staff está muy bien capacitado y brinda un excelente servicio.
Si tienes oportunidad no dejes de conocer este famoso restaurante de comida de autor, un concepto diferente.

Pitiona es muy excéntrico.
No lo digo en mal sentido, es que es así de verdad, pero ese es su encanto.
Y es que, no lo podemos negar el menú no se trata de que algo «se te antoje», sino que te de morbo de probarlo y de ahí te encante.
No es un lugar para todas las personas, ya que hay gente muy negada a probar cosas nuevas, así que mejor ni vayas con ellas, el chiste es aventurar el paladar.
¿Qué platillos podemos encontrar aquí? Les voy a dar nada más una breve lista, para que se den un quemón: tetelas de venado, jamón serrano de pato, sopa de gallina vieja, papada con pulque, torta de milanesa de venado… y así todo.
Lo anterior es lo que he probado en mis visitas, ¿y sabes qué? ¡NO ME ARREPIENTO DE NADA!
Todo ha tenido un sabor espectacular, enserio, no sé porqué no comemos venado con la naturalidad de alimentarnos con pollo.
Cada vez que visito Pitiona es como una aventura nueva, no sé que voy a probar, todo quiero (¿y a la vez nada?).
Lo mejor es que si alguien podría decir que probó todo y ya se aburrió pues avísenle que el menú cambia cada cierto tiempo.
Yo conocí este lugar por un reportaje en una revista, y parece que el chef es muy famoso internacionalmente… así que ¿qué están esperando para ir?

Es un mal momento para hablar de la pitiona pues ya es la hora de la comida y aún no he comido pero bueno, primero que nada este es un restaurante muy diferente a los demás pues no se trata e comida local tiene un toque bastante diferente.
Los tacos de lechón y la sopa de queso Oaxaca es mi menú individual perfecto, si van en grupo les conviene pedir el menú degustación ya que ustedes piden los tiempos que desean y pues comen más.
Tiene algunos platillos raros como de pato y venado, todo vale la pena pero también depende del tipo de paladar que tengas ya que hay algunas opiniones contrarias pero aún así vale la pena que visites este lugar.
El ambiente es tranquilo, el servicio es adecuado y a mi gusto es un poco formal el ambiente que se maneja aquí así que no te vayas a ir de traje o cosas así pues nada que ver, por cierto se vale chuparse los dedos.

Sin duda alguna a lo largo de mi recorrido en Oaxaca me he encontrado muchos restaurantes y cada uno es diferente pero Pitiona se ha ganado mis 5 estrellas como ningún otro local y ahora les digo por qué.
1.- El precio es justo lo que se debe pagar por comer bien.
2.- Tiene menú degustación el cual si es caro pero tiene 6 y 9 tiempos.
3.- Tiene antojitos calientes como tetelas de venado (muy rico), molotes istmeños.
4.- Tiene antojitos fríos como jamón serrano de pato (jamás lo había probado).
5.- Sopas comunes pero muy ricas.
6.- Postres como la empanada de lechilla.
Con eso ya hasta me dieron ganas de cenar pero es que todo lo que he probado aquí es delicioso y la atención que brindan es perfecta, la verdad no tengo ninguna crítica negativa sobre este lugar así que vamos cuando quieran.

Considerado uno de los mejores restaurantes de Oaxaca, el chef Manuel Baños creo un menú excelente, el cual ha sido considerado especialistas como uno de los mejores del país.
El menú de degustación es de lo mejor, toda una experiencia gastronómica, los meseros son conocedores de cada uno de los platillos, te explican y son muy atentos.
La carta de mezcales y de vino es buena, aunque muy cara. Es ahí uno de los puntos malos de Pitiona «Los precios» un plato fuerte en promedio es de 250 a 600 a próximamente, las porciones son pequeñas, así que agregaras alguna entrada, o degustación para complementara tu comida o cena. Pero ello no quiere decir que no vale la pena visitar Pitiona, al contrario si quieres disfrutar de un buen momento y estas dispuesto a gozar una experiencia culinaria de buen nivel, es el lugar indicado.
Mi recomendación es un platillo llamado; la vaca que quiso ser cabra ¡Excelente!

Pitiona es uno de los lugares donde puedes encontrar cocina de autor. De entrada puedes pedir unas molotes de plátano o unas tetelas rellenas de carne de venado. La presentación de los platillos son muy coloridos y sobre todo porque los utensilios en donde los sirven como la especialidad de la Casa que es la sopa de fideos, la sirven en una cacerola de peltre y aunque pareciera un platillo ordinario, no lo es. De verdad tienes que probarlo, la porción es grande si eres de estomago pequeño, la novedad son las bolitas liquidas de quesillo que flotan en la sopa, estas se recomiendan no morderlas y dejar que exploten en tu boca, tienes que hacerlo y veras la explosión de sabores que vas a degustar.
Cada salón tiene un nombre y una decoración distinta inspirados en Oaxaca, como la pared de los chiles, que son chiles elaborados con barro suspendidos en toda una pared o el salón de las tlayudas que son lámparas hechas con fotografías de las formas caprichosas que se forman en las tlayudas. El ambiente es muy ameno, tranquilo perfecto para una cena.

I was leaning toward giving this 3 stars, but I gave it 4 because I think that while my expectations were not completely met, the food was actually good. As it is labeled a gastronomic experience and you should plan to experience each course as a concoction of art and flavors depending on the season, there is a high bar set. I enjoyed some of the courses, but yet others seemed to «try too hard» and were more showy rather than tasty. There were a few items I just simply wouldn’t eat again because of the odd mix of textures.
One item that stood out was the sous vide «pot roast» Delicious tenderness and combination of hearty ingredients. It was one of the better entrees that evening. The mole was alright, but I honestly enjoyed a mole I had in a hole-​in-​the-​wall joint nearby in Oaxaca that was ¼ of the cost. I also thought that many items that were to be served hot could have been hotter. If they are only partially warm, it just doesn’t seem as delicious.
Creative points given to dessert (foam strawberry cake), and some impressive appetizers too.
The service was impeccable, and though I was the only one who spoke Spanish at the table, they were extremely accommodating and patient with our entire dinner party.
Paying this much for the experience, I expect the food, ambiance, and customer service to be on point. If you are wanting an elegant experience, this is nice. However, I would rather have saved the money and eaten more homestyle Oaxacan fare without the frills.
(caveat: I ate here more than a year ago, so it is very possible that they have made changes to their menu items)

Quite possibly one of the most indulgent forays into feasting i have ever experienced. A journey through twelve courses with paired cocktails, beers, wines and deserts that would have made Bacchus blush.
I basically lost recollection after about course nine but was told that chef (who sat with us and smoked Malboroughs throughout our meal), told the waitstaff in Spanish that he wanted us all wasted by the end of the dinner.
The meal was orchestrated around cacao and I can only point you in the direction of the pictures as I don’t have much recollection other than profound satisfaction that borders on the erotic.