Viviendo en esta zona del país uno comienza a amar los salbutes, la cochinita pibil, los panuchos, el poc-chu y claro la sopa de lima. Real, algunas veces uno olvida los tacos, las gorditas y las quesadillas, uno comienza a amar el habanero y justo en esos días que me sentía toda una yucateca un amigo me dijo: pues ve a los«Antojitos Yucatecos» comencé a reir porque no entendía se estaba burlando o recomendándome un lugar, total, descubrí era lo segundo. No perdí un segundo y salí a ver que me esperaba en el local, qué por cierto es muy fácil de encontrar porque se encuentra en la esquina de la calle, con un toldo naranja y un cerdito sonriente en la pared, invitando a que comas todo(no el mismo día ¡eh!). Esa primera ocasión pedí salbutes y fue una delicia, de verdad todo muy rico, las porciones bien servidas, el servicio no tarda y lo mejor es el horario, ya que abren desde temprano y cierran ya casi a la media noche, ¡maravilloso si tienes antojo! Además, los domingos hay mondongo(no soy fan, pero aquí lo preparan bien) y pozole, pero ahí no acaba la cosa ya que cada día de la semana hay menú yucateco, yo recomiendo los lunes porque se sirve frijol con puerco y para los que nunca lo han probado mmm hoy es un buen día.
Mau A.
Rating des Ortes: 3 Playa del Carmen, México
El desatino de ponerle a un lugar un nombre nada(cero) creativo tiene sus consecuencias. El restaurante tradiciona Los Antojitos Yucatecos de Constituyentes y la 115 tiene la enorme y pesada losa de que cuando lo citas nadie sabe bien bien de cuál de todos los antojitos yucatecos se trata, das la dirección y ya se va aclarando un poco el misterio, pero cuando hablas del poc chuc, queda el misterio del todo develado. Económico, veloz y con opciones suficientes como para ir a comer seguido(no diario no hay que abusar) y no repetir. Las cocineras son dicharacheras y alegran la comida, sin embargo hay gente que se sienta a ver a la señorita Laura mientras come, es decir, bien pintoresco el lugar y la clientela. Atrévete a visitar el lado salvaje de Playa, donde no hay turistas y se deja sentir la cocina mexicana de verdad con los precios de verdad. Muy disfrutable y como ya dije, barato.