El Charco de las Ranas

Este rincón de buen comer extraordinario lleva fácil más de 10 años funcionando de complaciendo a todo Playense y visitante que se tope con esta palapita cálida y muy llamativa. El servicio aquí es de lo más alegre con un toque de buena vibra por parte de los propietarios que siempre están a la orden de todo visitante.
De aquí he probado desde el filete de pescado a la mantequilla, los nachos enormes de arrachera que son de mis favoritos, el alambre con queso derretido encima los tacos de camarón empanizado y hasta el delicioso cordon blue con camarón. Los precios son lo mejor, de lo más accesible, el sabor es 100% casero y rico! Tienen que visitarlo!

Una ubicación envidiable, y creo que ahí acaban sus virtudes, aunque sería injusto dejar así mi comentario. No es un mal local, la comida no es para nada mala, sólo que según yo, es un sitio sin ángel.
Económico y la carta es medio caótica, hay desde ceviche hasta cortes de carne, pasando por antojitos mexicanos y tacos de camarón. como les dije, un poco sin personalidad, pero la comida no es mala.
La atención es buena, los precios justos y estar ahí es interesante, estar en una especia de palapa sin personalidad, pero como les digo, la comida no es mal.

Cuando te sales un poco de la tan concurrida Quinta Avenida, el paisaje comienza a variar, las calles no son tan lindas, ese glamour que tanto se vende a los turistas, se va desapareciendo a medida que te acercas a la Carretera Federal.
Toda esta introducción para hablarles de un lugar donde fui a comer cerca del Palacio Municipal de Solidaridad, nombre del municipio al cual pertenece Playa del Carmen.
El Charco de las Ranas, es una fondita muy bonita que se encuentra en la esquina de la calle quince con la calle ocho. Es una palapa, que te acoge entre árboles entremedio de hoteles y edificios.
En la carta podrás encontrar varios platos típicos de la comida mexicana, desde cortes de carne a ceviches, tacos y filetes de pescado.
Como buena vegetariana, menos mal que tenía antojo de guacamole y lo acompañé de unas ricas quesadillas. Estaban para chuparse los dedos.
El Charco de las Ranas, te atiende como reina o rey, dependiendo del sexo, te hacen sentir en casa. Los precios son muy buenos y sus platillos muy ricos, qué más se puede pedir.

Esta es una esquina con todo el sabor casero, si, aunque me haya escuchado a jingle noventero. Había pasado varias veces y llama la atención porque es un restaurancito frente al Palacio Municipal que tiene pinta de palapita, pura buena vibra. Total que me acerqué a ver qué había en ese lugar tan playero.
Se presentó ante mi el señor don Juventino Santiago, pensarás que le digo así por ser un señor de edad avanzada, pues no, lo llamó así porque este señor es todo un caballero de respeto, normalmente un restaurante no da tal recibimiento. Acababa de entrar, se presentó y me dio la bienvenida muy formal, me explicó los platillos, olía delicioso y me contó que llevaban ya 14 años con este establecimiento, claro que me quedé a comer. Le dije que me recomendara qué pedir y me envió una selección de platillos, un poquito de esto, un poquito de aquello, comí de todo, de recordarlo, se me hace agua la boca, los tacos de camarón son la onda y el ceviche es delicioso, unos camarones al mojo de ajo increíbles, ¡quiero regresar!
Uno de esos rinconcitos de los que vale la pena hablar, si quieres comer delicioso, aquí te chiquearán y a un súper precio.