Me la he pasado preguntando por qué se llaman mineros y la historia cuenta que fueron elaborados y consumidos por mineros ingleses que se instalaron en Hidalgo, nace siendo un un alimento modesto, que ayudaba a completar las jornadas de trabajo, los rellenos eran sencillos y se cocían sobre una tapa de lata(como ésas que ahora tapan las cubetas de pintura y que son de plástico) sobre una pequeña fogata, se cocinaban muy lento a la leña; pero no siempre tuvieron la fama que hoy conocemos, después de los años 30 quedaron en el olvido hasta que en la década de los 90´s un par de empresarios de Pachuca decidieron revivirlos, logrando un éxito inesperado, en Puebla también han tenido gran aceptación y son una excelente solución para largas reuniones de trabajo, la practicidad de transporte y consumo lo hacen el bocadillo perfecto y en particular éstos pastes de la 31 poniente tienen un muy buen sabor que pone a funcionar mejor el cerebro, hoy en día se rellenan con guisados como mole, bacalao, carne, pipián, chorizo con papas, tanta variedad como combinaciones se nos puedan ocurrir, hay también dulces y en éste lugar en particular venden tortas, también muy bien preparadas, el precio es muy accesible y siempre es un gusto tener algo rápido, cercano, rico y barato que nos sirva de puente entre las muchas horas que tardamos en llegar a casa.