Tlayudas San Jacinto

Da la casualidad que utilizando la aplicación llegue a esta lugar que es muy famoso en san Jacinto un municipio aledaño de la cuidad de Oaxaca, fue muy fácil llegar con la guía del mapa las clases de boy scout sirvieron jajajaja, pero cuando llegamos pues es un portón de una casa grande con el un letrero de tlayudas san Jacinto, no esta en la calle principal sino en una calle secundaria, y pues la verdad hay alguien que te cuida tu vehículo que es un plus del lugar por que muchas veces tu solo llegas a donde encuentras aquí están muy listos con los estacionamientos, es un lugar que te inunda en el folklores mexicano a todo su esplendor, las tlayudas pues las mas clásicas y tradicionales que eh comido con asiento, frijoles y quesillo, tienen cerveza, mezcal y refresco así como café y atole, las carnes puede ser tasajo, cecina o costilla y te traerá un platito con rábanos, aguacate y Huajes, y con el ambiente de la música mexicana le da este toque tradicional.
Es súper ideal para grupo por que el lugar es baste amplio ideal para niños por que tiene un área de juegos para que los niños estén bien entretenidos mientras uno pueda cenar a gusto y lo importante del lugar no es caro, y lo mas esencial es 100% oaxacaqueño y tradicional de los Valles centrales.

Estás tlayudas tienen una buena fama entre mis amigos, pero nunca había caído en la correcta. Porque OJO hay más cenadurias alrededor y todas venden tlayudas. Desde que llegas te sumerges en un ambiente mexicano con música ranchera (Las mejores las de Juan Gabriel, siempre) y obvio el toque oaxaqueño lo dan sus famosas y tradicionales tlayuda con frijoles, quesillo, asiento y aguacate. Aquí no hay guacamole (que tristeza) pero aún así saben muy buenas.
En medio del patio hay un chapulín montado en un Chile y a un costado una bola de quesillo; hablando de este ingrediente tan importante les cuento mientras cenaba llego un cargamento con 10 bolas de quesillo de 10 kilos aproxima, lo que me indica que todo es fresco y del día. Las bebidas son las básicas, pero yo fui feliz con mi café de olla que soltaba el olor a canelita.

Hasta ahora considero son las tlayudas más ricas que eh probado a la redonda de 20 minutos en carro del centro, mi amiga tenía bastante tiempo recomendándome estas tlayudas así que un día nos decidimos y me llevo. El lugar es una casa donde utilizan el patio como restaurante adaptado que hasta tienen mesas y el decorado es muy kistch con animales disecados y fotos de todos los «famosos» que lo han visitado. El precio es un poco elevado aunque te ofrecen botana en cuanto llegas. La tlayuda cuesta 65 pesos pero están muy bien servidas con tasajo, cecina o chorizo.
Lo peculiar es que no tienen salsa, pero si te dan a manos llenas los chiles güeros asados curados con limón y chepiche, que no es lo mismo que el pápalo.La familia de mi amiga va bastante seguido y conoce a los dueños así que nos ofrecieron mezcal, aunque no sé si sea de cortesía pero también esto implica que son muy amigables y que son propietarios con sentido de hospitalidad. Aquí vienen a comer todo tipo de gente porque son las tlayudas son muy famosas y te das cuenta que el nivel social no aplica cuando el gusto por la comida rica es el mismo.

«Se me antojaron unas tlayudas» fue el comentario que le hice hace mucho tiempo a un amigo a quien le tenía un aprecio muy especial. Su respuesta inmediata fue «te voy a llevar a un lugar que te va a gustar mucho, las tlayudas de San Jacinto».
Fui con ese gran amigo a ese lugar, desde la calle principal vimos varios negocios de tlayudas que no me parecieron muy atractivos, pero al meternos sobre una calle y llegar a una casa mi panorama cambió.
El lugar me llamó mucho la atención porque está dentro de una especie de jardín enorme, al fondo fotografías de personalidades importantes, políticos y artistas culturales de renombre.
Fue el mejor lugar al que me pudo haber invitado ese gran amigo, y siempre que recomiendo ese lugar a alguien más me viene a la cabeza la primera vez que él me invitó…mi lugar favorito para comer Tlayudas.

Acudí a este lugar de Tlayudas porque toooooda la gente me contaba maravillas de las Tlayudas de San Jacinto, así que ahí nos tienen, tomando una ruta distinta a la acostumbrada para comer las famosísimas tlayudas, pues qué creen, que yo creía que era sólo un negocio, un negocio único el que estaría en esta zona y pues no, hay un montón de lugares, así que como siempre me recomendaban «las tlayudas de San Jacinto» nos metimos aquí, pues el nombre era preciso.
Pues bien, las tlayudas son ricas, claro que sí, el lugar es grande e incluso cómodo, sencillo, como casi todos los negocios de Tlayudas, y lo llamativo es que en la mesa te pasan un plato ovalado con lo siguiente: chepiches 8una hierbita fuerte que se come con tortilla en Oaxaca), rebanadas de aguacates pequeños, rábanos, huajes y limones; eso sí que era una novedad para mí en esa época, así que una vez que nos pasaron las tlayudas, ¡zuuum! desaparecieron rápidamente de la mesa, ya que con esos acompañamientos, el sabor se incrementa a favor.
Después, me la pasé presumiendo que ya había ido a las Tlayudas de San Jacinto y la gente me preguntaba, a ver, a cuáles fuiste… y cuando les decía, pues a las San Jacinto, no faltaba el que me decía que no, que eras no eran las buenas, lo cierto es que a mí me gustaron y MUCHO, y que cada persona cree conocer el mejor sitio de tlayudas de esta zona, yo he ido a varios y SINCERAMENTE, todos me saben igual de buenos, así que si vienes a estas, las llamadas San Jacinto, pierde cuidado, estás en buena mesa.

La comunidad de San Jacinto en los últimos años se ha convertido en el paraíso de la tlayuda. Con un gran número de establecimientos y constantemente se inauguran más. Siempre me habían dicho que adentro de una de las pequeñas calles se encontraba el mejor restaurante de tlayudas de todos (quienes presumen de ser pioneros). Fue difícil dar con el lugar, pero desde la fecha es mi rincón favorito para presumir unas buenas tlayudas a mis amigos o familiares que están de visita.
Deberás buscar la calle Benito Juárez o un letrero que dice «tlayudas San Jacinto» el cual te indicara con una flecha, al casi finalizar la cuadra verás al personal de seguridad con uniforme que dice: valet parking los chapulines (no es broma) indicandote dónde podrás estacionarte.
En realidad solo verás una cochera verde con una lona del negocio. Al entrar no podrás dirigir la vista hacia ningún lado pues todo te distrae, este es un paraíso del mal gusto y de saturación de cosas: muchísimas plantas, peceras, peluches, cuadros, colguijes, una fuente, jaulas, fotografías de visitantes distinguidos, trofeos, globos, papel picado y mucho más que es inevitable no querer observar todo.
Las tlayudas son muy grandes, crujientes, de las mejores que he probado, el chorizo y falda son la mejor opción.
El dueño del establecimiento es muy atento, muy apreciado por los clientes que verás que lo saludan, además como digestivo el mezcal blanco va por cuenta de la casa.
Estoy seguro que sólo después del jardín etnobotanico este es el lugar con más plantas de Oaxaca, a la fuente le ponen un poco de jabón para que haga espuma, así que no te sientes cerca, porque luego se desbordara espuma como lavadora vieja.
Ten cuidado al caminar porque seguro le tendrás que sacar la vuelta a algún elemento decorativo colgado.
Los Inés de semana hay música en vivo, un trío de esos de pueblo con clásicos populares, después de las 10 de la noche la magia del mezcal surge su efecto y no entenderás nada de lo que cantan, es horrible.

Una de las cosas mas ricas como siempre lo digo son las talayudas!!! omg!!! y es que quien no desea saborear una rica tlayuda con aciento, frijol y el tan rico quesillo, pues aquí en oaxaca como es tradición y como no tener infinidad de lugares donde se pueda consumir estas delicias pues si aqui llevan años desde que vivía por esos lares. Recuerdo que generalmente mi hermana era la que siempre estaba molestándome por que aunque íbamos caminando la satisfacción de ir y comerte una tlayuda era única, claro esta que después de haber caminado tanto regresabamos a casa y nos daba hambre otra vez. Pero la verdad este es uno de los sitios que tiene ese no se que, que que se yo que aplica lo que decía mi abuelita si esta lleno es sabroso. Y en efecto aqui la verdad es que las tlayudas son muy buenas y mas por que las acompañan de sus chepiches, rabanitos, los singulares chiles de agua que no pueden faltar y a que rico que ya me dio hambre, pero regresando a lo que estaba las tlayudas de san jacinto se han logrado ganar su popularidad por el precio la atención y sobre todo las mismas tlayudas y es que si no haz ido a comer una tlayuda a san jacinto obviamente no veniste a oaxaca.

Para los aventureros culinarios este escondido restaurante será un descubrimiento. Ubicado a las afueras de la ciudad, en un barrio poco agraciado, este lugar cuenta con unas Tlayudas que son lo mejor de lo mejor: sustanciosas, crujientes, bien acompañada por tasajo, chorizo, costilla o falda, aguacate y unos picantes rajas de chiles güeros en vinagre.
El lugar es en sí mismo una joya. Una casa familiar que se ha adaptado poco a poco para albergar a las multitudes que abarrotan el lugar en las noches de fin de semana. Rodeada de plantas y decorada con carrizo, macetas de cerámica, flores de plástico y peceras, los comales son el centro estético del espacio: ahumados, siempre humeantes y olorosos, con las mayorías concentradas en entregar sus delicias con la mayor calidad. El mezcal también es bueno.

Al momento de decidir el lugar dónde ir a comer tlayudas pues pensamos en muchas opciones, por todos lados de Oaxaca puedes encontrarlas.
Los lugares tienen que sobresalir al resto en algo para ganar nuestros corazones y nuestros paladares.
Las Tlayudas San Jacinto tienen en contra que están lejos del centro de Oaxaca, así que es un poco complicado llegar a conocer este lugar.
Afortunadamente el boca en boca nos ha llevado por el camino correcto para conocer estas tlayudas.
¿Qué tienen de especial al resto?
En realidad es que la preparación y/​o el sazón es su mejor carta de presentación.
Las tlayudas de costilla son una autentica obra de arte culinaria, aunque todas son buenas, pero estas sobresalen del resto, por algo son las favoritas de la mayoría de los comensales.
Aunque tengo una sospecha de cuál es el secreto y lo voy a revelar… los chiles de agua.
Son verdaderamente ricos, pero bastante picosos.
Por cierto, tienen buenos precios, así que tienes que conocer este lugar.

Si hay algo que me gustan son las Tlayudas, y las de San Jacinto son de las mejores, con un muy buen tamaño acompañadas con carne, ya sea costilla, tasajo, cecina, falda, acompañadas siempre de su aguacate, rabanitos, chepiche y huaje.
y si llevas pequeños que no se logran terminar una tlayuda por que la verdad si son bien llenadoras, puedes pedir memelitas de quesillo o queso.
Para los que les gusta acompañar su tlayuda con algo fuerte, lo pueden hacer con una cerveza o un mezcal de la casa.
El lugar es muy tranquilo, fresco, y en sus paredes muestran su años de tradicion, ya que tienen fotos de personajes famosos que han visitado el lugar, cuenta con juegos infantiles para los niños, y despues de las 9 de noche podras escuchar musica en vivo.
Si llevas vehiculo lo podras dejar sobre la calle con toda la tranquilidad, ya que cuentan con seguridad para que no le pase nada.

Hace más o menos un par de años que conozco este lugar y que lo visito de vez en vez. No sé si en todas las ocasiones en las que he ido muero de hambre o es que de verdad aquí saben cómo hacer buenas tlayudas (me inclino más por la segunda), pero siempre salgo muy contenta de este sitio.
A pesar de que está un poco retirado del centro, creo que el recorrido bien vale la pena. El lugar es amplio y no recuerdo haber tenido que esperar por una mesa, sólo en una ocasión en que fuimos mi familia y yo tuvimos que ocupar una que estaba a la intemperie y pasar un poquito de frío porque las demás estaban ocupadas.
Aunque me encantan todas, mi tlayuda favorita de este lugar es la de costilla, que al igual que las demás te la pasan junto con un platito con tiras de chile de agua y otro con aguacate, chepiche y huajes. Dependiendo del clima acompaño a la deliciosa tlayuda con un café o un Boing.

Siempre me mencinaban ese lugar, hasta que un día tuve la oportunidad de ir, por un amigo. Y que tlayudas venden aquí!. El sabor de cada tlayuda que caboreas es unico, es por eso que este lugar tiene mucha gente. Lo unico malo que podrí y decir es que esta muy lejos del centro, bueno sólo como 20 minutos, pero considero yo que lo vale!
Las tlayudas son muy elaboradas, y los precios son buenos. Te atienden como deben, y lo importante de esto, es que nunca olvidarás que es comer una rica tlayuda. solo habren en las ncohes, y por que no acompañarlo con las diferentes bebidas que te ofrecen, ojala lo visites y tengas la oportunidad de saborearte una verdadera «tlayuda Oaxaqueña»

Si por algo tienen bastante publico estas tlayudas es por su tradición misma. al igual que Cenaduríà la Lupita ambos lugares son herederos del legado de la señora Lupita. Aquí el servicio está muy bien. El interior del lugar es agradable y desde que llegas te reciben con cacahuates o pepitas para esperar tu orden. Para mi gusto son los únicos lugares cerca de mi casa donde compro tlayudas, de lo que me he percatado muy bien es que son diferentes a las de lupita en el sentido de que no las puedes comparar del todo, asi que dependerá de tus ánimos y tu antojo lo que decidirá a donde ir a comer o cenar. Si buscas una tlayuda de buen tamaño y ración de carne estas son ideales. Al fondo del lugar esta una pared con fotografías de personajes famosos que han ido a comer ahí. Asi que es un lugar más que vale mucho la pena visitar al momento de tener antojo de las tlayudas Oaxaqueñas.
Un dato interesante es que en la ciudad de Tlaxiaco hay otra sucursal con el mismo sabor y calidad y que pertenece al sabor heredado por la señora Lupita.

Una delicia, comer aquí. Como oaxaqueño amante de las tlayudas, debo decir sin exagerar que son las mejores que he comido, y eso que en toda la capital de Oaxaca y poblaciones conurbadas preparan éste arte culinario de forma excelente, y, mejor si lo pides con carne, que está muy bien preparada. El lugar se encuentra en el municipio de San Jacinto Amilpas, municipio pegado a la ciudad de Oaxaca. Aquí puedes llegar en micro bus urbano que pasa por la central camionera, te darás cuenta que estás ahí ya que la población es característica por su puente en el río Atoyac. La atención es muy buena, y ponen pasión en lo que hacen, se ve en lo hogareño del lugar y en el sazón de lo que te venden. Así que si andas cerca o lejos no importa, tienes que venir a éste lugar a degustar de una excelente Tlayuda.

Como llegue aqui? Me llevaron jaja andabamos de fiesta un par de amigos y yo, asi que nos dieron las 12 de la noche, ya teniamos hambre, uno de mis amigos dijo, «conozco un lugar donde preparan unas tlayudas muy buenas». Llegamos y desde la calle parecia una simple casa mas de la zona, pero al entrar te llevas una sorpresa, primero una gran pecera a la entrada, luego musica viva, bueno hay un par de musicos amenizando el ambiente, que de hecho puedes pedir una rola de las que tienen en su repertorio y quieras escuchar!
Como ya veniamos encaminados, luego luego a pedir las tlayudas, yo la pedi con costilla, un compa la pidio con chorizo y el otro compa de cecina, toda la carne es azada, pero tienen el toque perfecto para que la carne quede suave y jugosa, y que decir del tamaño de la tlayuda, te las recomiendo si eres de buen diente, ya que te la acompañan con rabano, guajes, chepiche y chile de agua. Y de beber hay para todos los gustos, nosotros nos decidimos por unas chelitas mas, pero tambien hay refrescos, café, y si prefieres algo mas fuerte, puedes pedir unos mezcales.
Despues de esa noche he ido varias veces mas, de hecho he llevado a mis papas, a mi esposa e hijo, por que dejenme decirles que tambien hay una pequeña area de juegos para niños. El ambiente es familiar, aunque hay venta de bebidas alcoholicas todo esta muy controlado y no corres ningun riesgo. La atencion es muy buena, y desde que llegas el servicio es muy bueno ya que te atienden de volada, asi que si vas que te mueres de hambre no tienes que esperar mucho para saborear una deliciosa tlayuda. Bueno es que a mi encantan las tlayudas y este se volvio uno de mis lugares favoritos para saborear una tlayuda!

Señoras tlayudas!!!
Si de tlayudas se trata nada como las de San Jacinto, te recomiendo que lleves efectivo por que no aceptan pagos con tarjeta de crédito.
Entrando al lugar eliges una mesa y en seguida eres recibido con un plato de botana que contiene cacahuates condimentados con sal, chile de árbol y ajo. Son riquísimos y típicos en Oaxaca!!!
Un día decidí levantarme para ver como preparan las tlayudas y fue una experiencia fascinante.
Desde que toman la tlayuda y le colocan asiento se te comienza a hacer agua la boca por que el aroma que emana de ese comal es inigualable. Después de que le colocan frijol, quesillo y la carne de tu elección (costilla es mi favorita) el aroma cambia por que la combinación de todos estos elementos provocan querer devorarla.
Probar esa tlayuda crujiente y calientita con una jugosa costilla asada y combinada con chile de agua y los condimentos de tu elección (rábano, guaje, chepiche) hacen que tu barriga quede llena y tu corazón contento.
Y el tiempo en que las preparan es récord, las cocineras parecen hormiguitas haciendo tlayudas.
Hay música en vivo solo fines de semana.
El servicio por parte del personal que atiende cada una de las mesas es muy bueno, son amables y rápidos.
El local abre desde las 14 Hrs hasta las 01 Hrs del día siguiente.

Sin duda, tod@s los oaxaqueños amamos las tlayudas y recomendamos a familiares y amigos que degusten de este manjar que fusiona el sabor del frijol, el quesillo, la costilla, tasajo o chorizo, con verduras como el aguacate, rábano, huajes y chepiche (planta similar al cilantro).
Pero al momento de decidir ¿a dónde ir? surge el dilema porque todos proponen su lugar preferido; sin embargo, el único lugar que podría sugerir como el mejor son las tlayudas «San Jacinto», porque además del ambiente campestre del lugar, hay música en vivo y te atienden muy bien.
El negocio encierra una atmósfera de vivienda. Afuera, un grupo de personas ofrecen seguridad para tu auto por una propina, y al interior una serie de fotografías muestran a las personalidades que han degustado de las deliciosas tlayudas que se preparan en este lugar.
Unas mujeres atizan el enorme comal de barro, en el que se dora la gran tortilla y se derrite el «oro blanco», es decir, el quesillo como lo definen los herederos de la elaboración de este lácteo que se produce en el Valle de Etla.
Pero como todo manjar no está completo sin una bebida, la puedes acompañar con una fría cerveza, refresco, jugo o una taza de café.