Carlota & Emilia

Este lugar para tomarte un vinito o un café esta hiper bonito. Carlota & Emilia es el perfecto escenario para un date súper romantico, puedes ir con amigas para platicar pero no no no, esta tan cute el lugar que no te dan más que ganas de ir con tu pareja para pasar un rato ahí, es así como mágico este micro rinconcito que es muy pequeño el lugar pero tiene mucho que ofrecer espacialmente. Lo que me dolió un poco es que no tuvieran tanta selección de quesos, tenían brie, raclette, provolone y si acaso otros dos que no recuerdo, pero como es parte de la esencia de este lugar y una que es fan del queso verdad pues me gustaría más variedad.

Fan, fan, fan del lugar. De entrada la plaza es una monada, todas las tienditas que ahí se hospedan son una delicia.
Las mesitas del lugar, muy al estilo Victoriano, se posan en el patio exterior de la casona, decoradas con unos hermosos jarrones con flores esponjadas y unas grandes copas de vino a un lado de una fuente de cantera. De entrada ya me habían ganado.
Cuando las vi me parecieron tan exquisitas que pensé que sería un negocio de organización de bodas por lo bien cuidada que estaba la imagen.
Su concepto es el de un restaurante que encontrarías dentro de un viñedo en algún poblado francés: tablas de quesos finos, frutos rojos, miel orgánica, pan artesanal y vino.
Claro que preferiría estar rodeada de pasto y hectáreas de uvas, pero no está nada mal para perderse platicando.
La única desventaja es que fui en un día con mucho viento y frio. Recomendaría el lugar para una noche calurosa de verano.
A pesar de que tanto la plaza como todos los locales son una joyita, temo que no tengan mucha afluencia, pues no están a primera vista… ojalá me equivoque.

Me encanta todo aquí, desde la decoración, pasando por el concepto hasta el servicio. Es un pequeño restaurante tipo bistro, dónde haces tu selección de tabla de quesos de hasta tres quesos e incluyen frutos rojos y chutney de mango y tamarindo, riquísimo. Aquí te recomiendan un vino para acompañar, por copa o botella. O si lo prefieres puedes tomar una cerveza artesanal, tequila o mezcal. Si sólo vienes por un café o un chocolate te recomiendo lo acompañes con una trufa. Venir a consumir aquí no es tan caro, pero puede variar. Dentro de la tienda encuentra una selección de vinos, como Convertible Rosa, 2013, mexicano en $ 273.00. También hay tabletas de chocolate con 90% de cacao o con chipotle, mermeladas, sal de mar, arreglos, etcétera. Ideal para ir con tu pareja o una charla entre amigos.

Esta pequeña tienda delicatesen es una visita obligada para los amantes del queso, el vino y el chocolate, pues aquí encontrarán una deliciosa selección de cualquiera de estas tres delicias.
Ubicada en el interior de una plaza que remodelaron hace menos de tres meses –que entre otros locales tiene a la famosa mueblería Namuh-​, en el exterior hay tres mesas donde te puedes sentar a beber una copa de vino platicando en un ambiente muy pacífico, al que contribuye el sonido de la fuente y las enredaderas que cubren las paredes, creando una atmósfera fresca.
Por supuesto, también puedes comprar botellas de vino para llevar a casa, mismo caso con los quesos. A los amantes del chocolate te recomendaría que echen un buen vistazo a la selección, pues todos son artesanales y con combinaciones de sabores deliciosas, aunque no son precisamente baratos.