Este espacio data del siglo XVI, desde ese entonces fue un centro de reunión y actividades para los pobladores de San Miguel, alguna vez fue un mercado. Está rodeada de edificios emblemáticos importantes y antiguos, el edifico amarillo, con espadaña color terracota fue alguna vez el colegio de San Francisco de Sales en donde estudiaron los hermanos Aldama, Juan de Umaran hasta el mismo Allende. También podemos ver que aquí se encuentra el Templo de Nuestra Señora de la salud, un inmueble que data del siglo XVII. Esta plaza es menos frecuentada que el Jardín Principal, es mucho más tranquila y hay más bancas vacías, puedes ir a leer un rato o simplemente contemplar la actividad cotidiana del lugar. Hay puestos de chucherías, globeros, un puesto de periódicos y revistas, y la parvada de palomas que no puede faltar en un lugar así.
Ernesto H.
Rating des Ortes: 4 Cuautla, México
Cuando pregunté donde había una estatua de Allende me mandaron para esta plaza, es una de las más grandes aquí en San Miguel y sencillamente tiene de todo lo que uno puede apreciar de una plaza, excepto un kiosco que no le vendría nada mal, pero que tampoco le falta. Es una plaza en la que puedes buscar una sombra para sentarte o para traer a tus hijos a correr en su larga explanada o simplemente disfrutar de un helado o unos duritos. Yo vine a ver la estatua de Allende y me quedé más tiempo para disfrutar y descansar en esta tranquila plaza.
Haidee S.
Rating des Ortes: 4 Mexico City, México
En este hermoso pueblo de Guanajuato hay varias plazas y jardines en donde uno puede descansar y pasar un buen rato. Una de las plazas que más me gusta es la Plaza Cívica, también conocida como Plaza del Caballito. Está justo frente al Temple of Our Lady of Health. Es una plaza pequeña y en su centro está una estatua de San Miguel Allende, en un caballo. Está rodeada de varios negocios, así que es el paso de mucha gente que día a día viene a esta parte del pueblo a hacer sus compras del día o simplemente a tomar el sol un rato. Hace unas semanas yo andaba por acá y compré unas empanadas, como no quería sentarme en el lugar donde las compré porque estaba muy frío me vine a sentar en una de las banquitas de esta plaza. Eran como las 11 de la mañana, así que estaba todo muy tranquilo. Pude pasar un buen rato, tranquila, comiendo rico y disfrutando de la magia de este hermoso lugar.