Empleos sofisticados, empleos modestos, empleos altamente productivos, empleos necesarios y otros de subsistencia. Todos tienen mérito, pero los que merecen ser aplaudidos son aquellos oficios tradicionales que la gente sigue haciendo con empeño a través del tiempo y a pesar de las situaciones adversas a las que a veces se enfrentan. Para nadie es fácil y para ellos menos. Este es el caso del señor Salvador o «Don Chava» como lo conocen en la Plaza Cívica, también conocida popularmente como la «Plaza del Caballito». Don Chava se dedica al boleado de zapatos desde hace muchos años, siendo su clientela la gente que vive en el entorno y en ocasiones los visitantes. Si te das un tiempo y traes zapatos que requieran de boleado aprovecha el servicio que brinda Don chava y deja momentáneamente la cera líquida. Si alguna vez te han boleado los zapatos en estas sillas altas sabrás que chistosamente hasta te sientes importante, aunque la primera vez me dio pena estar como lorito. Mientras te asean el calzado, puedes platicar con Don Chava pues es muy sociable.