Los Aguachiles

Los aguachiles tiene otro giro más playero y rockero comparando a los otros negocios de mariscos pero con un giro mas limpia la imagen y no tan roquero. Solo he venido dos veces a este lugar, probé el taco gobernador, la verdad que estaba muy rica, me enchile un chorro pero esta súper buena, solo que 24 pesos por taco pues si medio duele el codo, pero también he probado los famosos aguachiles, estos los preparan al igual que todos con chile chiltepín, camarón, limón y pepino.
Vine a este lugar porque me la recomendaron mucho porque me encantan los camarones y crustáceos, pero al probar estos no se me hicieron muy ricos que digamos, he probado mejores, recuerdo que me supieron como si no los hubieran dejado mucho tiempo marinado el limón para coser así que no estaban tiernitos y me dio cosa comer camarón semi crudo, pero la segunda vez que fui si estaban bien cocidos y su estaban ricos, quizá no los mejores pero por el precio si estaban bien.

El lugar está muy bien, tiene una decoración padre ambientada como en alguna isla perdida en el Pacífico Sur. contrasta con el asfalto y la urbe a su alrededor así que es aún más exótico. Tiene terraza, lugares al interior. Yo probé tostadas con clamato pero realmente todo lo que vi en el menú se me hizo sumamente antojable, más después de que el mesero, Javier, me hizo otras recomendaciones o me platicó de la preparación de los platillos.
Llegué por causalidad y atraido por su exterior. Me dirigía al Centro Cultural Tijuana desde Agua caliente. Caminé un rato y me tope con este único lugar que no dudaría en seguir recomendando hasta el cansansio si es quieres probar mariscos y toda esa onda del mar. Las bebidas frescas, mi clamato riqúisimo.

Mariscos y cerveza es una de las combinaciones que más me gustan en cuestión de comida, este lugar yo lo visite desde que inició en un local pequeño, comí un aguachile y la verdad el sabor estaba muy rico, en ese entonces trabajaba en una agencia de publicidad y supe que este lugar si conseguían que los clientes probaran la comida solito se iba a ir ¨para arriba¨.
Fue así como este lugar ya cuenta con un local más amplio (el mismo pero lo agrandaron), debido a que la gente se quedó con la idea muy acertada de que es un lugar el cual tiene una gran calidad de comida.
Tiene una imagen muy colorida en su mayoría rojo y azul los colores predominan, además cuenta con una terracita con techo de palapa que hace muy adecuado el comer mariscos y pretender ponerle un toque más a costa en el restaurante.

Cada vez que paso por este restaurante noto que es mas grande. Cuando empecé a ir era un piso con una tipo terraza tres escalones mas arriba que el otro piso.
El piso esta hecho de barrotes de madera, como TIP si vas en zapatillas con tacón de aguja te recomiendo caminar con cuidado (yo alguna vez me medio atore).
Trabajaba cerca de aquí, así que a veces mis compañeros y yo veníamos cada dos semanas para desestresarnos uno poquito. Aprovechábamos las promociones que tienen que son magnificas. El lunch ejecutivo es más que perfecto: escoges 3 tacos o tostadas de ceviche y de bebida puede ser una cerveza, soda o clamato a solo $ 78 pesos (muy buen precio).
Lo que he probado solo son los tacos y las tostadas (todo riquísimo). Si aun lo conoces es una gran opción para comer mariscos y estar en un buen ambiente.

Es como si estuvieras en Mazatlán, Vallarta o algún lugar con playa, desde su diseño de la fachada hasta la decoración con la que cuenta en el interior es muy agradable y puntual con el giro del lugar, parece que estas en una costa. Su comida es deliciosa en lo personal te recomido los tacos de camarón con queso que esta riquísimos, la salsa que le ponen es increíble.
El lugar es ideal para ir a botanear un sábado por la tarde o domingo, las botanas de camarones que preparan no tienen nombre, principalmente son aguachiles como su nombre lo dice, pero con algunas presentaciones diferentes, por ejemplo a un molcajete le agregan los dulces que le dicen tarugos que son de tamarindo, tiene que ir el solo hecho d escribir esta reseña ya se me antojaron y los que si les pido de favor pidan un tarro cubano lo preparan perfecto para acompañarlos con los camarones, me quedo sin palabras para describirlo 100% recomendable.
Ya voy en camino, me convencí !!!

En el momento exacto en que entras a este lugar te sientes que estas en la playa. El lugar cuenta con una barra y una terraza de dos pisos totalmente de madera, me encanta la decoración, es playera, con tikis por todos lados y las mesas y sillas son de cuero mexicanas le da un toque original.
El menú cuenta con una gran variedad de mariscos tanto fríos como calientes, siempre que voy a este lugar trato de pedir cosas diferentes y hasta hoy no me ha defraudado ningún platillo. Una de las veces que he ido pedimos una platón caliente, que cuenta con una selección de mariscos como camarones empanizados, chiles güeritos rellenos de marlín, quesadillas, ostiones gratinados, tacos de pescado y de camarón, todo estaba delicioso y la porción fácil era para tres personas. También cuentan con una gran variedad de agua frescas como mango, piña, naranja, entre otras… o si prefieres una cerveza bien fría con clamato te lo recomiendo, ya que el lugar cuenta con varias opciones de clamatos preparados.
Tip: El estacionamiento es pequeño así que si no quieres dejar la llave vas a tener que estacionarte en la calle.

Este restaurant de mariscos es una experiencia diferente porque literalmente es un establecimiento grande pero te ofrece sabor de carrito de mársicos estilo sinaloense. ¡Los mariscos muy frescos y las cheves bien heladas!
Desde que llegas te pones en buen ambiente, pasan buena música y no la tradicional banda. Generalmente son canciones de rock o alternativa.
He pedido muchas cosas, las botanas que ofrecen son muy buenas para ir abriendo el apetito, una vez pedí una de camarón y pepino aunque suena sin chiste estaba muy buena. Ya para amenizar con algo más grande no dejen de probar los cockteles campechanos, tacos variados, platones que traen mucho de donde escoger, ofrecen platón caliente y platón frio, ambos valen la pena. Son para compartir.
También ofrecen unas aguas frescas muy buenas pero yo siempre me inclino un poco más por sus clamatos.
Cuentan con estacionamiento propio y valet parking sin costo adicional. Propinas a discreción.