Este parquecito, es el primero que conocí cuando llegué a vivir a Tijuana, por aquí vivía un tío con el cual llegamos a vivir unos días mientras nos reuníamos de nuevo toda la familia, me trae recuerdos bonitos y tristes a la vez, y es que mientras mis padres llegaban a la ciudad nos traía mi abuela a distraernos un rato para que no estuviéramos tristes, pero fue inevitable evadir la tristeza, hoy estás en el único lugar que conoces y que crees que será para siempre y mañana ya estás en otro estado de la república y súper lejos del tuyo, pero todo cambio siempre es para bien. Este parque desde entonces ha permanecido tan bonito y bien cuidado como en esos días, con su kiosco, aquí te encontrabas niños jugando, skaters practicando y ancianos en sus reuniones, un tiempo pusieron un trenecito que daba un recorrido por el parque, que no es tan grande pero que si aguantaba el tren. Se nota mucho que la comunidad lo cuida y lo respeta pues no ha sido vandalizado hasta hoy, todo se ha conservado muy bien, está padre porque no cobran el acceso, lo único es respeto por las instalaciones.