Es de los pocos restaurantes en Zimatlán que valen la pena. Su ubicación lo hace de un fácil acceso para todos los visitantes y habitantes del municipio. Una de las cosas que me encanta de este lugar es su rica sangría, la encuentras sólo los sábados y domingos. En las mañanas puedes encontrar deliciosos desayunos o si quieres algo ligero no hay nada como un licuado natural, un cafecito con pan calientito de la región. Para los amantes del deporte, en este restaurante pueden venir a disfrutas de los eventos deportivos en una pantalla gigante con la que cuenta establecimiento. También cuentan con servicio de wi-fi. El servicio es de lo mejor por su encargado Emmanuel. De los precios les puedo decir que son de lo más accesibles. El interior está siempre limpio y ordenado y lo mejor de todo es que sus platillos están riquísimos. Este lugar es ideal para venir a tomar el cafecito con la pareja en un ambiente totalmente saludable y familiar.