¿Quieres que el sol te azote en la espalda, te caliente la cara e impacte en tu melanina? siéntate en su terraza y cierra los ojos, la entrada al cielo está cerca. Llegamos un sábado soleado y de poco nos quedamos en biquini en las sillas de fuera. Me parece una muy buena opción para un almuerzo o desayuno, la terraza es de verdad fabulosa y la camarera que nos atendió un encanto. Nos montó la mesa en «cero coma» y pedimos desayunos y mi marido un bocata de lo que había hecho en la barra, longanizas con tomate. Las tostadas muy ricas con el tomate natural y el aceite y sal aparte(no me gusta que me lo saquen ya todo mezclado). El bocata le duró a mi chico un segundo y los cafés no ardían en el infierno, que a veces hay que esperar media hora para que no se te deshaga la lengua. Lo mejor, el precio y la rapidez con la que sirvieron. Cierto es que cuando sales de Valencia todo te parece más barato, pero la calidad y el servicio que ofrecen es 4 estrellas. Para llegar a las 5 tendremos que venir a comer o cenar y a ver si nos sorprenden con algo diferente. Alaquàs rules!