Anteriormente este local era un Frankie & Benny’s(sigh! ya no), aunque sigue manteniendo el mismo estilo de comida: italo-americano. El restaurante es cómodo y familiar, al menos esto último los fines de semana… Han abierto hace poquito, y aún se oye al encargado solicitar algunos cambios. Nosotros hemos venido en plan improvisado con unos amigos, y la verdad es que nos ha gustado, ha pesar de la decepción de no haber encontrado el anterior negocio.(de nuevo sigh!, ya no). Al grano: hemos pedido unos aros de cebolla(de los del rebozadito con cerveza), una calzzone con pollo, bacon y salsa de quesos, unos canelones, y de postre una tarta de queso. La comida no estaba mal, pero al personal se le nota crudo: se han olvidado del pan de ajo que acompañaba a los canelones, del helado de la tarta, y de tomar nota del pedido, por lo que la chica lo ha tenido que venir a preguntar varias veces. Ah!, y de comprar chocolate para las crepes… No quedaba… En fin, que habrá que volver quizá un par de meses más adelante, para comprobar que serán lo que hoy no han podido ser. De precio normal. Hemos pagado unos quince euros por cabeza. tip: ponen jarras de agua, cosa que se agradece cuando no apetecen más refrescos y tal…