Sin lugar a dudas la Cueva De El Soplao es una visita obligada si vas a Cantabria. No soy un amante de la geología, ni de la espeleología, pero he de admitir que esta cueva me ha gustado mucho más que la del Gato, la de Aracena y la del Drac, que son las que he visitado en nuestro país. No tomé fotos con las que acompañar a esta reseña porque en el interior están como es lógico prohibidas y porque fue el único día que nos llovió, así que no las hice del exterior. El nombre de la cueva proviene del término que usan los mineros cuando descubren una cueva natural mientras van horadando sus galerías. Sí, esta cueva formó parte de una mina activa, que dejó de explotarse en los años setenta. La mina no se visita, únicamente la cueva. De hecho la zona más amplia de la cueva la usaron los mineros con varias finalidades, como escombrera y zona de acarreo de materiales. El complejo se compone de unas taquillas donde adquirir las entradas, una tienda de recuerdos y una cafetería/restaurante donde reponer fuerzas y descansar un poco. También está la estación donde tomar un «tren minero» que te lleva al acceso de la cueva. La visita se hace con una guía, la que nos acompañó a nosotros nos hizo la visita muy amena. Dura una hora aproximadamente y vas caminando por varias zonas de la cueva, haciendo paradas en las que la guía te va explicando lo que ves. Lo que caracteriza a esta cueva a nivel mundial es la cantidad de formaciones excéntricas, hay tal cantidad que los geólogos siguen sin tener muy claro como han podido crearse tantas. Aunque se decantan por la teoría de la capilaridad, todavía no está del todo confirmado. El coste asciende a diez euros, pero os reconozco que merece la pena. Es un dinero bien invertido. Además, como os dije al principio, al estar lloviendo, es un plan perfecto para huir de la lluvia. Un saludo.
Fernan G.
Rating des Ortes: 4 Sestao, Vizcaya
Esta muy bien montado. La compra de entradas la hicimos por teléfono y luego las imprimimos en un cajero de la Caja Cantabria. También se Pueden imprimir allí mismo. Es una ventaja frente a comprarlas allí ya que así no hay que hacer cola. La carretera es sinuosa, si vas con gente que se marea,… Llevan ropa de abrigo y olvídate de sacar fotos, no se puede. Tampoco hace falta. Mejor imágenes bien sacadas, y tú a disfrutar de la visita. Es una pena que no ofrezcan imágenes digitales pero tienen buenas postales. Todo muy buen explicado y guiado. Un café en la cafetería nos hizo entrar en calor tras la visita. Disfrútalo!